Mis deseos
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Mis deseos
Este fic lo acabo de hacer, se lo dedico a dos personas, bueno a tres pero con una de ellas me ire lejos.
No se si les guste pero bueno, la intencion era que las personas entendieran como me siento, aunque quien sabe que suceda XDDD
Y como ya viene naviada, feliz navidad a todos!
Deseo decirte tantas cosas que no sé si me cabrán en esta hoja de papel. Quiero contarte tantas cosas que no creo que llegue a terminar de decírtelas. Quiero que te des cuenta de lo mucho que te necesito y de lo mucho que eres importante para mí.
Son tantas las cosas que deseo decirte que no sé cómo empezar. Algunos dicen que lo mejor es soltarlo todo, decirlo todo sin detenerse, expresarse por completo, algo tan sencillo y tan difícil a la vez que hace que uno se rompa la cabeza pensando en todo lo que decir.
Otros dices que lo mejor es comentar sólo lo que sientes, pero cómo hacerlo cuando ya lo sabes todos. Algunos otros dicen que sería mejor simplemente decir lo necesario, pero qué es lo necesario cuando se trata de ti.
Puede que sea mejor no escribirte nada, no sé si llegues a verlo, si llegues a leerlo, si llegues a entenderlo. No digo que seas tonto o que vaya a decirte algo que no sea entendible, pero si no me has entendido antes, cómo lo harás ahora.
Dejo la pluma junto al papel, miro por enésima vez lo que había escribido y suspiro.
-No creo que funcione- murmuro dejando las cosas en su escritorio.
Volvió a suspirar, no recordaba la última vez que llevaba por lo menos 10 minutos sin suspirar. Apago la luz que le hacía compañía a esa hora y camino hacia su cama.
-Todo lo que me haces- susurro viendo el techo como si en ese lugar estuviera la persona a la que le hablaba.
Siguió viendo el mismo punto en el techo, pensando de nuevo en su amado, en la persona que lo hacía suspirar demasiado, en la persona que le rompía la cabeza y el corazón.
No supo a qué hora se quedo dormido, ni se sintió descansado al despertar. Sabía que debía de terminar la carta que lo llevaría a su perdición o tal vez a su salvación.
Lo volví a soñar, siempre lo sueño y siempre lo espero. Tus labios sobre los míos, eso es lo único que quiero y deseo en este momento. Un suave beso tuyo. Quién podría creer que me rebaje a eso, a un simple beso.
No creo que lo reciba, no creo que vuelva a ver u obtener algo de ti. Pero en la noche lo pensé y me di cuenta de la forma en la que te puedo decir todo pero no lo hare así.
Sólo me queda decirte una cosa, una simple cosa que espero entiendas. Me vuelves loco en todos los sentidos.
Sonrió tristemente, tomo el papel y lo doblo con cuidado, sintiendo que en cada doblez se le iba un cacho de su corazón.
-Te deseo lo mejor- susurro besando suavemente el papel, esperando que cuando el otro lo viera supiera que ahí estaba un beso dedicado sólo a él.
Se levanto de su asiento, camino hacia la salida, miro por última vez el apartamento que alguna vez lo vio sonreír.
“Todo cambia” pensó sonriendo nostálgico. Al salir y cerrar la puerta sintió que toda su vida se quedaba ahí, sólo faltaba entregar una cosa y se iría, para siempre y por siempre.
Camino despacio, tenía mucho tiempo, demasiado. Iría lejos, era lo mejor. Había pensado quitarse la vida pero de nada servía, había pensado dejarse derrumbar pero no le convenía, tenía ganas de perderse y eso era lo más factible.
Sin darse cuenta llego a su destino tan rápido que no sabía cuánto tiempo le había tomado estar frente a esa puerta. Sabía que no le daría el papel en la mano, no podía.
-Lo único que deseo es tu felicidad- murmuro sonriendo dulcemente, con una lágrima cayendo por su mejilla.
Dejo la carta en el suelo, llamo a la puerta y después volvió a caminar, lejos de ahí, lejos de todo lo que le hacía falta, de todo lo que le hacía daño.
-Y así es como acaba mi vida- comento al aire mientras se dirigía al final de su recorrido.
No se si les guste pero bueno, la intencion era que las personas entendieran como me siento, aunque quien sabe que suceda XDDD
Y como ya viene naviada, feliz navidad a todos!
Deseo decirte tantas cosas que no sé si me cabrán en esta hoja de papel. Quiero contarte tantas cosas que no creo que llegue a terminar de decírtelas. Quiero que te des cuenta de lo mucho que te necesito y de lo mucho que eres importante para mí.
Son tantas las cosas que deseo decirte que no sé cómo empezar. Algunos dicen que lo mejor es soltarlo todo, decirlo todo sin detenerse, expresarse por completo, algo tan sencillo y tan difícil a la vez que hace que uno se rompa la cabeza pensando en todo lo que decir.
Otros dices que lo mejor es comentar sólo lo que sientes, pero cómo hacerlo cuando ya lo sabes todos. Algunos otros dicen que sería mejor simplemente decir lo necesario, pero qué es lo necesario cuando se trata de ti.
Puede que sea mejor no escribirte nada, no sé si llegues a verlo, si llegues a leerlo, si llegues a entenderlo. No digo que seas tonto o que vaya a decirte algo que no sea entendible, pero si no me has entendido antes, cómo lo harás ahora.
Dejo la pluma junto al papel, miro por enésima vez lo que había escribido y suspiro.
-No creo que funcione- murmuro dejando las cosas en su escritorio.
Volvió a suspirar, no recordaba la última vez que llevaba por lo menos 10 minutos sin suspirar. Apago la luz que le hacía compañía a esa hora y camino hacia su cama.
-Todo lo que me haces- susurro viendo el techo como si en ese lugar estuviera la persona a la que le hablaba.
Siguió viendo el mismo punto en el techo, pensando de nuevo en su amado, en la persona que lo hacía suspirar demasiado, en la persona que le rompía la cabeza y el corazón.
No supo a qué hora se quedo dormido, ni se sintió descansado al despertar. Sabía que debía de terminar la carta que lo llevaría a su perdición o tal vez a su salvación.
Lo volví a soñar, siempre lo sueño y siempre lo espero. Tus labios sobre los míos, eso es lo único que quiero y deseo en este momento. Un suave beso tuyo. Quién podría creer que me rebaje a eso, a un simple beso.
No creo que lo reciba, no creo que vuelva a ver u obtener algo de ti. Pero en la noche lo pensé y me di cuenta de la forma en la que te puedo decir todo pero no lo hare así.
Sólo me queda decirte una cosa, una simple cosa que espero entiendas. Me vuelves loco en todos los sentidos.
Sonrió tristemente, tomo el papel y lo doblo con cuidado, sintiendo que en cada doblez se le iba un cacho de su corazón.
-Te deseo lo mejor- susurro besando suavemente el papel, esperando que cuando el otro lo viera supiera que ahí estaba un beso dedicado sólo a él.
Se levanto de su asiento, camino hacia la salida, miro por última vez el apartamento que alguna vez lo vio sonreír.
“Todo cambia” pensó sonriendo nostálgico. Al salir y cerrar la puerta sintió que toda su vida se quedaba ahí, sólo faltaba entregar una cosa y se iría, para siempre y por siempre.
Camino despacio, tenía mucho tiempo, demasiado. Iría lejos, era lo mejor. Había pensado quitarse la vida pero de nada servía, había pensado dejarse derrumbar pero no le convenía, tenía ganas de perderse y eso era lo más factible.
Sin darse cuenta llego a su destino tan rápido que no sabía cuánto tiempo le había tomado estar frente a esa puerta. Sabía que no le daría el papel en la mano, no podía.
-Lo único que deseo es tu felicidad- murmuro sonriendo dulcemente, con una lágrima cayendo por su mejilla.
Dejo la carta en el suelo, llamo a la puerta y después volvió a caminar, lejos de ahí, lejos de todo lo que le hacía falta, de todo lo que le hacía daño.
-Y así es como acaba mi vida- comento al aire mientras se dirigía al final de su recorrido.
Última edición por Len Kagamine el Vie Dic 25, 2009 10:01 pm, editado 1 vez
Invitado- Invitado
Re: Mis deseos
quede a medias o____o que paso, la tomo, la lesho, se dio cuenta!!!!! wahhhhhhhh >____<
Invitado- Invitado
Re: Mis deseos
Aqui dejo otro fic one-shot, no hay continuacion con el anterior, son distintos
Espero lo disfruten
El viento
Me parece que el viento esta a tu favor, que el movimiento de las hojas e ayuda. Hasta la más pequeña de las ramas parece hablarme de ti.
Sí, todo está a tu favor.
Me encuentro aquí, en nuestro lugar, o el que llego a ser nuestro lugar...
Hay más viento que de costumbre. Ha de extrañarte, como yo lo hago. Puede que sean las palabras que nunca pude decirte cuando me anunciaste que te ibas.
Hasta el cielo parece decaído.
Es difícil, lo admito. No logro sacarte de mi cabeza, de mi piel, de mi corazón, simplemente no logro formar los pensamientos adecuados para seguir adelante.
Me parezco a esas hojas, moviéndose lenta y alocadamente, chocando unas con otras pero sin lograr salir de donde están.
Es tan triste y patético verlas moverse así, esperando al viento para que las vuelva a tocar, a agitar. Así como yo.
Te espero y tengo la esperanza de que vengas por mí, de que me llames como solías decirme, pero eres igual al viento.
Llega cuando quiere, se mete profundamente, provoca reacciones completamente distintas a la primera vez y después… desaparece.
Igual que tú.
Sigo en el lugar que llamamos nuestro, recargado en el árbol que vio tantos de nuestros besos, nuestras caricias, las peleas que llegamos a tener. Sigo viendo el horizonte, esperando que el sol se esconda detrás para darle paso a la Luna.
No es tan difícil perderse en las memorias, sólo que duele mucho más cuando debes regresar a la realidad tan dura y cruel. Así es como me encuentro, tú lejos, yo esperando, todo en calma y paz hasta cuando debo volver y observar la ilusión que formo de ti.
Frente a mí, sonriéndome, dándome la mano, invitándome al país de los sueños.
Ah, de nuevo estas ahí. Sonrió sin poder evitarlo pero no te doy la mano, cuántas veces lo he hecho y desapareces. Ya no llevo la cuenta, es doloroso.
-Anda, vete, desaparece, has como el viento-
Me levanto lentamente, sonriendo de forma triste al ver que sigues ahí, solo que ahórrame vez confundido.
-Sólo…vete- murmuro haciendo un ademan con la mano para que te vayas.
Bajas la mano lentamente, me miras fijo, aunque esa sonrisa encantadora ya no adorna tus labios.
-¿Por qué sigues aquí?-
Has durado más de lo esperado, es qué de verdad te extraño y te deseo tanto.
-¿No ves que me lastimas?-
No, como puedes verlo si sólo eres la ilusión de alguien que me dejo.
No comprendo. Tus reacciones son diferentes a las normales, a las que siempre tienes cuando te doy la mano y desapareces. Tal vez sea porque es la primera vez que te pido que te alejes.
-¿Tanto te necesito que ahora no te vas?- pregunto mientras siento como las lágrimas empiezan a salir de mis ojos.
Tus manos veloces comienzan a limpiar las gotas que salen de mis ojos.
Tos ojos y tus facciones muestran dolor.
-¿Quieres que me vaya, Hatori?-
Tus manos tan cálidas, tus ojos tan penetrantes, tu voz tan conocida.
-Fuiste algo que mi mente creo a través de los recuerdos, una ilusión, un deseo, un dolor-
Comienzo a sentir que algo no está bien, que tu dolor es tan verdadero como el mío.
-Hatori-
Mi nombre salir de esos labios tan perfectos comienza a lastimarme.
-Dime ¿tanto mal te he hecho, tanta carga he sido que ahora siento desprecio?-
Me pierdo en tus ojos, deseo responderte algo que te lastime pero no encuentro las palabras.
Sí, tanto dolor me hiciste y no, no fuiste una carga. Cómo decir eso y que lo entiendas.
-¿Por qué no te vas?-
No quiero que sigas aquí, es la verdad. Todo el tiempo me dañas, todos tus recuerdos me matan poco a poco.
-¿Acaso quieres que muera por ti?-
Por alguna razón tus ojos se llenan de lágrimas. Hace mucho que no te veía llorar, tampoco es algo que me guste pero te hace ver indefenso y eso hace que yo me sienta más vivo.
Seré masoquista o cruel, puede ser.
-Hatori-
Tus manos parecen querer meterse en mí, parecen intentar decirme algo que no llego a comprender.
-Sólo desaparece de nuevo, vete y no vuelvas nunca más-
Sonrió, lo siento, lo veo en tus ojos. Ahora comprendo muchas cosas, sólo debías de volver una vez más para que me diera cuenta de que a pesar de que te amo tanto puedo vivir sin ti.
Así como las hojas viven sin el viento.
Espero lo disfruten
El viento
Me parece que el viento esta a tu favor, que el movimiento de las hojas e ayuda. Hasta la más pequeña de las ramas parece hablarme de ti.
Sí, todo está a tu favor.
Me encuentro aquí, en nuestro lugar, o el que llego a ser nuestro lugar...
Hay más viento que de costumbre. Ha de extrañarte, como yo lo hago. Puede que sean las palabras que nunca pude decirte cuando me anunciaste que te ibas.
Hasta el cielo parece decaído.
Es difícil, lo admito. No logro sacarte de mi cabeza, de mi piel, de mi corazón, simplemente no logro formar los pensamientos adecuados para seguir adelante.
Me parezco a esas hojas, moviéndose lenta y alocadamente, chocando unas con otras pero sin lograr salir de donde están.
Es tan triste y patético verlas moverse así, esperando al viento para que las vuelva a tocar, a agitar. Así como yo.
Te espero y tengo la esperanza de que vengas por mí, de que me llames como solías decirme, pero eres igual al viento.
Llega cuando quiere, se mete profundamente, provoca reacciones completamente distintas a la primera vez y después… desaparece.
Igual que tú.
Sigo en el lugar que llamamos nuestro, recargado en el árbol que vio tantos de nuestros besos, nuestras caricias, las peleas que llegamos a tener. Sigo viendo el horizonte, esperando que el sol se esconda detrás para darle paso a la Luna.
No es tan difícil perderse en las memorias, sólo que duele mucho más cuando debes regresar a la realidad tan dura y cruel. Así es como me encuentro, tú lejos, yo esperando, todo en calma y paz hasta cuando debo volver y observar la ilusión que formo de ti.
Frente a mí, sonriéndome, dándome la mano, invitándome al país de los sueños.
Ah, de nuevo estas ahí. Sonrió sin poder evitarlo pero no te doy la mano, cuántas veces lo he hecho y desapareces. Ya no llevo la cuenta, es doloroso.
-Anda, vete, desaparece, has como el viento-
Me levanto lentamente, sonriendo de forma triste al ver que sigues ahí, solo que ahórrame vez confundido.
-Sólo…vete- murmuro haciendo un ademan con la mano para que te vayas.
Bajas la mano lentamente, me miras fijo, aunque esa sonrisa encantadora ya no adorna tus labios.
-¿Por qué sigues aquí?-
Has durado más de lo esperado, es qué de verdad te extraño y te deseo tanto.
-¿No ves que me lastimas?-
No, como puedes verlo si sólo eres la ilusión de alguien que me dejo.
No comprendo. Tus reacciones son diferentes a las normales, a las que siempre tienes cuando te doy la mano y desapareces. Tal vez sea porque es la primera vez que te pido que te alejes.
-¿Tanto te necesito que ahora no te vas?- pregunto mientras siento como las lágrimas empiezan a salir de mis ojos.
Tus manos veloces comienzan a limpiar las gotas que salen de mis ojos.
Tos ojos y tus facciones muestran dolor.
-¿Quieres que me vaya, Hatori?-
Tus manos tan cálidas, tus ojos tan penetrantes, tu voz tan conocida.
-Fuiste algo que mi mente creo a través de los recuerdos, una ilusión, un deseo, un dolor-
Comienzo a sentir que algo no está bien, que tu dolor es tan verdadero como el mío.
-Hatori-
Mi nombre salir de esos labios tan perfectos comienza a lastimarme.
-Dime ¿tanto mal te he hecho, tanta carga he sido que ahora siento desprecio?-
Me pierdo en tus ojos, deseo responderte algo que te lastime pero no encuentro las palabras.
Sí, tanto dolor me hiciste y no, no fuiste una carga. Cómo decir eso y que lo entiendas.
-¿Por qué no te vas?-
No quiero que sigas aquí, es la verdad. Todo el tiempo me dañas, todos tus recuerdos me matan poco a poco.
-¿Acaso quieres que muera por ti?-
Por alguna razón tus ojos se llenan de lágrimas. Hace mucho que no te veía llorar, tampoco es algo que me guste pero te hace ver indefenso y eso hace que yo me sienta más vivo.
Seré masoquista o cruel, puede ser.
-Hatori-
Tus manos parecen querer meterse en mí, parecen intentar decirme algo que no llego a comprender.
-Sólo desaparece de nuevo, vete y no vuelvas nunca más-
Sonrió, lo siento, lo veo en tus ojos. Ahora comprendo muchas cosas, sólo debías de volver una vez más para que me diera cuenta de que a pesar de que te amo tanto puedo vivir sin ti.
Así como las hojas viven sin el viento.
Invitado- Invitado
Re: Mis deseos
Para todos los que esten leyendo estos one-shot, lo que esta en cursiva es un pensamiento.
Y así es todo siempre, un sueño, una ilusión, un deseo.
-¿Me vas a dejar?-
Su pregunta lo agarra algo desprevenido. No se esperaba algo así, no justo en ese momento en que los dos estaban compartiendo uno de sus pocos ratos juntos.
Sí, lo iba a abandonar, el deseo y la ilusión habían acabado, ya no existía algo que pudiera retenerlo en ese lugar, en ese momento.
-¿Para qué quieres saber?- preguntó con algo de curiosidad pero más que nada deseando cambiar un poco el tema, no estaba listo para responderle algo así.
-Porque entonces quiero que te vayas ahora mismo-
Su determinación hacia que las cosas fueran más complicadas. Siempre había algo complicado en sus relaciones con los demás.
-Puede que sí-
No te gusta lastimarlo pero esa es una de las partes que habla sobre el final de la ilusión, en donde todo era rosa, en donde todo era amor y cariño.
-¿Qué debo hacer para que te quedes?-
Cuando se pone así no puedes pensar claramente. Sabes que no te quedaras, así como no te quedaste con ninguno de los anteriores a él.
Lo sabes, no puedes quedarte con él. Simplemente no está en ti hacer algo así. No lo amas, no sientes cariño hacia él pero al verlo así tu mente hace que recuerdes todas las lágrimas que has logrado sacar durante toda la vida que has tenido junto a alguien.
No lo entiendes, no logras comprender un sentimiento tan simple como el que te han mostrado todos ellos.
No puedes comprenderlo.
-Nada, algún día deberé irme-
Le sonríes esperando que así se tranquilices pero si no logras comprender su dolor, no lograras comprender su felicidad. Es por eso que cuando lo ves llorar no sabes que hacer.
Te gustaría consolarlo y decirle palabras que le sacaran una sonrisa. Pero no puedes.
-Pero me quedare aquí más tiempo-
Dices esas palabras con la esperanza de que de esa forma sonría y deje de llorar, pero sus ojos sólo se llenan de más lágrimas.
-Vete-
Su voz lastimada provoca que en tu interior se rasgue algo.
-No puedo dejarte así-
No sabes el por qué de tu respuesta, a muchos los has dejado así, te lo piden y tú simplemente te vas.
-No hay nada más para nosotros, por favor vete-
Se seca las lágrimas con ese ademan que lo hace ver irresistible.
-Debe haber alguna forma para que no sigas llorando-
Por alguna razón en tu voz encuentras una pisca de suplica.
-De cualquier forma te vas a ir, así que no puedes hacer nada para que deje de sentirme de esta forma-
No lo entiendes, no logras comprenderlo pero algo te dice que no debes dejarlo, algo muy dentro de ti te grita porque lo abraces, para que lo beses, para que le digas que no quieres verlo así, que no soportas verlo de esa forma.
-Entiendo- murmuras separándote de él.
Has mentido, como siempre.
Suspiras y te levantas de la cama, comienzas a vestirte pero por alguna razón lo haces de manera más lenta, casi esperando a que el otro te detenga, que emita algún sonido para que tu dejes de hacer lo que estás haciendo para voltear a verlo y abrazarlo, un sonido que te indique que debes detenerte, algo que te detenga.
Pero no llega más que su llanto silencioso.
-Me voy- susurras sin voltear a verlo, algo te dice que no debes hacerlo. Tal vez comienzas a volverte loco, tal vez el dolor que sientes en tu pecho sea una advertencia de que lo mejor sería salir de ahí, dejarlo en paz, salir y no volver la vista.
Te levantas lentamente de la cama, suspiras, te acomodas el cabello y vuelves a suspirar. No sabes qué decir, no sabes qué hacer, no logras saber la razón por la que te cuesta tanto trabajo salir de esa habitación, de esa casa, de ese corazón.
-Antes de irte-
Su voz hace que te detengas justo antes de abrir la puerta, tu corazón comienza a latir fuerte y rápidamente, sientes que todo tu cuerpo se nutre de la adrenalina del momento.
-¿Fuiste feliz conmigo?-
Otra pregunta que te agarra en el peor de los momentos.
-No sé qué decirte- murmura apretando la mano que tienes en la perilla.
-Di la verdad-
Tu corazón se detiene por un segundo, sientes la saliva pasar por tu garganta, tus pulmones provocan que tomes un aire muy profundo y tu cuerpo se tensa.
-Todo es una ilusión- comentas sonriéndole a la puerta.-Claro que fui feliz, es por eso que me voy. Todo lo que llega debe irse, todo lo que tomamos debemos regresarlo, todo lo que pedimos debemos pagar por ellos- sientes que una lágrima empieza a bajar por tu mejilla.
Escuchas movimientos pero no volteas.
-¿Dices que con todos los demás fuiste feliz?-
Sonríes de nuevo y te limpias la lágrima.
-Claro, te lo dije. Cuando la ilusión se acaba, es cuando todo termina y es mejor dejarlo-
Por alguna razón sientes que tus palabras ya no tienen el mismo argumento ni el mismo significado que antes. Sientes que al decírselo le estás diciendo todo lo que de verdad sientes.
-¿Cómo sabes cuándo se acaba la ilusión?-
Frunce el ceño y volteas a verlo.
Se encuentra acostado en la cama, demostrando toda su piel y enseñando su desnudes. Tan irresistible y tan bello como siempre. Su rostro vuelve a sonreír, no entiendes qué es lo que le provoca esa sonrisa que parece desafiarte a muchas cosas.
-Porque…-
Conoce tu punto débil, eso es lo que sucede, es por eso que esta de esa forma, es por eso que te deja ver su cuerpo, es por eso que no puedes salir de la habitación.
-No escuche la respuesta- su sonrisa se hace más grande, demostrando de esa forma que lleva la delantera.
-Lo sé porque tú empiezas a sufrir y porque tus ojos dejan de tener esa chispa que hablan de la felicidad del momento-
Tus ojos recorren ese cuerpo, deseas detenerte, deseas que no vea lo que haces, deseas que deje de ser tan provocador y que te deje ir.
-Yo creo que esas son mentiras-
Su sonrisa de suficiencia te provoca, todo en ese chico te provoca.
Vuelves a presionar tus puños y suspiras.
-No tengo por qué explicarte las cosas que hago-
-No, claro que no. En especial cuando ya te vas-
Se levanta lentamente, enseñándote ese cuerpo tan frágil y delicado, mostrando las curvas que provocan que muchos intenten tocarlo, mostrándote ese trasero que tanto te gusta.
-Vamos, vete de mi casa-
Se acerca a ti con ese movimiento gatuno y sensual.
No puedes moverte, tus piernas no te responden, tu mente sólo memoriza los puntos que provocan al otro.
-Yuki ¿qué intentas hacer?-
Tu voz se vuelve un poco ronca y das unos pasos hacia atrás cuando lo sientes demasiado cerca como para que puedas controlar tus impulsos de tomarlo.
-¿Yo?- te sonríe de lado, demostrando su personalidad juguetona.-Nada, sólo te acompaño a la puerta-
Cómo lo odias y cómo lo deseas. Es por eso que no puedes dejarlo con tanta facilidad.
Bufas frustrado, sabes que no lograras detenerte por mucho tiempo más.
-Todo es una ilusión, lo sabes-
Esperas que con esas palabras se detenga y vuelva a taparse.
-Lo sé-
Te acorrala contra la puerta, sus manos se pasean por tu pecho con caricias nada más son para incitarte a hacer algo más.
-¿Entonces por qué haces esto?-
Te vuelve a sonreír, pegando su cadera contra la tuya, moviéndola de forma apasionante.
-Porque de verías de disfrutar de la ilusión-
Sin poder detenerte más, lo agarras de la cintura y lo besas con profundidad.
Sí, todo es una ilusión, que en algún momento debe acabar
La ilusión
Y así es todo siempre, un sueño, una ilusión, un deseo.
-¿Me vas a dejar?-
Su pregunta lo agarra algo desprevenido. No se esperaba algo así, no justo en ese momento en que los dos estaban compartiendo uno de sus pocos ratos juntos.
Sí, lo iba a abandonar, el deseo y la ilusión habían acabado, ya no existía algo que pudiera retenerlo en ese lugar, en ese momento.
-¿Para qué quieres saber?- preguntó con algo de curiosidad pero más que nada deseando cambiar un poco el tema, no estaba listo para responderle algo así.
-Porque entonces quiero que te vayas ahora mismo-
Su determinación hacia que las cosas fueran más complicadas. Siempre había algo complicado en sus relaciones con los demás.
-Puede que sí-
No te gusta lastimarlo pero esa es una de las partes que habla sobre el final de la ilusión, en donde todo era rosa, en donde todo era amor y cariño.
-¿Qué debo hacer para que te quedes?-
Cuando se pone así no puedes pensar claramente. Sabes que no te quedaras, así como no te quedaste con ninguno de los anteriores a él.
Lo sabes, no puedes quedarte con él. Simplemente no está en ti hacer algo así. No lo amas, no sientes cariño hacia él pero al verlo así tu mente hace que recuerdes todas las lágrimas que has logrado sacar durante toda la vida que has tenido junto a alguien.
No lo entiendes, no logras comprender un sentimiento tan simple como el que te han mostrado todos ellos.
No puedes comprenderlo.
-Nada, algún día deberé irme-
Le sonríes esperando que así se tranquilices pero si no logras comprender su dolor, no lograras comprender su felicidad. Es por eso que cuando lo ves llorar no sabes que hacer.
Te gustaría consolarlo y decirle palabras que le sacaran una sonrisa. Pero no puedes.
-Pero me quedare aquí más tiempo-
Dices esas palabras con la esperanza de que de esa forma sonría y deje de llorar, pero sus ojos sólo se llenan de más lágrimas.
-Vete-
Su voz lastimada provoca que en tu interior se rasgue algo.
-No puedo dejarte así-
No sabes el por qué de tu respuesta, a muchos los has dejado así, te lo piden y tú simplemente te vas.
-No hay nada más para nosotros, por favor vete-
Se seca las lágrimas con ese ademan que lo hace ver irresistible.
-Debe haber alguna forma para que no sigas llorando-
Por alguna razón en tu voz encuentras una pisca de suplica.
-De cualquier forma te vas a ir, así que no puedes hacer nada para que deje de sentirme de esta forma-
No lo entiendes, no logras comprenderlo pero algo te dice que no debes dejarlo, algo muy dentro de ti te grita porque lo abraces, para que lo beses, para que le digas que no quieres verlo así, que no soportas verlo de esa forma.
-Entiendo- murmuras separándote de él.
Has mentido, como siempre.
Suspiras y te levantas de la cama, comienzas a vestirte pero por alguna razón lo haces de manera más lenta, casi esperando a que el otro te detenga, que emita algún sonido para que tu dejes de hacer lo que estás haciendo para voltear a verlo y abrazarlo, un sonido que te indique que debes detenerte, algo que te detenga.
Pero no llega más que su llanto silencioso.
-Me voy- susurras sin voltear a verlo, algo te dice que no debes hacerlo. Tal vez comienzas a volverte loco, tal vez el dolor que sientes en tu pecho sea una advertencia de que lo mejor sería salir de ahí, dejarlo en paz, salir y no volver la vista.
Te levantas lentamente de la cama, suspiras, te acomodas el cabello y vuelves a suspirar. No sabes qué decir, no sabes qué hacer, no logras saber la razón por la que te cuesta tanto trabajo salir de esa habitación, de esa casa, de ese corazón.
-Antes de irte-
Su voz hace que te detengas justo antes de abrir la puerta, tu corazón comienza a latir fuerte y rápidamente, sientes que todo tu cuerpo se nutre de la adrenalina del momento.
-¿Fuiste feliz conmigo?-
Otra pregunta que te agarra en el peor de los momentos.
-No sé qué decirte- murmura apretando la mano que tienes en la perilla.
-Di la verdad-
Tu corazón se detiene por un segundo, sientes la saliva pasar por tu garganta, tus pulmones provocan que tomes un aire muy profundo y tu cuerpo se tensa.
-Todo es una ilusión- comentas sonriéndole a la puerta.-Claro que fui feliz, es por eso que me voy. Todo lo que llega debe irse, todo lo que tomamos debemos regresarlo, todo lo que pedimos debemos pagar por ellos- sientes que una lágrima empieza a bajar por tu mejilla.
Escuchas movimientos pero no volteas.
-¿Dices que con todos los demás fuiste feliz?-
Sonríes de nuevo y te limpias la lágrima.
-Claro, te lo dije. Cuando la ilusión se acaba, es cuando todo termina y es mejor dejarlo-
Por alguna razón sientes que tus palabras ya no tienen el mismo argumento ni el mismo significado que antes. Sientes que al decírselo le estás diciendo todo lo que de verdad sientes.
-¿Cómo sabes cuándo se acaba la ilusión?-
Frunce el ceño y volteas a verlo.
Se encuentra acostado en la cama, demostrando toda su piel y enseñando su desnudes. Tan irresistible y tan bello como siempre. Su rostro vuelve a sonreír, no entiendes qué es lo que le provoca esa sonrisa que parece desafiarte a muchas cosas.
-Porque…-
Conoce tu punto débil, eso es lo que sucede, es por eso que esta de esa forma, es por eso que te deja ver su cuerpo, es por eso que no puedes salir de la habitación.
-No escuche la respuesta- su sonrisa se hace más grande, demostrando de esa forma que lleva la delantera.
-Lo sé porque tú empiezas a sufrir y porque tus ojos dejan de tener esa chispa que hablan de la felicidad del momento-
Tus ojos recorren ese cuerpo, deseas detenerte, deseas que no vea lo que haces, deseas que deje de ser tan provocador y que te deje ir.
-Yo creo que esas son mentiras-
Su sonrisa de suficiencia te provoca, todo en ese chico te provoca.
Vuelves a presionar tus puños y suspiras.
-No tengo por qué explicarte las cosas que hago-
-No, claro que no. En especial cuando ya te vas-
Se levanta lentamente, enseñándote ese cuerpo tan frágil y delicado, mostrando las curvas que provocan que muchos intenten tocarlo, mostrándote ese trasero que tanto te gusta.
-Vamos, vete de mi casa-
Se acerca a ti con ese movimiento gatuno y sensual.
No puedes moverte, tus piernas no te responden, tu mente sólo memoriza los puntos que provocan al otro.
-Yuki ¿qué intentas hacer?-
Tu voz se vuelve un poco ronca y das unos pasos hacia atrás cuando lo sientes demasiado cerca como para que puedas controlar tus impulsos de tomarlo.
-¿Yo?- te sonríe de lado, demostrando su personalidad juguetona.-Nada, sólo te acompaño a la puerta-
Cómo lo odias y cómo lo deseas. Es por eso que no puedes dejarlo con tanta facilidad.
Bufas frustrado, sabes que no lograras detenerte por mucho tiempo más.
-Todo es una ilusión, lo sabes-
Esperas que con esas palabras se detenga y vuelva a taparse.
-Lo sé-
Te acorrala contra la puerta, sus manos se pasean por tu pecho con caricias nada más son para incitarte a hacer algo más.
-¿Entonces por qué haces esto?-
Te vuelve a sonreír, pegando su cadera contra la tuya, moviéndola de forma apasionante.
-Porque de verías de disfrutar de la ilusión-
Sin poder detenerte más, lo agarras de la cintura y lo besas con profundidad.
Sí, todo es una ilusión, que en algún momento debe acabar
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Dom Ene 20, 2013 10:05 am por Seimei Akamura
» contemos hasta 5000
Dom Ene 20, 2013 9:32 am por Allen Zadkiel Wolker
» El ultimo que postea gana yay!!!~~~
Dom Ene 20, 2013 9:05 am por Allen Zadkiel Wolker
» Confesionario +done xD+
Dom Ene 20, 2013 9:03 am por Allen Zadkiel Wolker
» Relajado bajo la luz de Luna (Privado Grell)
Sáb Ene 19, 2013 9:10 am por Zero
» Una cita de trabajo (privado Arisada )
Vie Ene 04, 2013 10:49 am por Cloud Strife