Estudiando a cualquier Precio (LEMMON)

Llego a la biblioteca y está bastante atestada, los exámenes se acercan y la gente se mete prisa por estudiar todo lo que no se han metido antes en la cabeza. Por suerte, yo llevo bastante bien el examen de Literatura Japonesa de mañana, si consigo una MH, como en el anterior de examen será un punto a mi favor para la beca. Así que tengo que concentrarme. A pesar de tener poco afán por la lectura, he leído todos los libros que nos ha recomendado el profesor sobre los autores que debemos estudiar y gracias a eso comprendo muy bien su obra y como está se corresponde con su biografía y podría reconocer y hacer los textos sin problemas, ahora solo venía a repasar las biografías y los argumentos de las obras más relevantes de cada uno. Me siento en un asiento al fondo de la biblioteca, pero la suerte no está conmigo, al lado tengo a un grupo de los del primer año que trabajan alrededor de una cartulina verde y no paran de discutir que poner en ella, debe de ser un trabajo en grupo, acaso no saben que ese tipo de trabajos se hace en casa de alguno de los miembros? Suspiro y opto por cambiarme de sitio. Al atravesar la biblioteca en busca de otro sitio todo el mundo me mira. Hoy no solo llevo mis ropas clásicas, si no me querido sombrero, en verdad soy excéntrico pienso. No encuentro un solo lugar libre y acabo metiéndome entra unas estanterías, concretamente la sección de Literatura, así tendré los libros al lado por si quiero consultar algo, aunque mi objetivo era repasar los esquemas que ya me sé, no es bueno meterme cosas extras el día antes del examen. Acomodando mi chaqueta me siento en el suelo apoyado en la estantería y me pongo a estudiar.

Apesar de que recojo un poco mis piernas cuando oigo venir a alguien por el pasillo para no interrumpirle el paso, el hombre me da buena patada en los muslos antes de trastabillar hasta que consigue cogerse a una estantería. Por un momento me cubro la cabeza con un brazo por si se me cae algo encima, pero no sucede nada y bajo el brazo - No chille, estamos en la biblioteca. - le digo medio burlándome, menudo profesor. - Perdone, sensei. Es que no hay un sitio libre y tengo un examen de literatura, por eso viene acá. Y estoy bien.


El sensei se acerca más y me paresuro a dejarle claro mi buen estado. - Enserio estoy perfectamente, no es tan fácil acabar conmigo. - digo sonriéndole y palmeándome las piernas y los brazos antes de recoger mis apuntes que se habían caído con el susto. - Además, aunque no soy muy afanado a la literatura antigua, el olor a libros viejos me gusta y consigue que me evada un poco, no me gusta que haya tanta gente. - digo todo en voz baja para no molestar a ningún alumno, ya que un poquito de respeto sí que tengo. - ¿Está usted bien, sensei?

Sonrío levemente ante la broma. Cierro los puños cuando dice lo de que no debo estudiar a aúltima hora. Tengo una media de sobresaliente, gilipollas. Eso es lo que le iba a soltar, pero se disculpa y me tranquilizo pensando en que todos tenemos un mal día en él que contestamos mal a todo y nos molesta cualquier cosa. Además me ofrece llevarme a un sitio tranquilo, cosa que encesito. - Se lo agradecería. - me levanto sacudiéndome la ropa, pongo los ojos en blanco cuando veo que se queda analizándola, aunque esos ojos detrás de los cristales son muy seductores. Arg! Demonios, que lo de la ropa tiene su historia, aunque no se la haya explicado a nadie.

- Le sigo. - digo con voz algo formal y me guía através de los pasillos. - No le tengo como profesor en ninguna asignatura. - comento. - Me llamo Gilbert Nightray.

Miro el lugar y es algo lindo. Le sonrío. - Vaya, justo de lo que tengo mañana el examen, Literatura. Y el lugar está perfecto, gracias por dejarme usarlo, tampoco soy muy ruidoso, pero espero no molestarlo - digo con una pequeña reverencia. - De verdad, arigato. - sonrisa irresistible (XD)

Me siento y me repaso mi esquema. - Estoy de acuerdo con usted de no dejar las cosas para el final, en verdad, solo estoy repasando unos esquemas de todo el semestre, me leí los libros para entender los textos y di alguna clase extra con el profesor, ya que los autores de la segunda mitad del S. XVI me resultaban muy desconcertantes, nunca interpretaba bien el significado, ni entendía las figuras que usaban en los poemas. Pero en este examen voy a por la máxima nota. - digo orgulloso, porque me lo sé todo y en verano mejoré mi ortografía, en verdad, necesito esa beca.

Rio entre dientes y le miro con mi barbilla apoyada entre mis manos. - Me va a hacer sonrojar, sensei. - y lo consigue con esa sonrisa que no parecía posible en un hombre con tal mal humor y tan serio. - Aprecio su apoyo, arigato - digo con más ganas de demostrar mi valía..

Vuelvo a mis apuntes, de verdad se está tranquilo aquí, ha sido una suerte encontrar a este hombre y que me haya dejado usar su rincón, parece un lugar secreto. Digo mentalmente autor, fecha de nacimiento y muerte y obras, con saber bien eso tendría una notaza.

Miro al profesor pasando delicadamente cada hoja, en verdad parece amar los libros, además tiene toda la pinta de ser un profesor, con los anteojos, la ropa un poco pasada de moda, pero era bien guapo.

Nuestras miradas se cruzan y me muerdo el labio, Sus ojos de azul platino tan oscuros que podría hundirme en ellos... es hora de descansar la mente para el examen pienso. Doblo las hojas de los apuntes por la mitad y las dejo sobre la mesa. Me acerco al sensei que está sobre la repisa de la ventana y apoyo un brazo en el amrco. Nadie en el jardín, bien. paso una mano por su pecho antes de agarrar su hombro y darle uno de mis mejores besos de mi repertorio. Introduzco la lengua explorando su boca y profundizando aún más, saboreando cada rincón, dándoles caricias a sus labios con mi lengua y con mis propios labios, además de produciendo un ruido muy sensual al separar y unir las bocas. - Sensei... - me atrae este hombre, probablemente me rechaze, pero si no lo intento no me quedaré a gusto, eso seguro.

Cuando responde con esa lengua que se nota tiene experiencia y conseguimos un beso delicioso. Me dejo empujar hacia la mesa y me siento en lla abriendo las piernas para pdoer tenerle más cerca. Agarro el cuello de su camisa atrayéndole y desabrochando los botones de esta a toda prisa. El ruido de su respiración y de las ropas acariciándose, junto al de los papeles cayendo es algo erótico. Su camisa cae y paseo las manos por su cuerpo bien formado, aunque menos músculoso que el mío.Siento como sujeta el pelo aferrándome bien y haciendo que no me pueda separar de ese excitante beso hasta que la respiración me falta.

Me separo y cuando me intenta volver a besar me aparto de forma juguetona. Pongo un dedo en sus labios y bajo en línea recta, notando como su piel se pone de gallina a mi paso hasta que llego a su entrepierna y la acaricio, todo eso con una mirad dulce y descarada a la vez.

Me arqueo levemente cuando siento su mano dentro de mis pantalones. Todos sus gestos me excitan y ver que los míos también a él hacen de esto algo muy divertido y apetecible. Dejo caer mi chaqueta y me ocupo de quitarme complicada camisa que se pierde en algún lugar de ese rincón secreto del que el sensei tendría un muy buen recuerdo a partir de ahora.
Sus labios besan todo mi dorso mientras jadeo excitado. Disfruto de esas caricias pasando la manos por su espalda y acabando poniéndolas en su trasero. No aprieto muy fuerte, pero dejo que sepan que están ahí. Me muerdo el labio inferior cuando toma mis botones. - Mmmm... shadow-sensei... - mi voz cargada de deseo enciende a cualquiera. Mis manos rodean su cintura para desabrochar ese cinturón. Desde luego el mayor sabe donde debe tocar consigo pensar entre mis propios jadeos. Después le miro a los ojos y le beso con pasión, metiendo y sacando mi lengua de su boca. Le separo un poco de mí para poder bajarme de la mesa. Damos la vuelta y ahora es él quien se apoya en la mesa. Me arrodillo estando a la altura del bulto de sus pantalones. Le miro de forma seductora desde abajo antes de darle un pequeño mordisco por encima de la ropa.

Aunque la ventana este abierta, el olor a sexo ya se huele en el aire. El sudor empieza a cubrir nuestra frente y nuestros labios. Esperaba que el sensei no tuviera problemas éticos con esto, tengo 20 añitos y aunque no lo admitiré nunca soy un Pets y he ejercido durante casi dos años. Y puedo decir que he aprendido un par de trucos de ello, además de mi trabajo, cuando visto normal ligo bastante aunque nunca sea más de una noche.

Cuando se acerca mirándome con esa sonrisa que puede decir cualquier cosa, pero lo más patente es su maldad, siento que me sube la sangre al rostro haciendo que se torne más sensual aún. Rio y aprovecho ese momento en el que habla para recuperar un poco la respiración. En verdad me hace gracia que diga que lo dejemos. - Shadow-sensei, creo que no es bueno estudiar el día antes de examen, es lo que recomiendan todos los profesores.- muerdo el interior de mis mejillas al sentir como me sujeta y juega con mi oreja y realmente con todo mi ser, ya que hacerme parar en un momento así es jugar un poco sucio. - Además, de verdad quiere que nos detengamos? - deslizo una mano hasta el crecido bulto de su pantalón apretándolo un poco. - Su cuerpo no me dice lo mismo... - giro el rostro un poco hacia el suyo sin dañarme porque me tenga el pelo cogido.

Verle tan cerca de mis labios, tanto que siento su aliento, hace que etreabra la boca para el beso que espero y no se hace de rogar. Era agradable besarle, no tensaba nada la boca y eso hacía del beso muy bueno, aunque besa con algo de fuerza, sus labios solo me acarician. Se despega y vuelve a estar de pie y vuelvo a tener su apetecible sexo a mi merced. Lo acaricio de nuevo por encima de las ropas mientras pasa un dedo por su índice por mi rostro. No me importa que me trate como a un niño, el juego de profesor-alumno y te voy a castigar ya lo he hecho antes. Le miro como diciéndole que no soy un niño para nada.

- Oh! Me va a poner nota? Tendré que esforzarme entonces. - me acomodo y empujo sus piernas para abrirlas. Bajo sus pantalones antes de lamer su abdomen con gusto. Luego agarro la goma de sus bóxers con los dientes y los bajo dando un tirón bastante fuerte ya que su miembro bloqueba un poco que le terminase de desnudar. Doy un beso en la punta y paso a chupar sus testículos. Esto es algo bestia y le oigo quejarse desde arriba, pero sé lo que hago. Lamo desde la base hasta la punta varias veces antes de succionar la punta con mis labios mientras mi lengua hace travesuras también. me echo el pelo hacia atrás apra que no me estorbe y engullo casi todo su sexo de una vez haciendo una gran succión. Mi lengua le hace ver las estrellas.

Noto que voy a conseguir un diez y no solo en literatura. Oigo un nombre que no es el mío y francamente, eso me molesta. Hago que se venga en mi boca y trago parte de su delicioso semen. Le bajo del todo la erección, ya que no planeaba seguir con él. Me limpio mis labios con la mano y me incorporo mirando su agitado pecho y rostro. Le doy un beso más en los labios antes de separarme. Me abrocho mis pantalones y salto para coger mi camisa que se había quedado colgando de una lámapra un poco alta. - Lo siento, sensei. - me abrocho la camisa. - Francamente no puedo hacerlo sí está pensando en otra persona, me paree un poco maleducado de su parte y me hace sentirme mal. En verdad lamento lo que quiera que pasara con su sensei, pero... - chasqueo la lengua con fastidio. - Ya me han usado bastante de esta forma, se lo aseguro, ahora soy libre y no quiero perder el tiempo de esta forma, espero que lo comprenda sensei. -digo todo esto con las piernas cerradas porque estoy semierecto y mi rostro sigue algo rojo. - De verdad siento no poder sustituir a su sensei. - digo alisando mi chaqueta antes de ponérmela.