Silencio Tétrico (priv. Rauros)

A las afueras, allá donde normalmente no iban los humanos, existía una hermosa mansión ya abandonada, donde muchos jovencitos hacían pruebas de valentía o incluso usaban para sus momentos de placer... Pero lo que muchos no sabían era que había una gran sala llena de libros y arte, algo que él amaba, y que muchas veces usaba como distración.

Se retiraba tras las clases o a su hogar o a aquella mansión para pasa la noche, y est anoche fue a la mansión. Miraba los libros y los cuadron... por suerte nadie entraba allí por eso se conservaban, sino todo estaría destruido por los vándalos.

Estaba por tomar uno de los libros de una de las varias y completas estanterias, cuando notó una sensación extraña... Un depredador, esoparecía, una persona con aura depredadora y de otra raza maldita se aproximaba a donde él se hallaba.

Las razas malditas solían ser los demonio, vampiros y algun semi animal no aceptado por los humanos o bien, temidos, como ocurria con las razas anteriores. Aquel tipo que iba a llegar parecía tener un gran interes en algo, no sabía cómo sentirse o qué hacer... Era un demonio, de modo que no tenía nada que temer, pero aún así... esa presencia imponía.

Apagó las velas y se quedó en silencio sentado en un sillón próximo a una estanteria y lejano a la puerta, solo había una puerta.

Y tras unos pocos pasos le vio ante él, acercandose hasta la distancia en la que era posible semiver su rostro, observándolo... era un vampiro.

- puedo decir exactamente las mismas palabras... *él también quería ver qué y quien era y ahora lo tenía frente a él* ¿buscas algo?

Debia ser prudente y a la ves adivinar qué es lo que es etipo quería de él, pues el tomarse la molestia de ir hasta esa sala solo para verle... aquello no era normal, seguro había alguna intención oculta.

No se mueve ni un solo centímetro al notar su tacto, no tendría que demostras ni miedo ni nervios ante aquel vampiro, mostrarse asustado era lo peor, pero lo cierto es que no sentía miedo, era un demonio, no tenía porqué temer a un chupasangre.

- puede que sea algo especial... *tampoco era necesario contarle su vida* y como tal... no todo el mundo puede tocar... *apartó el rostro de él y se puso en pie alejándose de él* ¿viniste aquí sólo por sentir a un demonio? *le miraba en la penumbra* o bien mientes o bien ocultas algo más que la intención de saber quien eran...

Aquel tipo era rápido, volvio a sentir su tacto algo más violento en su mentón y como le acariciaba, pero aquello no le gustaba y no le había dado permiso asi que se separó.

- puede que huela así porque antes yo era alguien dulce... *ya le estaba dejando ver algo de su pasado si es que sabía leer entre líneas* pero el dulce es malo para los dientes *sonrió con malicia* y no toques si no se te concede permiso colmillitos...

Volvió a pasearse por la zona mirando por las ventanas que dejaban entrar un poco de luz de luna, la unica luz en la sala.

Le miró de reojo, algo molesto por aquella risa y más por su comentario, ¿es que acaso le veía como un pedazo de comida lujoso? ¿un manjar? Pues no le daría tal gusto.

- puede que así fuera hace tiempo... ahora *le mira* como bien dijiste, soy un demonio... *le miraba serio, no le gustaba bromear sin más* deja de mirarme así... no tendrás tal placer vampiro... *ni siquiera sabia su nombre, ni tampoco iba a molestarse en saberlo*

Se queda quieto en sus brazos, no le daría el placer de retorcerse o jugar al raton y al gato, eso le gustaria aun mas al vampiro por seguro. Se le quedó mirando, serio.

- sé que quieres probarme... *susurra al tenerlo tan cerca* pero yo no quiero dejarte y no lo haré... aprecio cada gota de mi sangre *con agilidad sale de sus brazos, sentandose al final de la mesa, mirándolo* asi que desiste y vete por donde viniste, aquí o vienes a leer... o te vas...

Le miraba sin entender muy bien su comportamiento, no trataba a los libros como debería, sino que los usaba para disfrazar su visita en la sala aquella, queriendo hacerle ver que sí leía.

- te dí dos oportunidades, leer o irte *se silencia y lo mira como deja los libros* se supone que leiste... asi que igualmente puedes irte ya *sonríe* seguro has de hacer otras cosas, como correr a esconderte no te dé el sol... *se baja de l amesa, caminando por el lado opuesto al que estaba el vampiro* tu visita aquí ha acabado... adios...

Sus palabras le molestaron. Primero por el hecho de que no fuera tan débil como otros vampiros, lo cual le causaría problemas y más si era tan persistente como para estar persiguiendole en aquella sala, y segundo por el hecho de que llevara razon y no pudiera echarlo de allí.

- no es mi hogar... pero lo cuido como si lo fuera... alguien como tu no sabe apreciarlo y me preocupa que lo destroces... por eso te invito a irte de aqui *le esquivaba para no tenerlo muy cerca, no tenía miedo, sino que estaba inquieto, algo nervioso por no saber muy bien si debia quedarse o irse*

Lo mira y se sorprende por la cantidad de libros que dice haber leido, lo cual era cuestionable, pero al ver su enfado final cuando golpea la mesa, reconoce que no era todo de boquilla sino que era verdad, lo cual le daba muchos puntos, él no se había leido todos los de esa sala, pues hacia poco que vivía entre humanos.

- vaya... *le miraba acercarse peligrosamente* creo que nunca te llamé inculto, solo que no quiero que este lugar sea visitado por demasiada gente... *le rehuía* tal vez deba dejarte en silencio para que leas lo que te falten... la lectura es un hobby entretenido... *se mueve con agilidad para salir por la puerta, aquel vampiro parecía ofuscado y no quería que se pelearan allí o que le mordiera... sabía lo que ocurría con las mordeduras de vampiros*

Salió del lugar seguido del vampiro, aquello le ponía nervioso, no sabía que pretendia, habia esperado que le detuviera o cualquier cosa, sin embargo pacíficamente iban acminando por el pasillo de aquella mansión que había caído en el olvido.

- suelta... *da un tiron quitando su mano de su agarre* te dije que no te daba permiso para tocarme ni morderme... *continuó andando* ademñas te irá mejor con humanos, ellos caeran con facilidad en tus redes si necesitas comer... yo podría darte indigestión... *sonrió mientras caminaba y una vez pasó una esquina, con agilidad desapareció*

Su velocidad podía ser buena, por eso subió a un piso más arriba, donde estaban las alcobas y habitaciones, aún tenian sus camas y algun mueble... pero las paredes estaban hechas un desastre y llenas de pintadas, una lastima.

Era interesante jugar un poco con él, pero una parte de él le avisaba del peligro, aquel vampiro no era alguien con quien juguetear sin arriesgarse. Tenia la mente en sus pensamientos cuando le sintió a sus espaldas en la cama, era rapido y agil... y luego tras de sí, escuchando sus palabras, sintiendolo en su cuello.

- ... desde... hace varios siglos... *desde épocas de Salomón para ser exactos, 900 años a.C* no tengo hambre... *se voltea mirándolo* yo puedo comer como los humanos... no paso hambre... y deja de acercarte tanto... no me agrada *puso esa escusa, pero no le entendía del todo a que se refería con lo de tener hambre*

- vivo como humano y hago trabajitos como demonio... no puedo comprarme esto así porque sí... *le mira algo molesto* y no me interesa lo que quieras... simplemente he venido aquí a por un poco de paz... no a jugar con un colmillos *le miraba* asi que si no quieres nada más... yo me voy a mi retiro de paz *aún despues de tantos años tenía caracteristicas de ángel*

Miró el lugar, pues en verdad le resultaba hermoso...






(u: me retiro ya, cuidate)