Gakuen Darkness - Oris paradaise
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CAZADORES DE DIMENSIONES (Shonen)

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CAZADORES DE DIMENSIONES   (Shonen) - Página 2 Empty Re: CAZADORES DE DIMENSIONES (Shonen)

Mensaje por Invitado Lun Mayo 11, 2009 7:40 pm

CAPITULO 11
“el encuentro con Kayi”


Tammy miraba a su alrededor, caminando entre las gradas.
- ¿Qué es lo que le sucede a esos dos?, en donde podrán estar - dijo Tammy bastante molesta.
- ¡Tammy!- Kasumi se acercaba a ella corriendo- no están en el vestuario.
- Que extraño, ¿A dónde habrán ido?- su voz tenia un toque de preocupación.

El viento levantaba las hojas secas de los árboles que estaban en el suelo, unos pasos rápidos se escucharon en el desolado paisaje, el fuerte zumbido de algo filoso que chocaba en el aire se escuchó, una mujer comenzó a caer lentamente al suelo desde el árbol donde había sido dirigido el ataque, antes de caer al suelo Hatoru la tomó y la puso a salvo, Zero quien se encontraba a unos pasos miraba fijamente el lugar en donde había estado la mujer, los ojos azules pálido de la criatura brillaron en la oscuridad y el sonido de lo que parecía ser una especie de lagarto se escuchó en la noche.
- Parece que aún se encuentra con vida- dijo Hatoru mientras revisaba el pulso de la mujer.
Al igual que Zero, Hatoru lucia un traje extraño de un tono azul oscuro con rastros grises y mangas cortas.
Zero empuño su arma en frente de si y la criatura en un hábil movimiento se escondió en la oscuridad de nuevo, sus pasos podían escucharse sobre las hojas secas.
- Se escapa- dijo Zero de forma serena y comenzó a correr rápidamente siguiendo los pasos del Zeed.
- ¡Oye espera!- Hatoru suspiró- ¿Por qué siempre es tan impaciente?- dijo y luego comenzó a correr detrás de Zero.
El bosque terminó y llegaron a lo que parecía ser un viejo edificio que estaba siendo reformando. Zero le lanzó un ataque al Zeed, pero éste lo eludió y desapareció en las sombras, al parecer éste nuevo Zeed tenía el poder de fusionarse con las sombras; la sombra de la criatura se introdujo al viejo edificio con rapidez, Zero miró el lugar por un momento, Hatoru llegó a su lado y también miró el edificio.
- Ahora, ¿Que haremos?- dijo mirando a Zero.
- Voy a entrar- dijo Zero caminando hacia el edificio.
- Vas a entrar así no más, no crees que deberíamos hacer un plan- Zero continuo caminando sin prestarle atención- Zero, ¡Rayos!, está bien, lo haremos a tu manera- dijo Hatoru con resignación- este sujeto siempre quiere hacerlo todo a los golpes, no se ni por que lo sigo- Hatoru se introdujo al edificio.
El edificio parecía ser una especie de condominio, por todo el lugar podían verse los implementos de los trabajadores, el sitio estaba oscuro y era muy poco lo que podía observarse.
- A este paso no lograremos hallarlo, es mejor que nos separemos, así cubriremos más terreno- dijo Hatoru quien estaba a un lado de Zero.
- Como quieras- dijo Zero sin dejar de mirar al frente y después saltó rápidamente para llegar al siguiente piso.
- Ni siquiera le importa que lo ayude- dijo Hatoru sin creerse la actitud de Zero y luego sonrió- nos vemos luego- Hatoru comenzó a correr al lado contrario de donde había partido Zero.

Los nombres de los participantes del próximo combate habían sido anunciados.
- ¡QUE!- el grito de la entrenadora se escuchó por todo el lugar.
- Si, Zero y Hatoru no están- dijo Tammy bajando la cabeza.
- Esto no puede ser posible, ¿Acaso no saben a donde fueron?- dijo la entrenadora con desesperación.
- Están en la enfermería- dijo Kasumi rápidamente.
- ¿En la enfermería?
- Si, parece que comieron algo que no les sentó bien y se enfermaron del estomago- dijo Tammy intentando disimular.
- Debo ir a verlos.
- No, no, no- Tammy intentó detener a la entrenadora- es mejor que no vaya, es muy contagioso y nadie puede verlos.
- Pero acaso no dijeron que se trataba de algo que habían comido-dijo la profesora sin entender.
- Si, pero parece que se complicó y se contagiaron de un virus- dijo Kasumi intentando salvar la situación.
- Es mejor que los dejemos solos entrenadora- dijo Tammy empujándola hacia la banca del equipo.
- Está bien- dijo la entrenadora con desaliento- ¿Pero ahora que haremos?
- Vaya, vaya, entrenadora Unichida- dijo un hombre de cabello negro y sudadera verde, con una actitud prepotente.
- Entrenador Umori…- dijo la entrenadora mirándolo fijamente.
- Por lo que pude escuchar sus mejores chicos se encuentran enfermos, o… ¿Me equivoco?- dijo el entrenador con una sonrisa maliciosa.
- Bueno, es que…- dijo la entrenadora sudando- pero yo también escuche que uno de sus chico no se siente muy bien- dijo la profesora sonriendo sabiendo que había dado en el blanco.
- Eh…-el entrenador comenzaba a sudar- lo mande a descansar, con la calidad de los oponentes del torneo no era necesario molestarlo.
- ¿A que se refiere con eso?- dijo la entrenadora molesta.
- Que para ganar, ni siquiera tenemos que utilizar a los más experimentados, con solo los novatos de nuestro equipo bastara para conseguir la victoria.
- Si es así, nuestros novatos también podrían ganarle con una mano atada a su espalda.
- Lo dudo mucho- dijo el entrenador con arrogancia- además no creo que tenga más gente en su patético equipo.
- ¿Patético?...- una gran equis apareció en la frente de la entrenadora- ahora le demostrare quien es el patético- la profesora estaba apunto de estallar- nosotros los derrotaremos y les demostraremos que solo dos chicas pueden con todo su equipo- la entrenadora señaló a Tammy y a Kasumi.
- ¿Quién?, ¿nosotras?- Tammy miró a todos lados buscando a alguien más.
- Es acaso una burla, esas pobres niñas no podrán con mi equipo.
- Eso ya lo veremos.
- Creo que es mejor que se preparen para perder- dijo el entrenador alejándose mientras se reía escandalosamente.
La entrenadora se acercó a Tammy y a Kasumi, y colocó sus manos sobre los hombros de las chicas.
- Ahora, todo depende de ustedes, deben ganar por el honor de la escuela, pongan toda su alma en los combates.
- Pero yo…-dijo Tammy quien la situación comenzaba a inquietarla.
- Les diré que no importa si pierden, pero en ese caso no tendré más remedio que aplicarles mi rutina especial.
- ¿La rutina especial?...- dijo con voz temblorosa, Tammy recordó que el último chico que había recibido el entrenamiento especial de la entrenadora había terminado en cama por una semana.
- Pero estoy segura que ganaran, así que vayan y acaben con todos- dijo la entrenadora con una enorme sonrisa y se alejó.
Tammy estaba en estado de shock, no podía creer que le estuviera sucediendo todo aquello, Kasumi se dirigió hacia la banca y tomó su casco.
- No te preocupes, yo me encargare de todo- dijo con una sonrisa.
- Kasumi, tu…-dijo Tammy mirándola fijamente y luego le sonrió- está bien, lo dejo todo en tus manos.
Kasumi se dirigió a la lona de combate y tomó su posición de ataque.

Zero caminaba por el segundo piso del condominio, el lugar estaba callado y solamente podía escucharse el viento chocar contra los plásticos que cubrían las ventanas, Hatoru caminaba en el primer piso mientras sostenía su arma.
- Rayos, ¿En donde se habrá escondido?, esto se esta poniendo aburrido- dijo sin dejar de caminar.
La criatura miraba a Hatoru desde la oscuridad, abrió su boca dejando escurrir una babaza amarillosa de ella. El Zeed se lanzó al ataque esperando sorprender a su presa por la espalda, pero Hatoru se había percatado de su presencia y en un rápido movimiento se puso a salvo.
- Acaso nunca te han enseñado buenos modales, nunca debes tomar a nadie por sorpresa- lo regañó Hatoru de forma divertida- que te parece si te doy una pequeña lección de cómo debe ser un verdadero ataque.
Hatoru saltó en el aire y atacó con su báculo al Zeed, este se escondió rápidamente en las sombras y luego nuevamente lo atacó por la espalda cruzando una de las sombras, Hatoru detuvo el ataque con el báculo, rápidamente se movió y le dio un fuerte golpe en la parte del torso al Zeed, la criatura retrocedió y se introdujo en las sombras, Hatoru miró para todos los lados, pero luego bajó la cabeza y sonrió.
- El mismo truco no me engaña dos veces.
El báculo adquirió un color rojizo y Hatoru lo arrojó con todas sus fuerzas hacia atrás, en ese mismo momento la criatura salía de las sombras para atacarlo por la espalda. El báculo golpeó con fuerzas al Zeed, éste atravesó el muro y cayó a la parte trasera del condominio.
Zero escuchó el estruendo y se dirigió al lugar.
El Zeed se levantó con dificultad, su cuerpo se encontraba gravemente dañado y eran pocas las fuerzas que le quedaban.
- Es mejor terminar con esto pronto, no lo tomes como nada personal.
Hatoru colocó el báculo delante de sí y se disponía a atacar, cuando un sonido sordo atravesó el aire, el Zeed lentamente comenzó a moverse, su torso se fue para un lado y sus piernas para otro, la criatura cayó partida a la mitad.
- Pero que rayos…-dijo Hatoru sorprendido con lo que había ocurrido.
El Zeed volvió a tomar su forma humana y la semilla cayó al suelo brillando en un tono anaranjado, una persona salió de las sombras y pisó la semilla.
- Eres tu…-dijo Hatoru mirándolo con sorpresa.

El combate se desarrollaba con normalidad, Kasumi se movía con una gran habilidad y en poco tiempo logró derrotar a su oponente, se quitó el casco y aspiró aire aliviada y luego miró hacia la banca de su equipo con una sonrisa, Tammy saltaba de un lado a otro, estaba muy feliz de que su amiga hubiera ganado y la profesora estaba más que emocionada al ver que todavía tenían esperanzas de ganar.
- No sabia que podías pelear de esa manera, ¿Por que no me lo dijiste antes?- le preguntó Tammy quien aún no salía de su asombro.
- Por que nunca me lo preguntaste- dijo Kasumi con una sonrisa gentil.
- ¿En donde lo aprendiste?
- La señorita Hatsuna me hizo tomar cursos en el verano, además he estado practicando un poco.
- Esto es estupendo, así no tendré que combatir- de los ojos de Tammy salía cataratas de lagrimas de felicidad- además mi vida estará a salvo.
- Ahora si ganaremos señorita Ichido- la entrenadora estaba más que feliz y tomó a Tammy del cuello de su traje- con la ayuda de la señorita Okina, haremos papilla al entrenador Umori, le daremos un lección a ese viejo engreído, ya lo vera- la entrenadora agitaba de un lado a otro la cabeza de Tammy, la pobre estaba mareada y sus ojos tenían forma de espiral, al parecer la entrenadora descargaba sus frustraciones en la pobre chica.
Kasumi se reía con la situación.
Los combates continuaban y la escuela Asami continuaba subiendo posiciones, pronto se acercaban los combates de la final; el instituto Hatsura y la escuela Asami eran los finalistas del torneo.

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Mensaje por Invitado Lun Mayo 11, 2009 7:40 pm

El combate final lo llevaría acabo Kasumi con un tipo gigante del instituto llamado Sansuke Watanabe, Kasumi se colocó en su posición de combate, se dio la orden de iniciar y Kasumi dio la primera estocada, Kasumi se movía con gran agilidad y para la mole que tenia en frente era muy difícil seguirla, Kasumi luchaba bastante bien, en poco tiempo le ganaría al sujeto, pero sucedió algo inesperado, Sansuke hizo como si se tropezaba y la empujó con fuerzas contra el suelo, Kasumi se tropezó y se lastimo el tobillo. Tammy la miró espantada y corrió inmediatamente a la lona para ayudarla al igual que la profesora, Kasumi sujetaba su tobillo con dolor.
- ¿Te encuentras bien?- le preguntó Tammy arrodillándose a su lado.
- Creo que me lastime el tobillo.
- ¿Está bien señorita Okina?, ¿Puede levantarse?-le preguntó la entrenadora preocupada.
- No estoy segura- Kasumi intentó ponerse de pie, pero el dolor la detuvo- debo levantarme y terminar el enfrentamiento- hizo otro intento pero no pudo levantarse.
- Detente, no hagas eso o te lastimaras- le dijo Tammy preocupada.
- Pero debo derrotarlo- dijo mirándola.
- Eso no importa ahora.
- Parece que la niñita se lastimó, lo lamento tanto- dijo Sansuke burlonamente.
- Lo hiciste a propósito- dijo Tammy mirándolo enfadada.
- Acaso puedes probarlo-dijo con una sonrisa maliciosa.
- Me encargare de darte una lección, tramposo.
- Mira como tiemblo, que puede hacer una tonta como tú contra mí.
- No te tengo miedo, nunca me dejaría intimidar por una cara tan fea- dijo Tammy con decisión señalándolo.
- ¿Cara fea?- dijo el chico enfadado.
- Si, un cara de simio como tú debería estar en el zoológico, aunque eso podría traumatizar a los animales, nadie merece ver algo tan feo- dijo mientras en su cabeza relacionaba el rostro del chico con el rostro de un gorila de apariencia tonta.
- ¿Qué dijiste?- una equis enorme estaba en la cabeza de Sansuke- ¡Ya veras lo que te haré, enana insolente!
- Tammy…- dijo Kasumi mirándola preocupada.
- Kasumi, no te preocupes, no me tardare nada derrotando a este gorila, puedes confiar en mi- dijo con una sonrisa.
- Esta bien- Kasumi afirmó con su cabeza y con ayuda de la profesora se retiró de la lona.
Cuando Kasumi se iba Tammy miró hacia el frente y las lágrimas se derramaban por sus ojos, sabía que estaba perdida y que Sansuke la mataría, Tammy miró a Sansuke y vio como de éste, salían llamas rojas y como su figura lucia amenazadora y terrorífica, ¿Qué era lo que iba a hacer?


Zero llegó al lugar de donde habían provenido los ruidos, miró a su alrededor y vio algo que lo sorprendió; Hatoru se encontraba sentado, apoyado sobre una pared, tenia la cabeza agachada y la pared tenia grandes grietas debido al fuerte golpe, Zero se acercó a Hatoru y vio como de la cabeza del chico salía un hilo de sangre, el arma de Hatoru se encontraba a unos pasos.
- Parece que tu amigo no pudo soportar un pequeño saludo- dijo una voz entre las sombras.
Zero se levantó del lado de Hatoru y miró fijamente el lugar de donde provenía la voz.
La figura de Eido Tokuma apareció de repente, vestía un traje negro de cuello alto y su mirada era fría y sin vida, Eido sacó su mano a un lado y la luz de las estrellas iluminó el filo de su espada.
- ¿Qué es lo que haces aquí?-dijo Zero mirándolo fijamente con seriedad.
- Solo estaba esperándote- dijo con una sonrisa en sus labios- quería arreglar un asunto pendiente.
- ¿Quien te ha enviado?
- No es importante, además de que te servirá si morirás pronto.
Eido le lanzó un rápido ataque a Zero, éste lo detuvo con su espada, pero el impacto del golpe lo hizo retroceder.
- “Krytoin”- pensó Zero mirando la espada de Eido.
Eido volvió a atacar casi de inmediato y a una velocidad asombrosa, Zero esquivó el ataque, pero no fue lo suficientemente rápido y la espada de Eido le hizo una herida en el brazo. Zero colocó una rodilla en el suelo y miró a Eido fijamente, aún no entendía de donde había sacado aquel poder.
- No soy el mismo de antes, ahora soy mucho más fuerte y tú eres un simple insecto al cual debo aplastar- dijo con una sonrisa macabra.
Eido corrió hacia Zero con gran velocidad, Zero eludió el ataque, pero una gran abertura se hizo en el suelo en donde había dado el impacto de la espada, Zero se levantó rápidamente y las espadas chocaron, Zero saltó hacia atrás y Eido lo atacó de frente, las espadas brillaban a cada impacto, ambos saltaron hacia atrás y Zero se dirigió saltando ágilmente sobre los muros del edificio a la parte más alta, Eido lo siguió y al llegar a la azotea, Eido le sonrió.
- No creas que te dejare escapar.
Zero lo miró fijamente si perderlo de vista, mientras sus trajes eran movidos por el viento.

Tammy se encontraba en la lona de combate, hacia lo posible para evitar que Sansuke viera que estaba temblando, el pánico se había apoderado de ella y ya se veía masacrada por el enorme chico, aún se preguntaba que estaba pensando cuando le dijo todo eso a Sansuke, Tammy mira a todos lados para ver si encontraba alguna ruta de escape, la entrenadora le gritaba que se esforzara y que solo le diera un golpe y con eso ganaría y que recordara lo que sucedería si no lo hacia, Tammy tragó saliva y se dio cuenta que no tenia otra opción. Se dio la orden de comenzar el combate, Sansuke se movía con pasos amenazadores hacia Tammy, la chica se veía realmente pequeña a su lado.
- Ahora me las vas a pagar- Sansuke le dirigió un ataque con todas sus fuerzas.
- Espera, aún no estoy lista, ¡AHHH!- Tammy saltó a un lado y cayó al suelo, pero había logrado eludir el ataque.
- ¡No te escapara!- Sansuke arrojó otro ataque.
- No, detente…-dijo mientras negaba con sus manos, y eludía milagrosamente otro ataque- yo no quiero morir…soy demasiado joven….- Tammy se encontraba de rodillas en el suelo y las lagrimas salían a presión por los lados de su casco.
Todos los que observaban el combate tenían una gran gota en la cabeza al ver a la chica escapar de un lado a otro.
- Creo que estamos perdidos- dijo la entrenadora golpeando su frente y con cara de resignación.
- Tammy…-dijo Kasumi mientras bajaba la cabeza, con expresión de “sabia que sucedería esto”.
Tammy eludía todos los golpes, más que todo por pura suerte y de formas bastante graciosas.
Al final Tammy llegó a una esquina de la lona y no tenia a donde escapar, miró para todos lados desesperada, pero no había escapatoria, estaba atrapada, miró hacia donde estaba Sansuke con temor. Sansuke respiraba de forma cansada y se dirigía hacia Tammy lentamente.
- Por fin… te atrape- dijo y dirigió su espada hacia Tammy- ahora no escaparas- salió corriendo con toda sus fuerzas.
- ¡NO…!- Tammy lo miró espantada y luego cerró sus ojos volteando su rostro.

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Mensaje por Invitado Lun Mayo 11, 2009 7:41 pm

El silencio invadió todo el lugar, Tammy pensaba que ya debería de estar muerta, pero era algo extraño por que no sentía nada, comenzó a abrir los ojos lentamente, volteó su cabeza y vio que Sansuke se encontraba de pie frente a ella, vio que no se movía, Tammy miró su mano y vio con sorpresa que tenia su espada sujetada y que el mango de ésta se encontraba en la pelvis del enorme chico, Sansuke cayó lentamente hacia atrás con las piernas abiertas, perdiendo el sentido a causa del dolor.
Todos aún no lograban asimilar lo que había ocurrido, pero al ver caer a Sansuke, todos comenzaron a gritar y el árbitro que aún no creía lo que veía le dio la victoria Tammy.
- ¿Gane…?-Tammy estaba aún conmocionada.
- ¿Ganamos?...- la entrenadora no podía creerlo- ¡GANAMOS!-gritó saltando de un lado a otro con felicidad.
- ¿Ganaron?-el entrenador tenia la boca abierta de la sorpresa, aún no se lo podía creer, su peluquín se le cayó de la cabeza.
- Buen trabajo- dijo Kasumi con una sonrisa.
- ¡Gane!-gritó Tammy feliz y luego se tocó todo su cuerpo-y todavía sigo con vida.
Pero cuando todos se dirigían a ella para felicitarla se escuchó una gran explosión y un brillo rojizo se vio por la ventana.
Todos salieron del coliseo y vieron unas llamas a lo lejos.
- Zero…-dijo Tammy mirando las llamas y corrió hacia el lugar de donde procedían.
- ¡Tammy!, ¿A dónde vas?- le preguntó Kasumi.
- ¡Zero se encuentra en problemas!- le dijo hablando entre las voces de la muchedumbre, luego se alejó apresuradamente.

Zero colocó las manos en el suelo, respiraba con dificultad, al parecer el último ataque casi le había costado la vida, Eido se encontraba entre las llamas que se habían expandido por todo el edificio, el ataque de Eido había hecho explotar uno de los generadores del edificio y había rasgado gran parte de las paredes de éste.
- No me digas que ya te cansaste, si apenas estábamos comenzando- dijo sonriendo perversamente.
Lanzó otro ataque y Zero logró eludirlo, pero se encontraba bastante lastimado y no sabia por cuanto más podría resistir.
- Esto comienza a aburrirme, es mejor acabar contigo de una buena vez.
Eido levantó su espada y Zero tomó posición de defensa para recibir el golpe, aunque respiraba con dificulta Zero aún miraba fijamente a su oponente sin perderlo de vista, el fuego de las llamas se reflejaba en sus ojos. Eido lanzó su ataque que hizo que una gran abertura se abriera en el suelo dirigiéndose a Zero, Zero en el último momento saltó y quedando sobre Eido quien lo miró con furia, batió su espada en el aire levantando una corriente de aire que atrajo consigo las llamas que se encontraba a su alrededor, la lanzó contra Eido quien lo miró con una mirada que reunía el asombro, el odio y la locura, Eido desapareció entre las llamas. Zero cayó al suelo quedando de rodillas y casi sin aliento, ya no le quedaban fuerzas y estaba apunto de quedar sin sentido, el lugar en donde había lanzado su ataque se encontraba en llamas y nada podía verse entre ellas, pero de pronto se escuchó un grito y las llamas se disiparon dejando expuesta la figura de Eido, éste estaba rodeado de una energía oscura, su cabello flotaba hacia arriba y su rostro tenia una mueca demente, las venas podían verse en su frente y sus ojos lucían desorbitados y sin vida, miraba a Zero con una ira incalculable.
- ¡IDIOTA!, ¡No puedes destruirme, soy un ser superior, como te atreviste a tocarme!- en el rostro de Eido podía verse una pequeña rajadura- ahora lo pagaras- una sonrisa demente se dibujo en su rostro- morirás de la forma más dolorosa que puedas imaginar.
Zero se levantó con la ayuda de la espada, a duras penas lograba mantenerse de pie, sabia que no tenia la más mínima oportunidad de vencerlo.
- ¡MUERE!- Eido le lazó un fuerte ataque a Zero con su espada.
Zero apenas pudo detenerlo con su espada, pero la espada se quebró con el impacto y lo lanzó lejos contra una pared, Zero quedo inconsciente con el golpe, las llamas se abrían con fuerzas a su alrededor, Eido se acercó lentamente a Zero.
- Ahora muere como la sabandija que eres- dijo con una expresión maniática.
Eido levantó la espada, pero cuando iba a atravesar a Zero, Hatoru apareció y lanzó su báculo contra la espada de Eido.
- ¡DIABLOS!- dijo mirando a Hatoru con sus ojos desorbitados de ira- ¡NO INTERFIERAS INSECTO!
Eido le lanzó un ataque a Hatoru el cual también al estar agotado no pudo eludirlo y voló por los aires y se estrelló violentamente con el suelo, Eido se acercó nuevamente a Zero y empuñó su espada para atravesarlo, pero sucedió algo extraño, su mano comenzó a temblar y dejo caer la espada, Eido retrocedió lentamente y puso sus manos sobre su cabeza.
-¡AHHHH!- gritó con dolor colocándose de rodillas en el suelo.
Eido miró su mano sorprendido y vio que las venas se movían violentamente debajo de su piel, Eido se puso de rodillas cubriendo su cabeza con sus brazos y gritando con dolor.
Zero lentamente fue recuperando el sentido y vio con asombro que Eido estaba en el suelo gritando de dolor; su brazo comenzó a tomar un tamaño descomunal y su piel se volvía escamosa, las venas se movían descontroladamente, en la cabeza de Eido la venas parecían apunto de estallar, era un espectáculo poco agradable.
Zero se levantó con dificultad y se dirigió hacia Hatoru quien también había recuperado el sentido y observaba sorprendido la escena.
- ¿Te encuentras bien?- le dijo Zero ayudándolo a levantar.
- Si, pero…-dijo Hatoru mirando a Eido mientras se apoyaba en el hombro de Zero.
- Parece que su cuerpo no resistió aquel poder- dijo Zero mientras ayudaba a Hatoru a caminar y ambos se retiraban del lugar.
- ¡AHHH!- gritó Eido levantándose, mientras sujetaba su cabeza, su ropa se rasgo y todo su cuerpo comenzaba a adquirir la misma apariencia de su brazo.
El grito cesó de repente, y el sonido de algo que era atravesado sonó en el aire, Zero y Hatoru miraron de inmediato, la sangre comenzó a chocar contra el suelo, el hombre retiró la mano del abdomen de Eido, Eido cayó de rodillas al suelo.
- Parece que hemos fallado de nuevo- dijo el hombre con una sonrisa.
- Eres tú- dijo Zero mirándolo fijamente.
- Nos volvemos a ver, aunque ahora vine a encargarme de un asunto diferente- dijo de forma despreocupada, éste tomó a Eido por el cuello, el cual aún se encontraba agonizando.
- Tu…maldito…me engañaste…- dijo Eido mientras escupía una gran cantidad de sangre.
- Te dije que deberías calmarte un poco, que no era bueno para tu salud- dijo con una sonrisa macabra.
- Kayi…- dijo Hatoru mientras apretaba los dientes con fuerza.
Zero lo miró por un momento y luego miró a Kayi, Hatoru tomó su arma rápidamente y miró con ira a Kayi quien se limito simplemente a sonreírle, Zero tomó su espada la cual tenía la hoja agrietada.
- Es mejor que no busquen enfrentarme, en el estado que se encuentran nunca podrían ganarme, además ya les dije que no los busco a ustedes, solo vine a terminar un asunto pendiente.
Kayi arrojó a Eido hacia el borde del edificio y cuando se encontraba en el aire tomó una de sus espadas cortas y atravesó su pecho, Eido cayó lentamente del edificio.
- ¡MALDITO, NO ESCAPARAS!- le gritó Hatoru con ira lanzándole el báculo.
Pero Kayi lo golpeó con una de sus espadas cortas y éste se agrietó casi en su totalidad, Hatoru miró asombrado con la facilidad con la cual lo había hecho, el báculo cayó al suelo casi destruido.
- Ahora no nos enfrentaremos, no es el momento- dijo mirándolos fríamente- cuando sea el momento de enfrentarnos, yo los buscare- dijo y luego desapareció entre las llamas.

Tammy había llegado al lugar y sus ojos de paralizaron de terror cuando vio la figura de alguien que caía de la parte más alta del edificio en llamas.
- ¡NOOOOO!- gritó desesperada al ver como aquella persona caía temiendo lo peor.
El cuerpo chocó contra el suelo con violencia y una gran mancha roja se expandió por el suelo. Tammy caminaba lentamente hacia el cuerpo y al verlo cayó de rodillas a su lado, éste estaba irreconocible y en muy mal estado, Tammy lloró desesperadamente a su lado, mientras sujetaba su pecho con fuerzas.
Zero salió del edificio aún llevando a Hatoru quien estaba en estado de shock, lo alejó de las llamas y lo dejó apoyado contra una pared, y luego su vista se fijó en Tammy quien lloraba al lado del cadáver de Eido, la miró fijamente por un momento, Tammy se percató de que alguien más se encontraba allí y miró lentamente, vio que Zero estaba allí mirándola, Tammy se levantó y ambos se miraron fijamente por un momento, la luz de las llamas los iluminaban y el traje de Zero era movido por el viento.
- ¡Zero!-gritó con alegría y se dirigió corriendo hacia él y lo abrazó.
- ¿Tammy…?-Zero estaba bastante sorprendido con la inesperada actitud de la chica.
- Pensé…que habías muerto- dijo Tammy con la cabeza sobre su pecho con lágrimas en los ojos.
- No te preocupes, ahora todo está bien-dijo y una leve sonrisa se dibujo en su rostro.

Hatoru miró hacia el cielo fijamente.
- Kayi…- apretó con fuerzas su puño hasta hacerlo sangrar.

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Mensaje por Invitado Lun Mayo 11, 2009 7:43 pm

CAPITULO 12

[/enter]“La decisión de Zero”[/center]

La lluvia caía levemente sobre la tierra, las personas vestidas de luto se encontraban en silencio mientras el sacerdote decía las últimas oraciones, el retrato de Eido Tokuma tenia una cinta negra a su alrededor, una mujer de porte elegante y cabello rubio recogido en un peinado alto, lloraba inconsolablemente sobre el pecho de un hombre de cabello castaño claro y bigote.
Tammy miró la situación en silencio, a su lado se hallaba Kasumi quien también estaba en silencio, Tammy bajó la cabeza y recordó lo ocurrido, y no pudo evitar sentirse mal; recordó lo que había sentido cuando pensó que el que se encontraba en el suelo era Zero, por su mente pasaron todos los Zeed que habían adquirido luego su forma humana y pensó si talvez como Eido tenían una familia o alguien que llorara por ellos, aunque Zero había dicho que el caso de Eido era diferente y que el no era un Zeed, no podía dejar de pensar en ello.

Tammy miraba de forma distraída el cielo.
- Por lo que veo, hoy tampoco vendrá el señor Kimura- dijo el profesor mientras revisaba la lista de asistencia.
Tammy miró el puesto vació de Zero, desde hace algunos días ni Zero ni Hatoru habían asistido a la escuela, las heridas que habían recibido en el ultimo combate había sido de gravedad y todavía no lograban recuperarse. Tammy miró el cielo con tristeza.
- “Estuvieron apunto de morir, si eso hubiera sucedido, si Zero hubiera…yo…”- Tammy cerró los ojos con fuerza.
Kasumi también se encontraba en silencio con la cabeza baja.

La puerta de la casa se abrió.
- ¡Ya llegamos!- Tammy se quitó los zapatos a la entrada de la casa y Kasumi también hizo lo mismo.
Baru llegó al recibidor y maulló dándoles la bienvenida.
- Hola pequeño- dijo Tammy mientras lo tomaba en sus brazos.
- Todo esta muy silencioso- Kasumi miró a su alrededor.
- Tienes razón- dijo Tammy aún con Baru en los brazos.
La casa había cambiado bastante, con la ayuda de Kasumi, la antigua casona había recuperado toda su belleza; el jardín ya no era un nido de maleza y el pequeño lago artificial tenia agua nuevamente, las paredes y los pisos estaban arreglados y el agua circulaba por las cañerías, hasta el servicio de luz había sido restablecido.
- Es mejor que vaya a ver que están haciendo esos dos- el pequeño Baru saltó de las manos de Tammy y la siguió.
- Esta bien, yo iré a preparar algo de comer- Kasumi se dirigió a la cocina.
Tammy fue a la habitación de Hatoru y corrió la puerta, Hatoru se encontraba recostado en el futon con la mirada perdida, tenía una venda en su cabeza y otra en el brazo.
- No puedo creer que aún estés en la cama, te ves bastante mal- dijo Tammy en tono de burla-es mejor que te levantes y hagas algo útil- Hatoru ni siquiera se molestó, no le prestó atención, parecía pensativo con algo, una gran gota se formó en su cabeza.
Desde que había sucedido lo del combate, Hatoru se encontraba en ese estado, no comía, ni hablaba mucho, se pasaba los días con la mirada perdida.
- Esta bien, haz lo que quieras, no me preocupare más por ti- dijo Tammy como si no le importara y luego salió de la habitación.
Tammy se recostó sobre la pared a fuera de la habitación y miró el cielo, Zero no había dicho mucho sobre lo que había ocurrido en aquel combate, pero al ver la actitud de Hatoru suponía que debía de ser algo terrible.
- Y… ¿Cómo se encuentra?-le preguntó Kasumi quien traía una bandeja con algunos bocadillos.
- Igual, aún continúa sin hablar.
- Entiendo- dijo Kasumi con tristeza- hace poco le lleve algo de comer a Zero, pero el tampoco dijo mucho.
- Eso no es extraño en Zero- dijo Tammy cruzando sus brazos y volteando su rostro.
- Lo se, pero me dio la impresión de que estaba preocupado por algo.
- ¿Preocupado?- la miró sin entender.

Zero se encontraba en su lugar de siempre, miraba el cielo fijamente, la espada se hallaba a unos metros guardada en su funda, Zero recordó la batalla y en como habían sucedido las cosas.
- “Ese chico no era un Zeed, pero tenia un poder incomparable, además ese sujeto Kayi…- Zero recordó como Kayi había asesinado sin piedad a Eido y luego había dañado el báculo de Hatoru- que es lo que pretende, por que dijo que había fallado, además…”- a la mente de Zero vino el rostro de furia de Hatoru, Zero continuo mirando el cielo.
Tammy lo observaba desde las escaleras.
- Zero…-dijo en voz baja, el pequeño minino maulló a forma de explicación y Tammy puso su dedo en la boca- silencio, no queremos molestarlo, creo que desea estar solo- dijo en un tono bajo para que Zero no la escucha y tomó a Baru delicadamente, mirando a Zero por ultima vez bajó las escaleras.

Kayi caminaba por un enorme corredor de forma despreocupada, abrió la puerta del gran estudio y entró.
Una persona se encontraba en la ventana mirando al exterior.
- ¿Y que sucedió con la prueba?-dijo el hombre sin mirarlo.
- Fue un fracaso, el sujeto no resistió- dijo sin darle importancia.
- Eso quiere decir que aún estamos muy lejos de nuestro objetivo.
- Así parece-dijo Kayi mientras encendía un cigarrillo.
- ¿Y el otro sujeto?
- Como pensábamos, es bastante fuerte-dijo con una sonrisa.
- Aún no ha descubierto su verdadero poder, pero es cuestión de tiempo-dijo mientras en su rostro se dibujaba una sonrisa.
- Estaré ansioso esperando el momento-Kayi también sonrió maliciosamente.


Tammy se movía de un lado a otro en su cama, no podía dormir, todo lo ocurrido le impedía conciliar el sueño, Tammy recordó la expresión de Hatoru y también la de Zero, ambos estaban consternados, deseaba saber que había sucedido, se sentía impotente al no poder hacer nada, Tammy se recogió en la cama, quería ayudar aunque no fuera mucho lo que pudiera hacer, además no quería volver a sentir aquello que había sentido esa noche, no quería...

Zero caminó hacia la habitación de Hatoru y abrió la puerta, Hatoru se encontraba sentado en una esquina, al lado de la ventana, vestía una yukata blanca y miraba perdidamente el cielo, Zero se apoyó en la pared y también miró el cielo, ambos estuvieron en silencio por un buen rato.
- No se lo que sucedió en ese lugar y no me importa-dijo Zero bajando la cabeza.
Hatoru continúo mirando el cielo sin prestarle atención.
- Debes recuperarte pronto y continuar con la misión, recuerda que por encima de todo eres un cazador.
Hatoru lo miró sorprendido y Zero se marchó de la habitación dejando a Hatoru quien volvió a mirar el cielo.
- ¿Mi misión?...

Tammy se encontraba frente a un gran tazón de sopa, movía su contenido de un lado a otro de forma pensativa, siempre que tenía un problema o se sentía confundida iba al restaurante del señor Tanaka, un plato de sopa siempre la animaba, pero esta vez no tenía tanto apetito.
- ¿Te sucede algo malo?- dijo un hombre de cabello castaño, ojos oscuros, de unos veintidós años.
- ¿Por qué lo dices?-dijo Tammy sonriendo fingidamente para disimulara.
- Usualmente estarías comiendo tu cuarto tazón de sopa y aún no empiezas el primero-dijo el apuesto hombre con una sonrisa.
Tammy bajó la cabeza y volvió a ver el contenido de su taza.
- Puedes confiar en mi, te prometo que no diré nada- el hombre le picó un ojo mientras sonreía.
- Me prometes que no dirás nada- lo miró Tammy fijamente.
- Lo prometo.
- Bueno, sucede que tengo una amiga que tiene un amigo que siempre esta haciendo cosas peligrosas y hace poco ese amigo casi muere y mi amiga esta muy preocupada y no sabe que hacer para evitar que a su amigo le suceda algo malo.
- Pues yo pienso que tu amiga debería decirle como se siente, así tal vez su amigo entendería que lo que hace la hace sufrir y tendría más cuidado.
Los ojos de Tammy se iluminaron, él tenía razón, tenia que decirle lo que sentía, tenia que hablar con Zero.
- ¡Gracias Aoi!, eres el mejor- Tammy lo abrazó y salió corriendo del lugar.
- Esta bien pero… ¿Quién pagara la cuenta?- dijo con rostro consternado.

Zero se encontraba de pie en el ático de la casa, abrió su mano y el rastreador estaba en ella flotando.
- Abrir fase de comunicación ínter temporal-dijo mirando fijamente el aparato.
En la pequeña pantalla del aparato comenzaron aparecer una serie de signos y de pronto, apareció un cuadro flotando en el aire, de un color negro y con una línea en el medio, ésta comenzó a moverse.
- ¿se presentaron problemas?- dijo una voz de hombre un poco difusa.
- Así es, las armas que teníamos fueron casi destruidas- dijo Zero con su tono de siempre.
- Todavía no podemos enviarles otras, tendrán que esperar unos días a de que se recargue el sistema, deben mantenerse alejados por el momento.
- Lo entiendo- dijo Zero bajando la cabeza- deseo saber algo más, pueden enviarme un informe molecular sobre este tejido- Zero tenia en su otra mano un pequeño frasco con un pedazo de tela adentro, esté se iluminó y desapareció.
- Si, pero los resultados se demoraran un poco, los contactaremos cuando todo este listo, fuera- la pantalla se apagó y desapareció.
- Unos días…-Zero miró su espada y luego miró el cielo de forma pensativa.
Unos pasos se escucharon por las escaleras, Zero volvió su vista a las escaleras y vio que Kasumi quien subía llevando un plato en su mano con algo de comer.
- Pensé que tenías hambre- dijo Kasumi con una sonrisa.

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Mensaje por Invitado Lun Mayo 11, 2009 7:43 pm

Zero y Kasumi se encontraban sentados en el suelo, Zero tomó uno de los emparedados y comenzó a comer sin decir nada, Kasumi se hallaba a su lado mirando el suelo en silencio.
- Zero…-dijo mirándolo- se encuentran en problemas, ¿No es cierto?
Zero dejó de comer y alejó el plato de su lado.
- Cuando Tammy dijo ese día que algo malo había ocurrido, me preocupe mucho y no sabia que hacer, así como Tammy, yo quería correr e ir a ayudarlos, pero no pude hacer nada- una lagrima se deslizó por su mejilla.
Zero la miró fijamente y después colocó su brazo en su rodilla y miró al frente.
- No pienses que no has hecho nada- dijo sin mirarla.
Kasumi lo miró sorprendida.
- Has sido de gran ayuda y te lo agradezco- Zero se levantó, tomó la espada y bajó por las escaleras- gracias por la comida- dijo antes de desaparecer de la vista de Kasumi.
Kasumi sonrió dulcemente.
- No fue nada- dijo y su vista se fijó en el cielo.

La tarde comenzaba a caer y Zero se encontraba en el jardín, tenía la espada en sus manos, lentamente la desenfundo y ésta brilló con la luz del atardecer; podía apreciarse la hoja resquebrajada, las grande grietas relucían a lo largo de la espada, Zero la guardó de nuevo, no sabia lo que sucedería si algún Zeed llegaba a aparecer, pero tenia que intentarlo.
Tammy abrió la puerta y se quitó los zapatos.
- Hola, ¿Hay alguien en casa?
El lugar se hallaba silencioso y ni siquiera Baru había aparecido para saludarla, Tammy recorrió toda la casa, subió al ático para ver si Zero se encontraba allí, pero éste se encontraba vació.
- Que extraño-dijo bajando las escaleras preocupada.
Algo llamó su atención; Baru se encontraba sentado en el corredor mirando con atención el exterior.
- ¿Qué es lo que te sucede?-dijo de forma delicada, acariciando la cabeza del pequeño minino.
El minino le maulló como dándole la bienvenida y continuo mirando al frente, Tammy hizo lo mismo y vio con sorpresa que Zero se encontraba ahí; Zero se hallaba haciendo movimientos lentos con la espada, parecía estar muy concentrado en ello, luego sus movimientos se hicieron más rápidos, Tammy lo miraba con detenimiento, nunca lo había visto así, por lo que podía sentir, Zero estaba bastante preocupado y su forma de librarse de la tensión era esa, Tammy lo miraba en silencio, no quería que Zero se enterara de su presencia, además lo único que quería en ese momento era mirarlo, estar a su lado.
Zero se detuvo de pronto y miró a un lado con su mirada fría.
- ¿Qué sucede?- dijo Tammy levantándose y mirándolo preocupada.
Zero abrió su mano y en su interior brilló el pequeño rastreador.
- Un Zeed…-dijo cerrando la mano con fuerza.
- ¿Un Zeed?...pero…-Tammy lo miró preocupada.
Éste se alejo caminando y paso al lado de Tammy sin mirarla, Zero se dirigió al ático. Tammy se quedó en silencio por un momento, luego Zero bajó con su traje de combate, tomó la funda, guardó la espada y se la colocó en la espalda, se disponía marcharse cuando la voz de Tammy lo detuvo.
- ¡Espera!, no puedes ir, aún estás herido y tu espada…-Tammy mira la espada en la espalda de Zero.
- Debo hacerlo- dijo sin mirarla.
- Por favor no vayas…-Tammy bajó la cabeza y las lagrimas recorrían sus mejillas- ¡No quiero que te suceda nada!
Zero se acercó a Tammy, la tomó por los hombros y la miró fijamente, Tammy también lo miro aún con lágrimas en sus ojos, sorprendida por su actitud.
- Te prometo que regresare- dijo, luego se alejó y abrió la puerta.
Kasumi quien acababa de llegar lo miró irse y después miró a Tammy sin entender y al ver el rostro de su amiga, la bolsa que tenía en las manos se le cayó al suelo y se sentó apoyada en la pared tratando de contener el llanto.
- Confiare en tu promesa- Tammy sonrió mientras las lagrimas salían de sus ojos.

Zero llegó a lo que parecía ser un parque de diversiones, el rastreador lo había llevado hasta aquel lugar, Zero abrió su mano y vio como el rastreador brillaba con gran intensidad, miró hacia el frente y algo llamó su atención, su mirada seria se fijó en un punto entre los puestos de comida, el sonido de algo que arrastraba se escuchó en la noche, la criatura de cuerpo escamoso y cola larga, dientes y uñas filosas apareció frente a Zero y emitió un grave gruñido, Zero continuo mirándola sin retroceder.

Hatoru quien sabía que Zero se había marchado a enfrentar al Zeed con su espada dañada, miró el cielo fijamente, con su mirada nostálgica.

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Mensaje por Invitado Lun Mayo 11, 2009 7:46 pm

CAPITULO 13
“Los recuerdos de Hatoru”


Zero luchaba de forma desesperada, más que todo intentaba eludir los ataques que le lanzaba la criatura, lo cual era bastante difícil ya que ésta no solo utilizaba sus garras sino también su cola. Cuando esquivó un ataque frontal, lo tomó por sorpresa un ataque posterior que el Zeed había realizado con su cola, el impacto lo envío contra la estructura de metal de la montaña rusa lastimándolo gravemente.

Hatoru miraba el cielo de forma triste, no sabia que pensar sobre lo que había ocurrido; había pensado que jamás lo vería de nuevo, pero de alguna manera se había convertido en cazador para encontrarlo, Hatoru miró el báculo semidestruido que estaba en su mano y luego miró el cielo, al parecer todavía seguía siendo demasiado débil para vencerlo y tomar venganza, Hatoru recordó lo que había sucedido y una sonrisa triste se dibujo en su rostro.

Hacia un día soleado sobre la colonia, la gente caminaba de un lado a otro sobre las calles de uno de los pocos refugios humanos que se encontraba fuera del poderío de la corporación. Era una ciudad pequeña, con lo exclusivamente necesario, los edificios no eran de gran tamaño y en su totalidad estaban construidos de un material que parecía ser metal, sus formas eran variadas, pero todas estaban algo ovaladas. Un pequeño salió corriendo de una de las estructuras, al parecer no tenía más de siete años, el pequeño corría sosteniendo algo en sus manos.
- ¡DETENTE AHÍ PEQUEÑO RUFIAN!-gritó un hombre regordete y con delantal.
- ¡No me detendré!-dijo mientras corría con todas sus fuerzas.
- ¡NIÑO MALCRIADO, YA ME LAS PAGARAS!-dijo el hombre enseñándole el puño.
- “No podrá detenerme…”-pero de pronto el niño chocó contra alguien, y cuando miró con quien había chocado se quedo paralizado y los paquetes que había robado de la tienda se le cayeron de las manos.
El hombre de cabello verde oscuro y ojos dorados se agachó y tomó los paquetes, y sin decir nada se dirigió hacia el hombre y se los entregó.
- Creo que esto le pertenece- dijo seriamente- lo lamento.
- Como no se perdió nada no lo denunciare con la guardia, pero la próxima vez que ocurra, haré que lo manden a un campo de detención, le recomiendo que cuide más a su hijo, es una verdadera amenaza-dijo el hombre bastante molesto mientras agitaba su mano amenazadoramente.
- Le prometo que no volverá a ocurrir.
- Eso espero-el hombre se alejó aún refunfuñando.
- Papa…yo…-dijo el pequeño con la cabeza baja.
El hombre pasó a su lado.
- Sígueme-dijo sin mirarlo.
El pequeño no dijo nada más y lo siguió en silencio, el hombre lo guío a las afueras del poblado, hacia una elevación de tierra desde donde se podía ver las grandes montañas desérticas y los extensos campos de arena.
- Éste lugar no siempre fue un desierto- el hombre miraba fijamente el lugar- alguna vez éste fue un hermoso valle con árboles y ríos que corrían por todo el lugar-dijo con una sonrisa nostálgica.
El niño lo miró sin entender, el hombre puso una rodilla en el suelo, sujetó los hombros de su hijo y lo miró fijamente.
- Sin importar la razón, nunca debes tomar lo que no te pertenece.
- Pero…-dijo el pequeño intentando explicar sus razones.
- Siempre haz lo que creas correcto-dijo el hombre levantándose y mirando al frente fijamente- sin importar lo que pueda costarte, por que de esa manera sabrás que no te engañas a ti mismo.
El pequeño lo miró fijamente y luego miró el desierto en silencio.

- ¿Por qué no lo trajiste?-dijo un chico mientras le propinaba un golpe en la mejilla.
- Por que no es correcto-dijo el niño desde el suelo, tocando su mejilla la cual se encontraba roja a causa del golpe.
- Eres estúpido y cobarde como tu padre, ¿O me equivoco Hatoru?-dijo el chico en forma de burla mientras los otros chicos se reían.
- ¡Mi padre no es ningún cobarde!-gritó el niño mientras las lagrimas salían por sus ojos.
- No te atrevas a levantarme la voz, maldito fenómeno-dijo mientras lo levantaba del cuello y le propinaba otro golpe- tú y tu familia deberían irse lejos de aquí, no se dan cuenta que no queremos a los de su clase por este lugar, así que mientras permanezcas aquí tendrás que obedecerme, ¿Te quedo claro?
- No lo haré-dijo Hatoru volteando el rostro.
- Está bien, entonces te enseñare a obedecer.
El chico levantó a Hatoru del cuello para darle otro golpe, pero una voz lo detuvo.
- Es mejor que no hagas eso- dijo un hombre de cabellera blanca y ojos azules con una sonrisa gentil.
- No es asunto suyo-dijo el chico ignorándolo.
Cuando le iba a dar el golpe, el hombre le detuvo la mano.
- Te dije que era mejor que no lo hicieras.
El hombre le apretó la muñeca y un crujido se escuchó, el chico cayó al suelo, sujetando su brazo y observando su mano la cual se hallaba en un ángulo extraño. Los otros chicos levantaron a su compañero y se alejaron.
- ¡Mi padre se enterara de esto!-dijo el chico mientras se alejaba.
El pequeño Hatoru observó la situación aún sorprendido.
- ¿Te encuentras bien, pequeño?-dijo el hombre con una sonrisa levantándolo del suelo.
- Si-dijo el pequeño un poco apenado-le agradezco que me haya salvado-Hatoru hizo una reverencia de forma respetuosa.
- No fue nada-dijo el hombre con una sonrisa, éste se puso a la altura del pequeño y miró su rostro fijamente- veo que te lastimaron un poco- el hombre observó la mejilla de Hatoru.
- No fue nada- dijo el pequeño mientras se sonrojaba.
- Veo que eres un niño muy fuerte.
- No soy fuerte, esos chicos siempre me molesta y nunca puedo enfrentarlos, pero usted si es muy fuerte- dijo el niño emocionado.
- Solo un poco- dijo el hombre con una sonrisa.
- Yo quiero ser tan fuerte como usted- dijo Hatoru con admiración.
- Puedes serlo si te lo propones- el hombre se levantó y tomó la bolsa que estaba en el suelo- cual es tu nombre pequeño.
- Mi nombre es Hatoru.
- Es un placer conocerte pequeño Hatoru, mi nombre es Kayi, es mejor que me vaya- dijo mientras miraba al noroeste- nos veremos luego.

La noche había caído y una pequeña casa estaba iluminada a las afueras de la ciudad.
- Por favor, deja de moverte- dijo una hermosa mujer de cabello claro que intentaba curar la mejilla de Hatoru.
- ¡Mama, fue increíble!, con una mano hizo que ese chico se fuera.
- Me alegra que nada malo te hubiera pasado- dijo con una dulce sonrisa-pero prométeme que te alejaras de esos chicos.
- Lo prometo-dijo el niño con una sonrisa.
- Papa, puedo traer a mi amigo a casa-dijo el pequeño con anhelo.
- Está bien, tal vez pueda darle las gracias-dijo con una sonrisa.
- ¡Que bien!, iré a buscarlo-dijo Hatoru mientras corría hacia la puerta.
- Detente ahí-dijo su madre con las manos en la cintura- tu no iras a ningún lado, es muy tarde y ya es hora que los niños como tú se vayan a la cama.
- Pero mama…-dijo el pequeño decepcionado.
- Sin ningún pero, anda vete a dormir, o quieres que me enoje.
- Está bien-dijo el niño mientras arrastraba sus pies.
Cuando se cerró la puerta, la madre del pequeño sonrío y se dirigió a su esposo.
- Nuestro hijo es un buen niño- dijo con una sonrisa.
- Lo se.
- Te veo preocupado, ¿Te sucede algo?
- Es solo que ese hombre…
- No creo que sea malo si ayudó a Hatoru.
- Si, debe ser así-dijo con una sonrisa.

Hatoru caminaba por todo el poblado, buscando al extraño, pero no parecía estar por el lugar, el pequeño tenía miedo de que ya se hubiera ido de la colonia.
- Señor, ha visto a un hombre así de grande- dijo Hatoru mientras le enseñaba con sus brazos- y de cabello blanco que llegó al pueblo ayer.
- Un hombre de cabello blanco…-el anciano pensó por un momento- a si, creo que lo vi a las afueras, cerca de los peñascos.
- Muchas gracias-dijo el pequeño mientras corría en la dirección que le había dado el anciano.

Un hombre descansaba bajo la sombra de una gran roca.
- ¡Señor Kayi!, ¡Señor Kayi!-le gritó el pequeño que se acercaba al lugar.
Kayi se levantó y lo miró mientras sonreía.
- Esperaba verte de nuevo.
- Señor Kayi, le he traído esto-el pequeño le dio un pequeño pañuelo con algunos pasteles-mi madre los hizo para usted.
- Te lo agradezco mucho-dijo con una sonrisa.
El pequeño se sonrojo de inmediato.
- ¿Puede venir a mi casa y quedarse allí?-dijo el pequeño con tono anhelante.
- Me gustaría mucho, pero ahora tengo algo que hacer-le dijo de forma amable.
- Lo entiendo-dijo el niño con tristeza.
- Pero te prometo que cuando termine con lo que vine hacer, iré a tu casa.
- Está bien-dijo el pequeño con alegría.

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Mensaje por Invitado Lun Mayo 11, 2009 7:46 pm

Los días pasaban y Kayi aún continuaba en el poblado, Hatoru iba todos los días y le llevaba algo de comer, una mañana cuando Hatoru iba a llevarle la comida vio como Kayi practicaba unos movimientos con su espada corta, Hatoru se escondió para no interrumpirlo; Kayi se encontraba de pie y sin camisa, tenia los ojos cerrados y la espada corta delante de sí, parecía concentrado, esperando el momento apropiado, cuando de pronto, ¡sash…!, la enorme roca que tenia delante de él comenzó a moverse a un lado y cayó partida en dos.
- ¡Eso fue increíble!-dijo el pequeño emocionado.
- Parece que estabas aquí- dijo Kayi con una sonrisa y sentándose en el suelo.
- Lo lamento…-dijo el pequeño bajando la cabeza.
- No tiene importancia-dijo sonriéndole.
- Pero… ¿Cómo hizo para partir esa roca?- el pequeño estaba realmente asombrado.
- No fue nada difícil, hasta tu podrías hacerlo.
- ¿Yo?, pero…soy muy débil-dijo el pequeño con tristeza.
- Yo no pienso eso, además estoy seguro que si te esfuerzas pronto serás muy fuerte, o acaso ¿No quieres ser más fuerte?
- ¡Si!, yo quiero ser fuerte, así como usted, señor Kayi- dijo el niño con decisión.
- Está bien, que te parece si desde mañana comenzamos con tu entrenamiento- dijo con una sonrisa.
- Lo dice en serio-dijo el pequeño con los ojos iluminados.
- Yo nunca miento- una sonrisa extraña se dibujó en su rostro.

Desde esa mañana Hatoru todos los días entrenaba junto con Kayi, haciendo lo mejor que podía, Kayi le enseñaba la forma de cómo manejar el báculo y utilizarlo como arma de combate, aunque los entrenamientos eran pesados, Hatoru no desistía y se esforzaba al máximo, por que deseaba con todas sus fuerzas ser como Kayi.

La puerta de la pequeña casa sonó, <<Toc, Toc, Toc>>.
- Espere un momento- la madre de Hatoru abrió la puerta- ¿En que puedo servirle?
Un hombre sonrió.

Hatoru se encontraba en las montañas cercanas, practicaba arduamente la técnica que le había enseñado Kayi, se encontraba cansado y lastimado, pero no pensaba rendirse hasta poder perfeccionarla. Lanzó el báculo de nuevo y éste nuevamente se devolvió hacia el propinándole un fuerte golpe, la tarde comenzaba a caer y Hatoru se prepuso a si mismo que no se movería de allí hasta no lograrlo, se levantó del suelo y nuevamente lanzó el báculo con todas sus fuerzas.

El padre de Hatoru movió la manija de la puerta, se encontraba preocupado por que no había recibido noticias de las afueras, desde que había partido su amigo hacia los cuarteles no había vuelto a saber de él, el padre de Hatoru recordó lo que había conversado con su amigo ese día.

- Debes ir conmigo, si la situación continua así pronto seremos derrotados- dijo un hombre de cabello azulado y ojos marrones.
- Lo lamento- dijo el padre de Hatoru a su amigo, mientras miraba por la ventana- pero no puedo ir contigo- el padre de Hatoru miró al hombre- las cosas han cambiado mucho desde la ultima vez que nos vimos- el hombre bajó la cabeza y una sonrisa se dibujo en su rostro- las batallas quedaron atrás para mí y realmente no deseo volver a pelear, ahora tengo a una familia y lo único que quiero es protegerla.
- Lo entiendo- dijo el hombre con una sonrisa- esta bien no insistiré más- el hombre se dirigió a la puerta.
- Garo- el padre de Hatoru se acercó al hombre y le entregó una cadena con un medallón- quiero que le entregues esto a Kamuri, dile que lamento no entregárselo personalmente.
- Se lo diré- el hombre abrió la puerta y antes de salir se detuvo y habló sin mirar a su amigo- me alegra que por fin encontraras la tranquilidad que tanto buscabas, te envidio por eso- dijo el hombre sonriéndole.

El padre de Hatoru regresó al presente, habían pasado tres días desde que había partido y no se había comunicado con él, no sabía lo que había sucedido, pero tenia un mal presentimiento, giró la manija y pudo escuchar dos voces en el interior de la casa.
- Le agradezco todo lo que ha hecho por mi hijo- dijo la madre de Hatoru mientras miraba a la persona que se encontraba en el sillón- sabe, él lo admira mucho, todas las noche me cuenta todo lo que hacen.
- Me alegra ser de ayuda.
El padre de Hatoru ingresó a la casa, intrigado por la persona con la cual hablaba su esposa.
- Por fin regresaste- dijo la madre de Hatoru con una sonrisa- quiero que conozcas al señor Kayi, él es amigo del que habla tanto Hatoru.
- ¿Kayi?-el padre de Hatoru miró con curiosidad el sillón.
Kayi se levantó lentamente y lo miró con una sonrisa.
El padre de Hatoru se quedo pasmado al ver a Kayi, en especial por la cadena que tenia en el cuello.
- Por fin nos conocemos- dijo con una sonrisa un poco torcida.
- ¿Acaso ya se habían visto antes?-dijo la madre de Hatoru sin entender lo que ocurría.
- Misao…aléjate de él-dijo mientras miraba fríamente a Kayi.
- ¿Sucede algo malo?-la madre de Hatoru estaba realmente confundida, pero al ver la expresión de Kayi retrocedió asustada.
- Tenía muchas ganas de conocerte- dijo con una expresión macabra.

Hatoru corría en dirección a su casa, aunque se había hecho de noche y sabia que su madre lo regañaría, estaba muy feliz por que había logrado realizar la técnica y sabía que el señor Kayi se sentiría muy orgulloso de él, pero al llegar cerca al poblado, su mirada se perdió en las llamas que inundaban cada rincón de éste.
- ¡Mama, papa!- el pequeño salió corriendo con desesperación en dirección a su casa, esperando encontrar a sus padres a salvo.
Al llegar a su casa vio que esta también se encontraba en llamas, su madre se hallaba en un extremo acostada en el suelo, se hallaba rodeada por las llamas.
- ¡MAMA!- gritó el pequeño he intentó acercarse, pero era imposible, las llamas se lo impedían.
- Ha…to…ru…-dijo su madre agonizando con una sonrisa y luego las llamas se levantaron con fuerza y el pequeño no pudo verla más.
- ¡MAMA, MAMA!-las lagrimas salían de sus ojos con desesperación.
Las sombras de dos hombres se reflejaban entre las llamas no muy lejos de allí, Hatoru las miró y se acercó un poco al lugar.
- ¡Señor Kayi!-dijo con alegría al ver a su mentor, pero después su sonrisa se apagó al ver a la persona con la cual combatía- papa…
Hatoru no entendía porque su padre se estaba enfrentando con el señor Kayi, pero luego de un momento lo entendió a la perfección.
El padre de Hatoru respiraba con dificultad, su mirada fría se fijaba en el joven que sonreía acercándose a él con dos espadas pequeñas. El padre de Hatoru empuñó su arma y se lanzó al ataque; los dos luchaban con gran habilidad, pero cuando el padre de Hatoru lanzó un ataque buscando atravesar el pecho de Kayi, éste sonrió, lo eludió rápidamente y en un rápido ataque hizo que el arma de su oponente se le cayera de las manos y al mismo tiempo lo atravesó en un costado con una de sus espadas, el padre de Hatoru cayó de rodillas al suelo, sosteniendo su costado, Hatoru miraba petrificado la escena.
- ¿Por que lo haces?-dijo el padre de Hatoru mientras respiraba con dificultad- si tú también eres un Wouk como yo.
- Por que…-Kayi tomó al padre de Hatoru por el cabello y jaló su cabeza hacia atrás con fuerzas- quería un poco de diversión- dijo con una sonrisa y luego atravesó con una de sus espadas el cuello del hombre.
- ¡PAPA!- Hatoru vio como su padre caía lentamente al suelo.
Con su mirada llena de odio tomó su báculo y lo arrojó con todas sus fuerzas hacia donde estaba Kayi.
- ¡MALDITO!- le gritó con ira.
Kayi sonrió y sin el menor esfuerzo detuvo el ataque de Hatoru y se lo envió de vuelta con más fuerzas, el pequeño recibió el golpe de su propio báculo y cayó al suelo.
- Nunca pensé que lo lograrías tan rápido, pero aún no eres lo suficientemente fuerte para enfrentarme- dijo mientras sonreía y su figura se perdió en las llamas que ardían con fuerzas en las ruinas de lo que alguna vez fue un lugar pacifico.
- Señor…Kayi…-dijo con lágrimas en los ojos antes de desmayarse.

- Así como en aquella ocasión no pude hacer nada, no pude vencerlo.
Hatoru bajó la cabeza y golpeó el suelo con fuerzas.
- Aún soy demasiado débil, demasiado insignificante- Hatoru apretaba sus dientes con ira- no puedo hacer nada…
Hatoru recordó las palabras de Zero:
- “Debes recuperarte pronto y continuar con la misión, recuerda que por encima de todo eres un cazador…”
- Un cazador…
A su mente vino el recuerdo de su primer encuentro con Zero.

- Es el único sobreviviente de la colonia S- 20- se escuchó la voz de un hombre quien parecía observar a un pequeño que se encontraba en una de las esquinas de una habitación totalmente blanca, el pequeño tenia la cabeza entre las piernas y tenia la mirada perdida- desde que lo encontraron no ha pronunciado ni una sola palabra, parece que el choque emocional fue demasiado fuerte.
- Papa…mama…-dijo Hatoru en un sonido casi imperceptible.

La puerta de su habitación estaba un poco abierta y el sonido de algo que pasó le llamó la atención, Hatoru se levantó del suelo y se acercó a la puerta, vio como algunas enfermeras se alejaban con una camilla.
- Parece que se encuentra muy mal- dijo una de las enfermeras y luego se introdujeron a la habitación al final del corredor.
Hatoru tenia curiosidad y salió de su habitación por primera vez, caminó con cuidado por el corredor y abrió la puerta lentamente, las enfermeras se encontraban alrededor de una de las camas del pabellón de urgencias.
- Su estado es muy delicado, además de las múltiples heridas, su cuerpo sufre un alto grado de deshidratación, el medico no le da muchas esperanza- dijo la voz de una de las enfermeras.
- Es algo muy triste ya que solo es un niño.
Hatoru se introdujo un poco más y vio que un niño de su misma edad, de cabello negro azulado se encontraba en la cama, con una mascara para respirar y suero en uno de sus brazos.

Todos los días Hatoru iba a la habitación de aquel niño para ver como seguía, no sabía por qué, pero aquel niño le llamaba la atención. Una noche se quedo dormido al lado de la cama del otro niño y al despertarse vio que este tenía los ojos abiertos y miraba el techo del lugar, Hatoru lo miró fijamente y cuando el niño le devolvió la mirada y Hatoru se encontró frente aquellos penetrantes ojos violeta, salió corriendo del lugar.
La recuperación del niño iba cada vez mejor, los doctores se encontraban sorprendidos con lo ocurrido, Hatoru se acercaba siempre a la habitación y se quedaba mirando al extraño niño, éste al igual que Hatoru no decía ni una sola palabra y Hatoru sentía que aunque no le hablara él podía entenderlo perfectamente.
Una noche cuando se hallaba dormido a unos pasos de la cama del extraño niño, escuchó una fuerte explosión, al parecer el refugio donde se encontraban estaba siendo atacado, Hatoru se sentía muy asustado, cubrió su cabeza con sus brazos y temblaba ante las explosiones. Uno de los proyectiles dio muy cerca del lugar y una de las lámparas se despegó del techo, Hatoru miró petrificado lo que ocurría, pero en el ultimo momento el niño extraño lo empujó, haciendo que Hatoru se golpeara contra la pared, las explosiones cesaron y Hatoru observó a su alrededor; el niño se encontraba bajo la lámpara y por su frente corría un hilo de sangre.
Los días de recuperación fueron largos y Hatoru no se movía del lado del extraño niño, una mañana el niño abrió los ojos y Hatoru se emocionó bastante.
- Por fin despertarse- dijo con su antigua alegría.
El niño lo miró fijamente.
- Mi nombre es Hatoru, ¿Cómo te llamas?
- Zero- dijo el pequeño con seriedad- mi nombre es Zero.
- Mucho gusto Zero- dijo con una sonrisa.
Zero lo miró fijamente sin entender la actitud del otro niño.

Los ojos de Hatoru se abrieron con sorpresa.
- Zero salvo mi vida en aquella ocasión, además yo prometí que siempre lo ayudaría- Hatoru recordó que Zero había ido a enfrentar al Zeed el solo con su arma dañada- pero…-Hatoru bajó su cabeza apretando sus ojos con fuerza.
De pronto las palabras de su padre vinieron a su mente:
- “Siempre haz lo que creas correcto- la sonrisa de su padre apareció en su mente - sin importar lo que pueda costarte, por que de esa manera sabrás que no te engañas a ti mismo”.
Por primera vez, Hatoru había entendido lo que su padre le había querido decir, Hatoru tomó su báculo.

Zero se encontraba mal herido, en su pecho tenia tres profundas heridas a causa de las garras de la criatura, tenía la espada en las manos, pero no le había servido de mucho, respiraba con dificultad, ya que aún no se había recuperado del todo del último combate. El Zeed lo miró amenazadoramente y movió a un lado su larga cola. Zero empuñó nuevamente su espada, estaba decidido a acabar con ese combate aunque eso significara morir en el intento.
Una extraña energía comenzó a rodear al Zeed, éste profirió un grave rugido y la energía de su cuerpo se dirigió hacia Zero quien no podía hacer nada para evitarlo, pero de pronto alguien apareció de las sombras y le propino una patada en la cabeza al Zeed, lo cual hizo que el rayo se desviara un poco de su objetivo, Zero cubrió su rostro con su brazo y la energía chocó casi rozándolo, Zero miro fijamente a la persona que le había ayudado.
- ¡Zero…!-Hatoru se encontraba cayendo en el aire y antes de llegar al suelo lanzó su báculo.
El báculo se ilumino con una luz rojiza y luego de golpear fuertemente al Zeed se deshizo en pedazos a causa del impacto, la criatura volvió su vista hacia su atacante y en ese momento Zero se acercó rápidamente y clavó su espada en la enorme cabeza del Zeed, la espada se partió en dos pedazos y el Zeed dio un alarido, después cayó al suelo volviendo a su forma humana, Zero se acercó a la semilla y la tomó, el brillo de la semilla parpadeo un poco y luego desapareció en el aire.
- Bueno, nuevamente te he salvado la vida- dijo Hatoru con su actitud de siempre.
Zero guardó silencio por un momento.
- Esperaba que vinieras- dijo sin mirarlo.
Hatoru se quedo un poco sorprendido, pero luego sonrió.
- Vaya, con que por fin me tienes un poco más de confianza, ahora solo falta que reconozcas que soy más que indispensable y quedare satisfecho.
- No exageres- dijo y comenzó a marcharse.
- Vamos, no es tan malo, oye Zero ¡Espera!- Hatoru sonrió- han pasado seis años y aún continua sin cambiar esa actitud- Hatoru miró al cielo fijamente- “Tal vez no sea tan fuerte como Kayi, pero desde que tenga personas a mi lado se que podré continuar y cumplir mi promesa”- una sonrisa se dibujo en su rostro.

Ni Hatoru, ni Zero se dieron cuenta de la sombra de la persona que se encontraba en lo alto de la montaña rusa, el viento movía el traje del individuo y la luna que nuevamente comenzaba a aparecer se encontraba a su espalda.

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Mensaje por Invitado Lun Mayo 11, 2009 7:49 pm

CAPITULO 14
“el factor X”


La mañana era brillante y acogedora, las aves cantaban afuera sobre las ramas del el viejo árbol. Tammy suspiró con resignación; tenía una pañoleta en su cabeza y vestía un overol, en una de sus manos tenia un trapero y en la otra un balde. Como era domingo, Tammy sabía muy bien que era su turno de hacer la limpieza y no podía escapar de ello.
- Haaa…- dijo mientras bajaba la cabeza con desanimo.
- Siempre haces la misma cara cuando es tu turno de limpiar- dijo la señora Ichido llevando una gran cesta con ropa sucia.
- Es que hacer la limpieza no es nada divertido-dijo suplicante.
- A mi me parece bastante estimulante, además es un buen ejercicio- dijo la señora Ichido con una gran sonrisa.
Tammy la miró con cara de asombro y sin creer lo que decía;
- “¿Como es posible que a alguien le guste hacer el aseo?”.
Su madre pasó a su lado bastante feliz y Tammy bajó la cabeza suspirando.
- Creo que se a quien.
- Es mejor que empieces de una vez, así terminaras más temprano-dijo la señora Ichido dulcemente.
- Si lo se- dijo Tammy sin muchos ánimos.
La mañana pasaba y Tammy iba de un lugar a otro haciendo sus quehaceres; sacar las sabanas, lavar la ropa, fregar los pisos, lavar los baños, sacudir las repisas…
El padre de Tammy leía cómodamente el periódico en la sala, cuando Tammy pasó por el lugar lo miró enfadada.
- ¿Por qué te quedas ahí sin hacer nada?, deberías ayudarnos un poco.
Su padre no dijo nada y continúo leyendo ignorándola totalmente.
- ¿Por qué siempre se comporta de esa manera?- dijo molesta- a veces mi padre me recuerda tanto a alguien que conozco- Tammy tocó su cabeza y la movió de un lado a otro.
- Tammy, es mejor que no molestes a tu padre, ya sabes que es su único día libre y debe descansar- dijo la señora Ichido con una sonrisa mientras le llevaba a su esposo un vaso con jugo de naranja- por qué no vas arriba y guardas lo que falta en el closet.
- Está bien- dijo con resignación.

Tammy subió al segundo piso y tomó una caja que se encontraban en el suelo, en ese momento recordó lo que había ocurrido hacia pocos momentos, una sonrisa se dibujo en su rostro, sin quererlo había pensado en Zero, Tammy movió la cabeza de un lado a otro, no entendía porque tenia que pensar en él, pero en ese instante recordó lo que había ocurrido esa noche, Tammy abrió la puerta del closet…

La puerta del recibidor se abrió, Zero entró a la casa con la misma expresión de siempre; su traje estaba un poco maltratado y su cuerpo presentaba algunas contusiones. Tammy y Kasumi corrieron a la puerta con alegría, ambas se quedaron mirándolo por un momento y luego Kasumi comenzó a lloran y se le arrojó, abrazándolo.
- Me alegro que estés a salvo, pensé que no volvería verte- dijo entre sollozos.
Zero no dijo nada ante las palabras de Kasumi.
Tammy se encontraba de pie observando la situación sin decir nada, aunque no podía negar que se encontraba aliviada de ver a Zero sano y salvo, pero no podía moverse y hacer algo más. Zero la miró fijamente aún con Kasumi entre sus brazos y Tammy le sonrió dulcemente.


Tammy se subió en una pequeña silla para poder colocar la caja en la parte más alta del closet.
- “No se por que tengo que pensar en eso ahora, además Zero es un tonto por comportarse de esa manera, hubiera sido su culpa si algo le hubiera sucedido- Tammy recordó lo que había sentido cuando lo vio de nuevo y su corazón latió con fuerza, sus mejillas se sonrojaron- no puede ser posible que yo…”- pero de pronto perdió el equilibrio- ¡haaaaa!- y cayó al suelo, el contenido de la caja se esparció por toda la habitación.
- ¿Qué sucedió?- dijo la madre de Tammy quien acababa de ingresar a la habitación.
- Auch…- dijo Tammy mientras se tocaba la cadera.
El padre de Tammy entró a la habitación y miró a su hija por algunos minutos.
- Ya me sorprendía que no sucediera nada- dijo mientras se acercaba a Tammy- déjame ver- el señor Ichido miró la pierna de Tammy la cual tenia una pequeña raspadura.
- Toma- dijo la señora Ichido, quien había ido por el botiquín y le pasaba un pedazo de gasa y desinfectante.
- Gracias- dijo y después de limpiar un poco la herida aplicó el medicamento.
- ¡Hayyyy!- gritó Tammy cuando sintió el ardor.
- Ya esta listo- dijo su padre levantándose.
- ¡Eso me dolió mucho!- dijo Tammy enojada con dos gruesas lágrimas en sus ojos.
- Solo fue un raspón, no fue nada grave, deja de llorar como una bebe- dijo su padre mientras se iba.
- Eres demasiado cruel….
La madre de Tammy reía con la actitud de ambos, aunque pelearan con frecuencia ella sabia muy bien lo mucho que los dos se querían.

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Mensaje por Invitado Lun Mayo 11, 2009 7:50 pm

Hatoru estaba a punto de entrar en un colapso nervioso, ya había pasado una semana y todavía no recibían noticias de la central.
- ¿Cómo puedes estar tan tranquilo?- dijo mirando a Zero quien estaba recostado sobre una de las vigas del corredor, con los ojos cerrados.
Zero no respondió y continúo en su misma posición sin inmutarse.
- ¡Rayos! No entiendo como logras hacerlo- dijo Hatoru mientras se acostaba sobre el suelo con los brazos a los lados totalmente estirados.
- El alterarse no lograra nada- dijo Zero sin abrir los ojos.
- Lo sé- dijo levantándose y mirándolo- pero si aparece un Zeed ahora, estaremos muertos en tan solo unos segundos, es como si tuviéramos un cartel en el cuello que dijera: “matéennos estamos indefensos” – Hatoru se volvió a tirar al suelo- ¿Por qué se demoran tanto?...
La puerta de la casa se abrió.
- ¡Por fin llegaron!- dijo Hatoru con alegría, se levantó rápidamente y se dirigió a la puerta.
Tammy se quitó los zapatos al igual que Kasumi.
- Hola Baru, nos extrañaste- Kasumi acarició la cabeza del pequeño minino, el cual le maulló con cariño.
- Ahora ¿En donde estarán esos dos?- dijo Tammy mientras miraba a su alrededor.
Algo se acercó a gran velocidad hacia ellas, un gran golpe se escuchó y Baru salió volando por los aires.
Ambas chicas se quedaron asombradas con lo que había ocurrido.
- ¿Las trajiste? ¿verdad?- le preguntó Hatoru impaciente.
- He, si- le contesto Kasumi aún recuperándose de la intempestiva llegada del chico.
Kasumi sacó una bolsa de frituras, unas revistas y se las entregó, Hatoru las tomó y se sentó en el suelo cruzando las piernas.
- Genial, ahora tendré algo que hacer mientras llega mi arma.
Kasumi y Tammy tenían una gigantesca gota en la cabeza.
- Este chico cada día me sorprende más- dijo Tammy suspirando.
- Se lo que quieres decir- dijo Kasumi riendo sin saber que más hacer.
Hatoru se encontraba muy concentrado en su nueva distracción cuando algo llamó su atención, una presencia poco amigable se sentía detrás de él, cuando volvió a mirar se asusto al ver a Baru envuelto en una llamarada y con mirada de ira.
- Ho…la gatito…lindo gatito…- dijo Hatoru con temor pero…-¡HAAAAA!- Baru se le tiró encima y comenzó a rasguñarlo continuamente en la cara- ¡QUITENMELO DE ENCIMA!
- Baru detente- Kasumi intentó calamar al felino, pero era imposible hacerlo, al parecer Baru estaba bastante molesto y era mejor no intervenir.
- Él se lo buscó- dijo Tammy volteando el rostro y no prestándole atención a lo que ocurría.
- ¡QUITENMELO, QUITENMELO…!
La mirada de Tammy se quedo paralizada cuando vio que Zero ingresaba al lugar.
- Hola- dijo un poco incomoda.
- Hola- le contestó Zero con la misma actitud de siempre y continúo caminando hacia el ático-Baru, vamos- le dijo al minino y éste de inmediato le obedeció, maullándole con inocencia.
Hatoru se encontraba en el suelo con la bolsa de frituras en la cabeza y con varios rasguños por toda su cara.
- Ese animal… es un peligro- dijo en un tono bajo bastante adolorido.
- Es mejor que te apresures, la central pronto nos contactara- dijo Zero sin volver la mirada a Hatoru.
Tammy lo miró mientras subía por las escaleras; tenía que aceptar que la actitud de Zero había cambiado un poco, no parecía ser tan frió y distante como siempre, estaba un poco más abierto y confiaba más en ellos.

Todos se encontraban en el ático, Hatoru estaba sentado en el suelo mirando enfadado a Baru, quien también lo miraba con la misma expresión desde los brazos de Tammy al otro lado de la habitación, Kasumi sonreía de forma divertida mientras colocaba otra bandita en el rostro de Hatoru.
- Esa cosa algún día me las va a pagar- dijo sin quitarle la mirada a Baru.
- Si lo dejaras de molestar tal vez no tendrías estos problemas- dijo Kasumi mientras cerraba el estuche medico.
- Pero aún no se por que solamente me ataca a mi- dijo Hatoru mirándola.
- Por que nosotros no le hemos hecho lo que tú al pobre minino.
- Yo no me compadecería de esa cosa demoníaca, es un lobo con piel de cordero- dijo Hatoru volteando el rostro bastante enojado.
- Aunque debemos reconocer que Baru hizo un excelente trabajo esta vez- dijo Tammy sin resistir más la risa.
El rostro de Hatoru se encontraba casi cubierto de banditas lo cual le daba un aspecto bastante gracioso, Kasumi también se reía cubriendo su boca para que Hatoru no se percatara de ello.
- ¡Ya dejen de burlarse!- dijo molesto.
Zero se encontraba al lado de la ventana con los brazos cruzados, volteó su rostro un momento para ver la situación, volvió su vista hacia la ventana y cerró los ojos.
Un leve sonido se escuchó en el lugar, todos guardaron silencio. Zero tomó el rastreador y la pantalla apareció de nuevo sobre su mano, Tammy y Kasumi estaban sorprendidas, era la primera vez que veían algo así, una voz masculina un poco difusa provenía de la pantalla, las líneas que habían en ésta se movían a la par con la voz.
- el sistema se encuentra recargado para realizar la trasferencia, es mejor que preparen la interfase.
- ¿La interfase?- preguntó Tammy sin entender.
Hatoru quien se había acercado a Zero le contestó con una actitud un poco seria.
- Quiere decir que debemos sincronizarnos para recibirlas.
- ¿Sincronizarse?- dijo Tammy para quien todas aquellas palabras eran incomprensibles, pero luego guardó silencio al ver que Zero y Hatoru cerraban los ojos y se concentraban en algo.
Ambos tenían una mano abierta y parecían como si se concentraran en algo, Tammy se sorprendió con lo que veía; una luz azulada rodeaba a Zero mientras una luz rojiza rodeaba a Hatoru, en la palma de ambos comenzó a condensarse la energía y poco a poco esta fue adquiriendo la forma de lo que parecía ser una especie de esfera, la luz fue disminuyendo y los dos volvieron a su estado normal, en las manos de ambos se encontraba una esfera de metal que no parecía ser nada fuera de lo común.
- ¿Esas son sus armas?- preguntó Tammy, dudando mucho de que esas cosas les pudieran servir de mucho.
- Así es- dijo Hatoru enseñándoselas.
- ¿Qué es lo que hacen?- preguntó Kasumi mirándola de cerca.
- Realmente nada- dijo Hatoru con una sonrisa.
- “Que es lo que esperan hacer, tirársela a los Zeed y esperar que les cause una terrible jaqueca”- Tammy imaginó a Hatoru arrojándole la pequeña esfera a una criatura y que luego esta caía al suelo con los ojos en espiral y Hatoru hacia el signo de la victoria con sus dedos, pero la voz del intercomunicador la sacó de sus imaginaciones.
- Con respecto al tejido que pediste que analizáramos, encontramos una gran cantidad de enzimas que solo pueden ser encontradas en los organismos de los Zeed.
- ¿En los organismos de los Zeed?- dijo Tammy en un tono bajo bastante sorprendida.
Al parecer no era la única sorprendida, Hatoru y Kasumi también se encontraban igual; qué clase de tejido había enviado Zero al laboratorio.
- Pero la muestra era de origen humano- dijo Zero seriamente.
- “¿De origen humano?, tal vez se trata de… Eido Tokuma”- Tammy miró sorprendida a Zero quien continuaba mirando fijamente por la ventana.
- Si, pero no fue lo único que encontramos, por lo que muestran los informes había un alto grado del factor X en la sangre del individuo.
- ¿Factor X?- Zero estaba sorprendido con lo que había dicho, al parecer era algo que no esperaba.
En el rostro de Hatoru se encontraba la misma expresión.
- Aún no podemos afirmar nada concreto, pero parece que el ADN del individuo fue mejorado de alguna forma, es mejor que estén alerta e informen cualquier situación extraña que observen, continuaremos investigando y les informaremos cuando hallemos algo nuevo, fuera- la pantalla desapareció y todos quedaron en silencio.
Zero y Hatoru parecían estar preocupados con lo que habían escuchado. Tammy los observó por un momento, pero luego explotó por el desesperante silencio.
- Ya dejen esas caras, no creo que sea algo tan terrible, además ¿Qué es esa cosa de factor X?- dijo intentando darles ánimos.
- El factor X fue el resultado de la fusión del líquido condensador de energía de los Ugacs con el virus Kofac.
- ¿Y que tiene de extraño?...- dijo Tammy sin entender.
- Que no había vuelto a verse desde hace veinte años, además nunca se había encontrado en un cuerpo humano.
- Entonces… ¿Qué es lo que significa?- dijo Kasumi mirándolo fijamente.
- No lo se, pero no debe ser nada bueno- dijo Hatoru seriamente.
Zero se levantó y todos se quedaron mirándolo, y luego sin decir nada se retiró del lugar con Baru siguiéndolo.
- “Parece estar muy preocupado…”- pensó Tammy mientras lo veía desaparecer por las escaleras.
- Pero ahora tenemos un problema más grave- dijo Hatoru.
Tammy lo miró dejando de pensar en Zero, Hatoru examinaba desde todos los ángulos la pequeña esfera de metal.
- ¿Cómo puedo abrir esta cosa?
- ¿Y por que les enviaron una canica como arma?- dijo Tammy aún sin entender.
- Por qué era la única manera de enviar las armas, el portal no puede transportar materias de gran tamaño.
- Piensan luchar con una canica- Tammy estaba realmente confundida.
- Como alguien puede ser tan tonto- dijo Hatoru con una mano en la cabeza.
- A quien llamas tonta…- dijo Tammy enfadada mientras Kasumi intentaba detenerla para que no se le arrojara encima a Hatoru y le diera una buena paliza.
- Te lo explicare de esta manera, ésta es la forma que tiene el arma cuando aún esta guardada en su empaque.
Ahora Tammy entendía menos, como podían guardar algo tan grande en una cosa tan diminuta.
- Tómala- Hatoru le entregó la esfera.
- Pero si no tiene nada de extraordina…- al tomarla en la mano la esfera la hizo caerse al suelo, a pesar de su tamaño era realmente pesada- ¿Pero qué es esto?
- Creo que ya entiendo a lo que te refieres- dijo Kasumi un poco asombrada.
- Les dije que no era ordinaria- dijo Hatoru volviéndola a tomar como si nada- esta hecha de Krytoin.
- ¡Krytoin! – dijeron ambas chicas asombradas.
- El Krytoin es…-pero no pudo continuar, Tammy y Kasumi se encontraban observando la esfera de Krytoin con detenimiento.
- Yo lo imaginaba un poco diferente- dijo Tammy acercándose un poco más.
- Si, parece como si fuera de hierro- dijo Kasumi tocándola con un dedo.
- ¡Pueden escucharme!-dijo Hatoru molesto por la interrupción.
Cuando las dos se callaron y se alejaron un poco continúo.
- Bueno- aclaró su garganta- como les iba diciendo, manejar el Krytoin no es nada fácil, se necesita un gran poder para manipularlo a voluntad, no cualquiera puede hacerlo, solo alguien que tenga las habilidades de un Wouk puede lograrlo- dijo con orgullo- ahora les mostrare como se hace.
Hatoru cerró los ojos como lo había hecho la primera vez y comenzó a concentrar su energía, Tammy y Kasumi estaban asombradas con lo que veían; la esfera comenzó a flotar iluminada levemente por la energía de Hatoru y luego… no pasó nada.
- Parece que es un poco más complicado de lo que pensaba- dijo Hatoru.
Tammy y Kasumi casi se cae al suelo.
- Tanto escándalo por nada- dijo Tammy decepcionada.
- Les dije que no era tan sencillo- dijo Hatoru molesto- además no es algo que se pueda hacer en un minuto, se demora algún tiempo- dijo con aires de conocedor.
- Si, te creo- dijo Tammy sin prestarle atención y bajó por las escaleras.
Kasumi también bajó por escaleras y Hatoru las seguían continuando con su explicación, para justificar lo que había pasado.
- Puede que me tome algunos días, pero pronto podré dominarlo…- dijo Hatoru con arrogancia y luego se quedó callado al ver lo que ocurría.
Tammy y Kasumi también estaban en silencio observando; Zero se encontraba con los ojos cerrados y concentraba su energía en la esfera de Krytoin, su cuerpo brillaba levemente, de pronto el brillo de la esfera se hizo más fuerte y esta se comenzó a alargar, la luz rodeaba toda la estructura e impedía ver el Krytoin, luego la luz tomó forma de espada y flotaba debajo de la mano de Zero, él la tomó por el mango y la luz disminuyó permitiendo ver la espada a su cabalidad; era casi del mismo tamaño de la primera, pero lucia mucho más imponente.
Hatoru no podía creer lo que veía; Zero había logrado fácilmente liberar su arma, como si fuera algo natural para él.
- ¿Con que era algo muy difícil y necesita días para hacerlo?- dijo Tammy con cara de “si como no”.
- No puedo creer que lo haya hecho- dijo Hatoru intentando asimilar la realidad- al más experimentado de los soldados le tomaría como mínimo tres horas, ¿Cómo lo hizo tan rápido?
Zero se alejó de Hatoru sin decir nada.
- ¡Si él lo hizo, yo también puedo hacerlo!- dijo con decisión- ya verán lo que puedo hacer, nadie me vencerá de esa manera.
- Te deseo buena suerte- le dijo Tammy con una sonrisa que decía claramente “que pesar, nunca lo lograra”.
- Por favor no se esfuerce demasiado- dijo Kasumi con una sonrisa que decía “espero que no se haga daño”.
Ambas se marcharon rápidamente.
- ¡Ahora si lo lograre!- dijo mientras reunía su energía.

La noche había caído y el recinto se encontraba totalmente oscuro, todas las luces estaban apagadas, en el laboratorio podían observarse una gran cantidad de frascos con distintas sustancias, algunas neveras con muestras en su interior, así como modernos equipos distribuidos por todo el lugar, un hombre se encontraba en la habitación y parecía observar algo en un microscopio.
- La semilla esta madurando más rápido de lo que esperaba- dijo sin dejar de mirar por el microscopio.
El hombre veía lo que parecían ser células rojas que se estaban fusionando con unas partículas que brillaban en un resplandor verde.

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Mensaje por Invitado Lun Mayo 11, 2009 7:53 pm

CAPITULO 15
“El secreto de Baru”


Un golpe bajo hizo que el Zeed retrocediera, Hatoru tomó su báculo que ahora era plateado con azul.
- Esta arma es mejor de lo que imaginaba- dijo mirando el báculo en su mano.
- No te distraigas, debemos terminar con esto pronto- dijo Zero sin dejar de mirar a su oponente.
- Está bien, no tienes por que decirlo- Hatoru volvió a mirar al Zeed- este chico nunca se toma un descanso.
El Zeed volvió al ataque, desplegó sus alas y se elevó por los cielos.
- Es mejor alcanzarlo antes de que escape- Zero dio un salto y subió por una alta pared al final del callejón.
- Parece que será una larga noche- dijo Hatoru con resignación y también saltó la pared.
El Zeed volaba sobre los edificios de la ciudad, intentaba mantenerse en el aire, pero era difícil; tenía una profunda herida en su pecho y se encontraba demasiado agotado. Una ráfaga de viento se levantó en el aire y esta golpeó con violencia a la gran criatura, el Zeed comenzó a caer y se estrelló contra el suelo de una azotea en un viejo edificio. Zero se hallaba sobre un tanque de agua, tenia la espada en sus manos y miraba al Zeed fijamente, el Zeed se levantó del suelo con dificultad, miró a Zero y emitió un agudo sonido, Hatoru acababa de llegar al lugar y sujetó con fuerza su báculo.
- Es el momento de terminar con todo esto- Hatoru concentró su energía en el báculo y éste se torno de un tono rojizo.
Hatoru lanzó el báculo hacia la criatura, ésta intento detener el ataque, pero fue inútil; el golpe se deposito en su torso y la energía del báculo se expandió por todo su cuerpo propinándole una gran descarga, el Zeed cayó al suelo con su cuerpo quemado y echando humo.
- No fue tan difícil- dijo Hatoru mientras le daba la espalda al Zeed- creo que cada vez soy más bueno en esto- dijo con una sonrisa y cerrando los ojos.
El Zeed se levantó y se lanzó contra Hatoru quien al estar tan confiado no pudo darse cuenta de lo que sucedía, cuando la criatura estaba apunto de alcanzarlo, Zero la atravesó con la espada; algunas gotas de sangre cayeron sobre el rostro de Hatoru quien aún estaba un poco consternado con lo que había sucedido, el Zeed cayó nuevamente al suelo, pero esta vez su forma cambio a su imagen humana.
- Nunca debes descuidarte- dijo Zero mientras sacaba la espada del cuerpo de un hombre de aproximadamente unos treinta años.
- ¡Rayos!- dijo Hatoru molesto, mientras se intentaba limpiar la cara- pero hubieras podido ser un poco más cauteloso, no se como limpiare esto- dijo mirando su traje.
Hatoru comenzó a caminar mientras maldecía su mala suerte, Zero se acercó al Zeed y tomó la semilla que brillaba entre la sangre del hombre, Zero se levantó para irse, pero de pronto el hombre lo sujetó por el brazo, Zero se quedo sorprendido mirando lo que ocurría.
- “Como es posible que aún continué moviéndose”.
El hombre levantó la cabeza con mucha dificultad y escupió una gran cantidad de sangre, y luego miró a Zero agonizante.
- Tu…no…eres…di…ferente…a…nosotros- dijo casi sin aliento y luego sonrió, su cuerpo convulsionó y su rostro adquirió un semblante sin vida y murió.
La semilla brilló por unos momentos, luego se apagó y lentamente fue desapareciendo con el viento.
- No soy diferente…- dijo Zero mirándolo fijamente mientras la mano que lo sujetaba caía al suelo.
Zero cerró los ojos del hombre, luego se levantó, lo miró por última vez y continúo su camino.

Tammy caminaba junto a Kasumi, Haruna e Izumy.
- Gracias- dijo Tammy mientras desenvolvía el regalo que le había dado Kasumi.
- Espero que te guste- dijo Kasumi con una sonrisa.
- ¿Un reloj?- dijo Tammy al ver el lindo despertador en forma de gato.
- Pensé que te seria útil- dijo Kasumi sonriendo ante la expresión de su amiga.
- Me parece un excelente regalo, tal vez así logre llegar a tiempo a la escuela- dijo Haruna riendo.
- Si, desde primer grado nunca ha podido llegar temprano- dijo Izumy recordando a la pequeña Tammy y sus días de primaria- aunque debo reconocer que es bastante divertido verla llegar al salón- Izumy se reía junto con las otras dos chicas.
- A mi no me parece gracioso- dijo Tammy molesta y después suspiró- ustedes no han tenido que soportar los castigos que he soportado yo.
- Al profesor Fujitaka se le están acabando las ideas para castigarte- dijo Haruna bastante divertida.
- Tammy es la única que ha logrado que el profesor Fujitaka pierda los estribos- dijo Izumy sin dejar de reírse- deberían ver su cara cada vez que habla con ella.
- Yo no lo pienso así- dijo Tammy cruzando sus brazos- cada vez que hablo con él termino en algún problema, además no es mi culpa que el profesor tenga tan mal carácter, él es el que se enfada solo.
- Pero con un poco de tu ayuda- dijo Kasumi con una sonrisa.
- Está bien creo que le colaboro un poquito, tampoco me puedo quedar callada- dijo Tammy sonriendo con satisfacción.
- A veces me gustaría ser tan valiente como tú- dijo Haruna mirándola.
- Buenas tardes- dijo la voz de un hombre a su lado.
- Hola Aoi- dijo Tammy saludando al hombre con una sonrisa.
- Me da mucho gusto verlas por aquí- dijo con su amable sonrisa mientras sujetaba la escoba.
- Parece que tienes mucho trabajo- dijo Izumy mirando dentro del local de comida típica japonesa.
- Si, el señor Tanaka me tiene trabajando el doble, pero por mi está bien, al fin y al cabo no tengo mucho que hacer, por lo que veo hoy también vino la señorita Kasumi y la señorita Haruna con ustedes.
- Buenas tardes- dijo Kasumi de forma educada y con una sonrisa.
- Hola…- dijo Haruna sin mirar a Aoi y con sus mejillas un poco sonrojadas.
Kasumi al mirar esto sonrió y los miró a ambos.
- Desde hace un buen tiempo no las veía, pero me agrada mucho que estén por aquí, pasen- dijo Aoi señalándoles la entrada- creo que hay algunos puestos libres junto a la barra.
- Gracias- le dijo Tammy y entró emocionada al lugar.
Todas las chicas entraron al pequeño, pero acogedor restaurante, Haruna al pasar al lado de Aoi bajó la cabeza un poco nerviosa y Aoi le sonrió amablemente, Kasumi estaba bastante divertida con la situación.
Tammy ni siquiera miró el menú, ya que se lo sabia de memoria; pidió tres tazones de sopa para comenzar, una bandeja de tenpura y otra de oniguiri, las otras chicas tenían una gota gigante en sus cabezas al ver lo que comería su amiga.
- De solo verla comer se me quita el apetito- dijo Izumy mirando a Tammy sorprendida.
- Tienes razón- le contestó Haruna a su lado.
El señor Tanaka les sirvió los platos con una sonrisa en su rostro.
- Espero que les guste- dijo el viejo hombre de forma amable.
- Gracias- contestaron todas al unísono- ¡Itadakimas!
- Estom…estam…deliciosom- dijo Tammy sin dejar de comer.
- Si tiene razón, esto sabe muy bien- dijo Haruna después de comer algo de su plato.
- Me alegro que les guste pequeñas- dijo el señor Tanaka con una sonrisa-aunque debo reconocer que Aoi fue de mucha ayuda- dijo el señor Tanaka mirando a Aoi quien atendía una de las mesas- no se que haría sin él.
Aoi se acercó a la barra.
- Espero que estén disfrutando de la comida- dijo de forma simpática.
- La comida es bastante buena así como la atención- dijo Kasumi amablemente.
- Muchas gracias- dijo con una sonrisa- pero aún tengo mucho que aprender.
- Yo creo que lo haces bastante bien- dijo Izumy sonriendo.
- Ellam…tienem…razonm…-dijo Tammy sin despegar los ojos de su plato.
- Realmente les agradezco sus palabras, Tammy me preguntaba si lograste solucionar el problema de tu amiga.
- ¿Amiga?- la miró Izumy sorprendida al igual que las otras.
Tammy casi se atraganta.
- Eh, si- dijo mientras se reía sin saber que más hacer.
- Me alegro, bueno es mejor que continué con mi trabajo, no veremos luego- Aoi se despidió y se retiró a una mesa cercana.
- Hasta luego…- le dijo Haruna mientras lo miraba un poco sonrojada.
Kasumi sonreía al mirar a su amiga.
- No han escuchado el rumor- dijo Izumy mirando a sus amigas.
- ¿Cuál rumor?- preguntó Tammy sin entender.
- El rumor de que hay un asesino suelto en las calles- dijo Izumy de forma misteriosa.
- Creo que mi madre me dijo algo al respecto, parece que muchas personas han muerto en estos últimos meses.
- ¿Muerto?- Tammy miró a Kasumi.
- Si, la policía no dice mucho del asunto- continuo Haruna- pero muchos piensan que se trata de una especie de banda o secta que mata por diversión.
Tammy recordó que los Zeed al morir recuperaban su forma humana y de alguna manera eso la hacia sentir incomoda, aunque Zero y Hatoru dijeran que los Zeed no eran humanos y no tenia sentimientos, no podía evitar sentirse mal por ello y últimamente después de la muerte de Eido aquel sentimiento se había acrecentado.
- Mi padre que trabaja con la policía en el caso me dijo que las personas asesinadas tienen un patrón muy similar- dijo Izumy bastante satisfecha de ser la que más información tenia.
- ¿Pero saben de quienes se tratan?- preguntó Kasumi de forma tranquila.
- No, aún no tienen ni una sola pista, solo saben que los asesinatos ocurren de noche y que suceden por estas áreas- Izumy suspiró- pero mi padre no sabe mucho, ya que el caso lo tomó una entidad privada de investigación asignada por el gobierno.
- ¿Privada?- preguntó Kasumi un poco intrigada.
- Es una nueva entidad que se creó para este tipo de crímenes- Izumy dijo en un tono misterioso- según dice mi padre los asesinatos son muy extraños, una forma de describirlos es inexplicables- en la mente de Izumy aparecieron imágenes de policías alrededor de los cuerpos- al parecer muchos de los cuerpos que han sido encontrados se encuentran mutilados casi en su totalidad, es como si algo los hubiera devorado.
- ¿Devorado?...-Tammy recordó todas las personas que habían sido victimas de los Zeed.
- Eso es increíble- dijo Haruna asombrada- pero entonces ¿Por que no mencionan nada en los periódicos?
- No lo se, creo que no quieren que las personas se alarmen, además eso no es lo más extraño, mi padre me contó que algunos de los cuerpos han desaparecido sin dejar ningún rastro.
- No sabia que las cosas eran así, con razón mi madre me prohibió salir de noche- dijo Haruna sin poder creer lo que escuchaba.
- Y… ¿Qué les sucede a ustedes dos?, están muy calladas- dijo Izumy mirando a Tammy y a Kasumi quienes tenían la cabeza baja y se encontraban pensando en algo.
- No, no es nada, es solo que lo que cuentas es terrible- dijo Kasumi intentando salvar la situación.
- Ni lo digas, mi padre ha estado muy alterado- dijo Izumy de forma despreocupada- ya ni siquiera se puede hablar con él, siempre esta de muy mal humor, a mi padre le disgusta trabajar para esa organización privada, dice que le producen desconfianza, que son muy misteriosos- la pelirroja sonrío- aunque a mi me gustaría conocerlos.
- No lo entiendo, ¿Por qué?- le preguntó Haruna teniendo una leve sospecha de la respuesta de su amiga.
- Por que son muy guapos, según la compañera de mi padre, los integrantes de la unidad son muy apuestos y todas las mujeres del departamento suspiran cuando los ven llegar- Izumy le picó un ojo a su amiga con picardía- crees que perdería una oportunidad así.
- Me lo suponía- dijo Haruna con resignación.
Tammy continuó en silencio, aquellos relatos la habían echo reflexionar y no sabia que pensar sobre todo aquello.

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CAZADORES DE DIMENSIONES   (Shonen) - Página 2 Empty Re: CAZADORES DE DIMENSIONES (Shonen)

Mensaje por Invitado Lun Mayo 11, 2009 7:54 pm

Kasumi le entregó el sobre.
- ¿Y que es esto?- preguntó Hatoru mirando el sobre por todos los ángulos.
- Es una invitación- dijo Kasumi con una sonrisa.
- ¿Pero que quieres que haga con ella?
- Es para la fiesta que le daremos a Tammy este sábado por su cumpleaños.
- ¡Una fiesta!, eso suena bastante bien, además necesito relajarme un poco, últimamente hemos tenido mucho trabajo.
- Si lo se- dijo Kasumi con una sonrisa triste.
El pequeño Baru maulló y acarició con su cabeza la pierna de Kasumi, ella lo tomó entre sus brazos y acarició la cabeza del pequeño minino.
- Tu también estas invitado- le dijo dulcemente.
- Espera, si esa cosa va a ir yo me rehusó a llevarlo- dijo Hatoru mirando con desagrado al pequeño minino.
Baru le lanzó una mirada de odio que decía claramente “Eso ya lo veremos”.
- Sabes bien que Baru no es malo, además yo no puedo llevarlo, tengo que encargarme de muchas cosas- Kasumi pensó- por que no le dices a Zero, el se lleva muy bien con Baru y no le molestara llevarlo.
- ¿Zero?, no estoy muy seguro de que acepte ir, es el único chico que conozco que prefiere enfrentar a un terrible monstruo que salir a divertirse- dijo mientras miraba hacia las escaleras que conducían al ático.

Zero se encontraba en silencio observando el cielo como era su costumbre, por su mente pasaron las imágenes de esa noche.
- “Tu…no…eres…diferente…a…nosotros”…
No entendía a que se refería con eso, pero de alguna manera aquellas palabras no carecían de sentido para él. A su mente vino la imagen de un chico de cabello negro que le hablaba a un pequeño niño de cabello azulado.
- “Recuerda que tu eres diferente a los otros, tu eres especial y nunca debes olvidarlo”…
Tal vez aquellas palabras no carecían de significado y él sabia algo que el mismo desconocía, Baru maulló al llegar al lado de Zero, éste lo tomó y Baru se acomodo entre sus piernas y lamió con ternura la mano de Zero intentando animarlo.
- No te preocupes amigo, me encuentro bien- le dijo con una sonrisa y luego miró el cielo de forma nostálgica.

El timbre sonó y la señora Ichido abrió la puerta.
- Buenas tardes señora- dijeron tres chicos al mismo tiempo.
- Buenas tardes chicos, pasen, los otros están en la sala- dijo la mujer con una sonrisa.
- Gracias- dijo uno de cabello corto y castaño.
Los tres chicos eran los mismos que Zero había rescatado en el callejón, desde lo ocurrido, las cosas habían cambiado y de los tres se podía decir que casi idolatraban a Zero, además hablaban con más frecuencia con Tammy y las demás, eran ahora parte del grupo.
- Por fin llegaron- dijo Izumy un poco molesta.
- Que esperabas que hiciéramos – dijo uno de los chicos con el cabello de un tono violeta bastante corto- casi no logramos encontrar la dirección.
- Pero acaso no fui lo suficientemente clara Sasaki- dijo Izumy con las manos en la cintura.
- Tu letra era ilegible así que le pedí un poco de ayuda a Ichido- Sasaki señaló a Tammy quien acababa de ingresar al salón.
- ¿A Tammy?- Izumy suspiró- creo que ya lo entiendo todo.
- ¿Que sucede? ¿De quien están hablando?- dijo Tammy de forma despistada.
En el lugar se encontraban también Haruna y Kasumi, la madre de Tammy trajo algunos refrescos.
- Lamento que tu padre no haya venido, pero tenía mucho trabajo y sabes que no puede descuidarlo- le dijo la señora Ichido con una sonrisa.
- No importa- dijo Tammy de forma despreocupada y con una sonrisa.
- Está bien, es mejor que traiga el pastel- la señora Ichido miró a Kasumi- ¿O falta alguien por llegar?
- Si, aún no han llegado Zero y Hatoru.
- ¡¿Kimura y el capitán vendrán a la fiesta?!-preguntó Izumy bastante emocionada.
- Hatoru me dijo que vendrían- dijo Kasumi con una sonrisa.
- No puedo creerlo, los chico más apuestos de la escuela estarán aquí- dijo Izumy emocionada- no se cual de los dos es más apuesto si Kimura o el capitán- Izumy suspiró con ensoñación- es algo difícil de decir.
- Todas las chicas son iguales- dijo Sasaki de forma aburrida mientras absorbía el refresco por el pitillo.
- ¿A que te refieres con eso?- dijo Izumy saliendo de sus fantasías románticas.
- Solo les interesa que un chico sea apuesto ¿No es verdad?- dijo mirando a los otros chicos.
- Sasaki tiene razón- dijo el chico de cabello castaño.
- Es solo que tienen celos- dijo Izumy con una sonrisa- o acaso pueden negarlo.
- No tenemos nada que envidiarles, no es así Yamaguchi, Yoshida.
- Si- respondieron los dos a la vez.
Izumy miró a Haruna y sin previo aviso las dos comenzaron a reír.
- Si como no- dijo Izumy sin dejar de reírse.
- Tampoco estamos tan mal- dijo Yoshida un chico de cabello gris.
- Yo digo que es algo tonto perseguir a un chico por su físico creo que hay mejores cosas que hacer- dijo Tammy en un tono aburrido.
- Por fin alguien que nos entiende- dijo Sasaki con una sonrisa.
Izumy dejo de reír y miró a Tammy.
- ¿A caso nunca has visto a un chico apuesto que te guste con solo mirarlo?- le preguntó sorprendida.
- ¿Un chico apuesto?- Tammy pensó por un momento y luego la imagen del señor Kayi apareció en su mente, se sonrojó y bajó la cabeza.
- Lo sabia- Izumy sonrió con satisfacción- es algo natural en las chicas.
- Esto no puedo creerlo- dijo Sasaki mirando a Tammy bastante sorprendido.
El timbre sonó de nuevo.
- Espere un momento- dijo la señora Ichido mientras dejaba el pastel en la mesa, la madre de Tammy se dirigió a la puerta- buenas noches… si se encuentran en la sala, adelante.
Sin saber por que, el corazón de Tammy comenzó a latir con fuerzas, no entendía el por que se sentía así, la idea de ver a Zero la ponía nerviosa. Baru entró a la sala corriendo y se dirigió hacia Tammy, ella lo cargó en sus brazos y el pequeño minino lamió su rostro, el felino tenia en su cuello una hermosa cinta azul, Hatoru entró a la habitación, en su rostro podían verse las huellas de la lucha para traer a Baru hasta la casa.
- ¡Hay que lindo!- dijeron las dos chicas al mismo tiempo mirando a Baru.
- Endemoniado gato- dijo Hatoru en un tono bajo y tocando su rostro.
Tammy esperó un momento a que apareciera Zero, pero éste no lo hizo.
- ¿Y en donde esta Zero?- le preguntó Kasumi.
- Lo lamento, pero no quiso venir, ya saben como es- dijo Hatoru con resignación.
- Si, lo se- dijo Tammy con una sonrisa como si le restara importancia- al fin de cuentas quien lo necesita, es mejor que continuemos divirtiéndonos.
- Tammy…- la miró Kasumi preocupada.
- Es una lastima que Kimura no viniera pero…-Izumy tomó el brazo de Hatoru- aún tengo al capitán.
- Izumy ¿Que haces?- le dijo Haruna alarmada.
- Nada o ¿acaso le molesta capitán?- le dijo mirándolo.
- Realmente no- dijo Hatoru con una sonrisa sin saber que más hacer.
- Pobre capitán, lo compadezco- dijo Sasaki suspirando.
La fiesta continúo con normalidad, todos parecían divertirse bastante, pero aunque Tammy intentara divertirse también no podía lograrlo.
- ¿Cómo lograste que Baru se dejara colocar la cinta?- le preguntó Kasumi a Hatoru.
- Cuando lo vi ya la tenia, creo que fue Zero quien lo hizo.
- “Zero…”- Tammy miró al pequeño Baru.
Tammy se levantó y se dirigió a la puerta, necesitaba respirar aire fresco. Se sentó a la entrada de la puerta y miró al cielo, dentro de la casa podían escucharse las voces de los chicos que habían comenzado a cantar en el karaoke, el viento soplaba de forma tranquila sobre las calles, era una tarde muy hermosa y apacible, el sol comenzaba a ocultarse dándole lugar a la noche. Tammy se sentía molesta por que Zero no había venido, pero al mismo tiempo se sentía triste por ello, no entendía sus sentimientos, nunca se había sentido tan confundida, ¿Qué era lo que sentía?, al principio le molestaba estar con él, pero luego las cosas fueron cambiando y ese sentimiento se había transformado en algo más, se había transformado en…
El maullido de Baru la sacó de sus pensamientos.
- ¿Por qué saliste de la fiesta?- le preguntó Kasumi sentándose a su lado.
Tammy tomó a Baru entre sus manos.
- Solo quería respirar un poco de aire- dijo mientras miraba al pequeño minino.
- No debes sentirte triste por que Zero rechazó la invitación- dijo Kasumi mirando el cielo.
Tammy la miró sin entender.
- Creo que debe tener sus razones, además te envió un bonito obsequio- dijo Kasumi con una dulce sonrisa.
- ¿Un obsequio?- Tammy miró a Kasumi sin entender y luego miró al pequeño Baru el cual le maulló a tono de afirmación- puede ser- dijo con una sonrisa.
- Con que estaban aquí- dijo la señora Ichido asomándose a la puerta.
- ¿Nos estaba buscando?- le preguntó Kasumi amablemente.
- Si, lo que sucede es que se han terminado los refrescos y quería que fueran por más.
- Está bien, yo iré por ellos- dijo Tammy con ánimos.
- Estas segura, la tienda queda un poco lejos.
- Si, yo podría hacerlo- dijo Kasumi mirándola.
- No se preocupen, además quería caminar un poco- dijo Tammy con una sonrisa- Baru vamos.
Baru salió corriendo detrás de Tammy.
- ¡No te tardes mucho!- le dijo su madre mientras se alejaba.
- ¡No lo haré!- dijo Tammy despidiéndose.

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Mensaje por Invitado Lun Mayo 11, 2009 7:55 pm

Las calles comenzaron a oscurecerse y Tammy caminaba por una pequeña calle que servia como atajo para llegar más rápidamente a donde se encontraba el súper más cercano, las luces de las lámparas empezaron a encenderse y la luna comenzó a brillar en el cielo.
- No te preocupes Baru, pronto llegaremos- Tammy miró a su alrededor- ¿Por donde tenia que ir? ¿Era a la derecha o la izquierda? ¡Hay ya no lo recuerdo!- dijo mientras estrujaba su cabello.
Una gigantesca gota se formó en la cabeza del minino, pero luego algo llamó su atención, comenzó a gruñir y su pelaje se erizó.
- Baru, ¿Qué sucede?- dijo mirándolo.
Baru observaba un lugar entre las sombras, Tammy observó detenidamente el lugar, no parecía haber nada extraño en él, Tammy se acercó un poco, pero Baru se erizó aún más, Tammy observó más detenidamente y pudo ver unos ojos rojos y brillantes en la oscuridad, Tammy cayó al suelo asustada y Baru retrocedió un poco sin dejar de mirar al extraño ser, la criatura emitió un agudo sonido y los focos de las lámparas estallaron repentinamente, la calle quedó en sombras. Tammy estaba asustada y sabia que tenia que escapar, pero sus piernas se lo impedían. La criatura salió de su escondite, los rayos de la luna iluminaban su figura, su estructura era muy parecida a la de los otros Zeed, su piel brillante reflejaba los rayos de la luna; la criatura comenzó a acercarse a Tammy, cuando ya se hallaba frente a ella, Baru se le lanzó encima, pero no fue mucho lo que pudo hacer por que casi inmediatamente el Zeed lo arrojó contra un poste.
- ¡BARU!- gritó Tammy al ver que el pequeño minino no se levantaba.
El Zeed se arrojó contra Tammy, Ella intentó escapar, pero fue inútil, el Zeed la tomó por la cintura y saltó sobre una de las casas y se perdió en la oscuridad.


Zero corrían por las calles, el rastreador se había iluminado indicando que otro Zeed había despertado, no sabia por que, pero había algo que lo inquietaba, era como si tuviera un mal presentimiento, Zero llegó a una estrecha calle y miró el rastreador de nuevo, el brillo del rastreador se hacia más intenso, al parecer se acercaba a su objetivo, un sonido le llamó la atención, algo se acercaba desde el final de la calle, Zero miró fijamente hacia el lugar y después de unos minutos la figura del pequeño minino apareció.
- Baru…- dijo mirándolo sorprendido.
Zero se acercó al felino rápidamente, Baru cojeaba un poco y parecía estar lastimado, Zero colocó una rodilla en el suelo y tomó la cinta blanca que Baru llevaba en la boca.
- Esto le pertenece a Tammy- dijo mirándolo.
Baru maulló a forma de afirmación.
- ¿Sabes en que dirección se fueron?
Baru comenzó a correr y Zero lo siguió de cerca.

La señora Ichido miraba la calle un poco preocupada.
- Hace mucho tiempo que se fue- dijo mientras cruzaba los brazos cubriéndose del frió.
- No se preocupe señora Ichido, conociendo a Tammy, es muy probable que se haya perdido- dijo Izumy sin darle mucha importancia.
- Es posible, pero no debería tardarse tanto- dijo la señora Ichido mirando fijamente la calle.
- “Tammy, ¿en donde estas?, tengo un mal presentimiento”- pensó Kasumi sin dejar de mirar la calle.
- Tengo que irme- dijo Hatoru colocándose la chaqueta.
- Pero aún es muy temprano- dijo Izumy desilusionada.
- Realmente lo lamento- dijo Hatoru con una sonrisa.
Kasumi lo observó por un momento, parecía que Hatoru estaba algo serio, como si algo le preocupara, Kasumi se acercó a él antes de que se fuera.
- ¿Sucede algo malo? ¿Verdad?- le dijo mirándolo fijamente.
- Un Zeed ha aparecido y se encuentra cerca- dijo seriamente.
- Puede que algo le haya sucedido a Tammy- dijo Kasumi preocupada- quiero ir contigo.
- No, quédate y espera a que Tammy aparezca, como dijo Takahashi es muy probable que se haya perdido, confía en mi- le dijo con una sonrisa.
- Lo entiendo- dijo Kasumi también sonriendo- los esperare.
- ¡Muchas gracias por invitarme, me divertí mucho!- dijo mientras se alejaba.


Baru se detuvo a olfatear el suelo y luego continuo corriendo siguiendo el rastro, Zero lo seguía de cerca, no sabía por que, pero la señal del rastreador se había tornado difusa y era muy difícil de seguir; no podía negarlo, estaba muy preocupado por lo que podía ocurrirle a Tammy, solo esperaba llegar a tiempo.


La criatura deposito a Tammy en el suelo. Tammy miró a su alrededor, al parecer se encontraba en un bosque, por la dirección era posible que se halla en el parque, estaba asustada y sabia que su vida corría peligro, en cualquier momento el Zeed comenzaría alimentarse y ella se convertiría en una de sus victimas. El Zeed se acercó a Tammy y respiró sobre su rostro, aunque sabia que todo estaba perdido no quería llorar, quería enfrentar aquella situación con valentía; Tammy miró al Zeed fijamente, por alguna razón todo su miedo se había esfumado, ahora se sentía tranquila. La criatura abrió la boca enseñando sus filosos dientes, Tammy cerró los ojos y sonrió; solo lamentaba una cosa y era el haberse dado cuenta tan tarde de lo que sentía, ahora jamás tendría la oportunidad de decírselo. La chica esperaba el momento de su muerte, pero el Zeed la olfateó por un momento, frotaba su cabeza contra su rostro como buscando algo y después retrocedió, Tammy abrió los ojos y lo miró sorprendida.
- “¿Por qué no me ataca?”- pensó Tammy mirándolo fijamente.
Sintió que el Zeed no quería hacerle daño, Tammy levantó su mano he intentó tocarlo, su mano se acercaba a la cabeza del Zeed y este parecía permitírselo, cuando de pronto un ruido entre los matorrales hizo que el Zeed retomara su posición de ataque y se alejara de Tammy.
Baru apareció entre un matorral cercano.
- ¡Baru!- dijo Tammy con alegría.
El Zeed emitió un gruñido y arqueó su espalda ante los intrusos, después de un momento Zero apareció entre los matorrales, llevaba la espada en la mano y miraba fijamente al Zeed.
- ¡Zero!…- dijo Tammy mirándolo fijamente.
Zero parecía como si no se percatara de la presencia de Tammy.
- “No ha venido por mi, a él solo le interesa el Zeed”- pensó y una sonrisa triste se dibujo en su rostro.
El Zeed se lanzó al ataque utilizando sus enormes garras, Zero saltó y evitó que el Zeed lo alcanzara. Baru en ese mismo instante corrió hacia Tammy, ella lo tomó en sus brazos.
- Estaba muy preocupada por ti, pensé que te había pasado algo malo- dijo Tammy abrazándolo con fuerza.
El felino maulló como indicándole que se encontraba bien y lamió su cara.
La batalla continuaba, Zero no perdía de vista ni un solo momento a su oponente, el Zeed intentó realizar un ataque directo, pero Zero agitó la espada y la corriente de aire hizo que el Zeed retrocediera y cayera con fuerza contra uno de los árboles, el grueso tronco del árbol se había agrietado y el Zeed se había enterrado algunos centímetros en la corteza. Zero caminaba hacia el Zeed, la hoja de su espada brillaba con la luz de la luna, el Zeed estaba agotado y el último golpe lo había dejado muy mal herido, el Zeed se levantó de nuevo y emitió un fuerte rugido, saltó en el aire para dirigir un ultimo ataque, Zero eludió el golpe con la espada e hizo una abertura en el vientre del Zeed, la criatura cayó lentamente al suelo, Zero no mostraba tener ninguna compasión. Cuando el Zeed cayó al suelo, Zero se acercó a él, el Zeed ya no podía moverse, la sangre comenzaba a rodearlo, el Zeed emitió un agudo sonido suplicante, Zero empuñó la espada para atravesarle el pecho.
- ¡NO!...-gritó Tammy cuando la espada estaba apunto de atravesar el pecho de la criatura.
Zero la miró fijamente sin entender el por que lo detenía.
- Por favor detente- dijo con la cabeza baja- no lo mates, te lo suplico, no lo haga- Tammy miró fijamente a Zero y las lagrimas salían de sus ojos.
- Sabes que no puedo dejarlo con vida- dijo seriamente mirando al Zeed que se encontraba casi agonizante.
- No quiero ver que alguien más muera, ya es suficiente, nadie más debe sufrir….- Tammy lloraba con la cabeza agachada.
Las lágrimas rodaban por sus mejillas y Baru quien la miraba preocupado, recibió una de sus lágrimas en la cabeza, el minino maulló intentando consolarla.
- Tammy…- dijo Zero mirándola y luego miró a la criatura que estaba delante de él, Zero bajó la cabeza y fue retirando lentamente la espada del pecho del Zeed.
Pero de pronto unos pasos se escucharon sobre la hierba, Zero dirigió su mirada hacia un lugar en las sombras; la figura de un hombre apareció, éste tenia un gabán café y un sombrero que cubría su rostro.
- ¿Quién es y que es lo que quiere?- le preguntó Zero sin dejar de mirarlo.
En el rostro del hombre se dibujo una sonrisa y de su mano surgió una especie de cuchilla, con una velocidad sorprendente se dirigió hacia Zero, éste pudo detener el ataque del extraño individuo con su espada.
- Krytoin…- dijo Zero en un tono bajo cuando chocaron los dos metales.
Zero cayó aún lado recorriendo un buen trayecto por la hierba, el extraño cayó de pie a unos cuantos pasos. Zero lo miró fijamente y empuñó su espada, no entendía como alguien podía manipular el Krytoin de esa manera.
El extraño individuo comenzó a caminar hacia Zero empuñando su espada con una sola mano, Zero saltó en el aire y rápidamente le lanzó un ataque, el sujeto lo detuvo sin ningún problema y le lanzó un ataque posterior, Zero logró eludirlo y cayó al suelo de pie, pero de pronto sintió un dolor en su abdomen y tuvo que colocar una rodilla en el suelo y apoyarse con la espada para no caer, el extraño le había propinado un fuerte golpe cuando había eludido el ataque de la espada, había sido tan rápido que no se había dado cuenta de ello, Zero escupió un poco de sangre en el suelo.
- ¡Zero!- Tammy lo miró asustada.
- Aléjate…- le dijo mientras se ponía de pie y desclavaba la espada del suelo.
- Zero…- dijo Tammy mirándolo preocupada.
El hombre corrió rápidamente hacia Zero, su velocidad era sorprendente, Zero eludió el ataque y la lucha comenzó, Tammy observaba lo que sucedía, los dos eran demasiado rápidos, lo único que Tammy podía ver era el brillo de las espadas cuando chocaban, Tammy no entendía quien era ese extraño hombre ni porque los atacaba, pero había algo en su interior que se agitaba, algo que le decía que se encontraban en un gran peligro.

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CAZADORES DE DIMENSIONES   (Shonen) - Página 2 Empty Re: CAZADORES DE DIMENSIONES (Shonen)

Mensaje por Invitado Lun Mayo 11, 2009 7:56 pm

Zero luchaba con todas sus fuerzas, aunque el era muy rápido, su velocidad no se comparaba con la de aquel sujeto, a duras penas podía defenderse, pero no sabía hasta cuando más podría resistir. El extraño en un rápido movimiento hizo que Zero perdiera la guardia, se encontraba expuesto a un ataque directo.
- ¡Zero!- la voz de Hatoru se escuchó entre los árboles.
El báculo que Hatoru se dirigió hacia el extraño, mientras este evitaba el ataque, Zero aprovechó la oportunidad y lanzó un golpe con su espada; el sujeto cayó al suelo con violencia, el sombrero que tenia en la cabeza cayó partido en dos.
- Llegue… justo a tiempo- dijo Hatoru recuperando el aliento.
- Tardaste demasiado- dijo Zero con su actitud de siempre.
- De nada, fue un placer salvarte el pellejo de nuevo- dijo Hatoru irónicamente mirando a Zero un poco enojado- ¿Y que rayos era esa cosa?, no parecía ser un Zeed- Hatoru observó al individuo que se encontraba a unos cuantos metros.
- No lo se, lo único que se es que puede manipular el Krytoin al igual que Eido- dijo Zero también mirando al extraño sujeto.
- ¡¿También puede manipular Krytoin?! debes estar bromeando, entonces…puede tratarse de un Wouk.
- No estoy seguro, hay algo extraño en él.
- Debe haber sido este sujeto el que interfirió con la señal del rastreador, casi no logro encontrar este lugar.
- ¡Zero, Hatoru!- Tammy corría hacia ellos con Baru en sus brazos.
- ¡Hola!- Hatoru la saludaba con una mano y sonriendo.
Zero sintió algo y miró a Tammy, ella venia corriendo hacia ellos. Parecía que todo caminara en cámara lenta; un rayo de energía salió del lugar en donde se encontraba el extraño y se dirigía hacia Tammy.
- ¡TAMMY!- le gritó, pero ya era demasiado tarde para salvarla.
Tammy miró asustada la bola de energía que se dirigía hacia ella, cerró los ojos y apretó fuertemente contra su pecho al pequeño Baru, pero sucedió algo inesperado, Tammy abrió sus ojos y vio con sorpresa que el Zeed que la había secuestrado se encontraba allí, el Zeed había detenido el ataque del extraño con su cuerpo.
- “¿Por qué?...”- Zero miraba sin entender lo que ocurría.
Hatoru tampoco podía creer lo que estaba viendo; el Zeed había sacrificado su vida para salvar a un humano.
La energía estalló en el cuerpo del Zeed y cuando el brillo se detuvo el Zeed recuperó su forma humana y cayó al suelo.
Zero y Hatoru que miraban la situación volvieron su rostro hacia el extraño, el sujeto se encontraba de pie y con la cabeza agachada, sus brazos estaban extendidos delante de él, de sus manos salía un poco de humo, el hombre levantó la cabeza lentamente mirándolos a ambos, Zero y Hatoru quedaron sorprendidos con lo que vieron; gran parte del rostro del hombre estaba cubierto por un metal brillante, pero debajo de éste podían observarse las venas moverse como si el metal fuera algún tipo de piel, en el sitio donde debería estar un ojo, brillaba una esfera en un tono azulado, una parte del rostro mostraba la imagen humana de un hombre joven, en la cabeza podía verse la huella del golpe de la espada de Zero.
- ¿Pero que diablos es esta cosa?- dijo Hatoru preparando su báculo para un ataque.
- Es un Ugac…- dijo Zero sin dejar de mirar al sujeto.
- ¿Un Ugac?- preguntó Hatoru bastante sorprendido.
Zero empuñó su espada y miró fijamente a su oponente; sabía que esta vez, el combate no seria sencillo.

- ¡No!- Tammy se acercó al hombre.
Baru saltó de sus brazos y se coló al lado del hombre.
- Por favor, no se muera- dijo Tammy con lágrimas en los ojos y mirándolo fijamente.
- Es…ta…a…sal…vo…me…alegro…- el hombre sonrió por ultima vez y murió.
La semilla que brillaba en su pecho se apagó de repente.
- Gracias…- dijo Tammy mientras las lágrimas se deslizaban por su rostro.
Tammy volvió su vista a la batalla que se desarrollaba.

El combate comenzaba de nuevo, Hatoru y Zero se movían lo más rápido que podían, Hatoru lanzó un ataque con su báculo, pero el Ugac lo bloqueó sin el menor problema, Zero también intentó un ataque, pero tampoco su ataque logró herirlo. Zero y Hatoru iban a realizar un ataque al mismo tiempo, pero el Ugac desapareció en un rápido movimiento, los dos quedaron confundidos buscando a su oponente, pero este no parecía estar en ningún lado.
- ¡ZERO, CUIDADO, DETRÁS DE TI!- le gritó Tammy.
Zero volvió a mirar, pero fue demasiado tarde, el Ugac se encontraba allí, y tanto a Zero como a Hatoru les propinó un fuerte golpe en el abdomen, los dos chicos cayeron al suelo violentamente, escupiendo sangre de sus bocas. Tammy miraba paralizada la situación, no sabia que podía hacer.
Hatoru estaba en el suelo a un paso de la inconciencia, Zero intentaba levantarse, pero era difícil, era la segunda vez que el Ugac le propinaba un golpe de esa magnitud, era muy probable que tuviera una costilla fracturada, por la boca de Zero corría un hilo de sangre. El Ugac se acercó a ellos, en su mano nuevamente apareció la cuchilla, esta vez no iba a ser solo un juego. El Ugac lanzó el primer ataque, Zero lo detuvo con la espada, aunque estuviera herido, Zero hacia lo posible para continuar luchando, a cada nuevo ataque Zero lucia más cansado, el combate se había prolongado demasiado y además no solo la batalla con el Ugac había reducido sus fuerzas sino también la lucha con el Zeed, Zero estaba a punto de llegar al limite de sus fuerzas.
Tammy sabia que tenia que detenerlo, que Zero no resistiría por más tiempo, pero también sabia que Zero no se detendría, que haría lo posible por derrotar a su oponente aunque eso le costara la vida.
- Es un tonto…- dijo Tammy llorando y golpeado el suelo con sus puños, sus lagrimas chocaban contra la hierba.
Baru miró a Tammy y luego su vista se fijó en Zero quien combatía desesperadamente.

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Mensaje por Invitado Lun Mayo 11, 2009 7:56 pm

Las espadas brillaban con cada choque de las cuchillas, Hatoru se levantó lentamente, aquel golpe había sido demasiado fuerte, no entendía como Zero podía continuar luchando si el casi no podía moverse a causa del dolor. Zero en un hábil y rápido movimiento logró hacer que el arma del Ugac se le cayera de las manos, Hatoru aprovechó el momento y se lanzó a atacarlo por la espalda, los dos estaban a ambos lados del Ugac y se disponían a destruirlo con sus armas, pero de pronto del cuerpo del Ugac salio una energía oscura que exploto a su alrededor, era muy similar a la que habían visto cuando enfrentaron a Eido. La energía los arrojó lejos, Hatoru chocó contra uno de los árboles con gran fuerza y quedo inconsciente en el suelo, Zero cayó con gran violencia al suelo y rebotó un buen trayecto. Tammy observó a ambos chicos, Hatoru estaba debajo de un frondoso árbol inconsciente y Zero se encontraba a unos cuantos pasos boca a bajo también inconsciente, no sabía que podía hacer, ahora todo estaba perdido, no tenían ninguna esperanza. El Ugac se acercaba lentamente a Zero, preparaba su espada para acabar de una vez por todas con su enemigo.
Tammy recordó todas las veces que Zero le había salvado la vida.
- No puedo permitir que Zero muera- dijo en un tono bajo mientras se levantaba del suelo- el se arriesgado muchas veces por mi- dijo con la cabeza agachada.
Baru la miró sin entender lo que quería hacer.
- Es el momento de que yo haga lo mismo por él- dijo levantando el rostro y mirando al Ugac con decisión.
El Ugac ya se encontraba a solo unos pasos y se preparaba para el ataque final.
- ¡DETENTE!- le gritó Tammy.
El Ugac se detuvo y miró a la persona que lo había interrumpido, la chica lo miraba sin mostrar ningún temor, su cabello era movido por el viento al igual que su vestido.
- ¡Si quieres a alguien es a mi, ven, no te tengo miedo!- le dijo con decisión.
Al Ugac la invitación pareció interesarle y se dirigió hacia Tammy; una vez había intentado matarla, pero no había logrado su objetivo, esta vez no fallaría. Tammy lo miraba fijamente; no escaparía, así tal vez mientras él se encargaba de ella, Zero podría recuperar la conciencia y escapar, si pensaba que él estaba a salvo sabía que todo estaría bien.
Zero comenzó a despertarse lentamente, su cuerpo no le respondía, se sentía demasiado cansado, sabia que en cualquier momento perdería la conciencia de nuevo, su vista era borrosa, no podía enfocar lo que ocurría, pero luego de unos minutos todo estaba claro, el Ugac se acercaba a Tammy y se disponía a acabar con ella.
- No…puedo…permitirlo…- dijo mientras intentaba levantarse.
El Ugac levantó su brazo con la enorme cuchilla y se disponía a partir en dos a la chica.
- “Zero…”- Tammy cerró los ojos.
- ¡NO LO PERMITIRE!- gritó Zero mientras observaba al Ugac.
Una luz comenzó a brillar a unos pasos de ellos, el Ugac fijó su mirada en el lugar de donde procedía la extraña luz, Tammy y Zero se encontraban asombrados con lo que veían; Baru se hallaba iluminado en un brillo azulado, su cuerpo comenzaba a cambiar lentamente, ya no era un pequeño felino sino que ahora había adquirido la apariencia de una especie de bestia plateada, sus ojos azules intensos resaltaban sobre aquel brillo, cuando la transformación estuvo completa Tammy pudo apreciar que el pelaje de Baru flotaba en el aire similar a una llama de fuego blanco, su enorme cola caía magníficamente sobre el suelo y un leve brillo plateado flotaba a su alrededor.
- Un Anflut…- dijo Zero aún observando asombrado la nueva figura de Baru.
La cinta azul que Baru llevaba en el cuello cayó al suelo lentamente y Tammy la tomó entre sus manos.
- Baru…- Tammy lo miraba sin entender lo que sucedía.
El Ugac retrocedió a causa del brillo de la hermosa criatura, pero luego, después de recuperarse de la sorpresa atacó sin piedad, Baru eludió ágilmente los ataques, el Ugac parecía exasperado con la presencia de Baru, por alguna razón el que Baru estuviera allí hacia que el Ugac perdiera la concentración.
Zero se levantó y miró la batalla.
- “¿Cómo es posible que un Anflut se encuentre en este lugar?, Eso es imposible, además… ¿Cómo pudo despertar?”- pensó sin perder ningún movimiento del resplandeciente animal.
El Ugac desperado, le arrojó a Baru un ataque de energía de la misma manera que había hecho con Zero y Hatoru, pero el cuerpo de Baru brilló y la energía se disipo sin afectarle, Baru dio un largo salto y luego de su cuerpo salió una especie de llamarada blanca que chocó contra el cuerpo del Ugac, éste cayó al suelo hundiéndose unos cuantos metros en la tierra.
Baru cayó al suelo majestuosamente y su intensa mirada se fijó en Zero, la hermosa criatura se acercó al chico y luego de que ambos se miraran por un momento, Baru frotó su cabeza con ternura en la pierna de Zero, el acarició la cabeza del animal.
- Yo también me alegro de verte- le dijo Zero con una sonrisa.
Baru maulló de la misma forma que siempre lo había hecho.
- ¡Zero, Baru!- Tammy se acercó a ellos.
Al principio dudo un poco por la apariencia de Baru.
- No te preocupes, no te hará daño- le dijo Zero mirándola.
Tammy lo miró y luego miró a Baru, el animal maulló a modo de afirmación y Tammy lo abrazó.
- Me alegro de que estés bien- Tammy podía sentir el suave pelaje del animal, al igual que el leve calor de su cuerpo.
Baru también se encontraba muy feliz de que Tammy se encontrara a salvo, a pesar de su nueva apariencia Baru seguía siendo el mismo de siempre.
Zero tomó su espada y miró en la dirección en donde se encontraba el Ugac.
- Esto aún no ha terminado- dijo mirando fijamente el lugar- busca a Hatoru y salgan los dos de aquí.
- Pero… ¿Qué sucederá contigo?, no pienso dejarte solo con esa cosa, puedes morir…- le dijo Tammy suplicante.
- Nada me sucederá- le dijo sin mirarla- además Baru se encuentra conmigo.
Tammy miró a Baru quien le respondió con un maullido a tono de afirmación.
- Yo…
- Confía en mí- Zero la miro sonriéndole levemente.
Tammy se encontraba sorprendida, era la primera vez que Zero le sonreía.
- Está bien- le dijo también sonriéndole.
Tammy corrió en la dirección en donde se encontraba Hatoru.
Zero volvió su mirada hacia donde estaba el Ugac; Todo estaba tranquilo cuando de pronto la tierra comenzó a temblar y una gran explosión se vio en el lugar en donde Baru había arrojado al Ugac. Las piedras caían lentamente alrededor de la figura del Ugac, la gabardina que cubría su cuerpo había desaparecido por completo, dejando al descubierto el cuerpo de apariencia robótica del Ugac, así como en su cabeza las venas se movían debajo del Krytoin; lo único que le proporcionaba un poco de humanidad era la mitad del rostro de hombre que se observaba en su cabeza. Zero empuño su espada preparándose para el ataque, pero Baru llamó su atención.
- ¿Qué sucede?- le preguntó mirándolo fijamente- Acaso… ¿Deseas estregarme tu poder?
Baru afirmó con la cabeza, Zero cerró los ojos por un momento y luego los abrió mirando al Ugac con decisión.
- Está bien, hagámoslo- Zero empuñó la espada con ambas manos.
La energía de Baru comenzó a levantarse en el aire y después de unos momentos ésta se fusionó con la energía que expulsaba Zero de su cuerpo, el cabello de Zero comenzó a flotar en el aire y la tierra a su alrededor se elevaba.
El Ugac corrió velozmente hacia Zero para golpearlo con su brazo que ahora tenia reunida toda la energía de su cuerpo. El Ugac saltó en el aire para depositar su golpe en Zero, pero el chico no parecía inmutarse por ello, cuando el Ugac ya lo tenía en sus manos, Zero lo miró fijamente y una fuerte descarga de energía arrojó lejos al Ugac.
- Zero…- dijo Tammy mirándolo sorprendida.
Tammy intentaba levantar a Hatoru que lentamente recuperaba la conciencia.
- ¿Qué es…lo que sucede?- dijo mirando débilmente a Tammy.
- Zero esta luchando.
- ¿Zero?...-Hatoru miró el lugar de la batalla y quedo sorprendido.
Del cuerpo de Zero salía una extraña energía, Hatoru observó al extraño animal que se encontraba algunos metros, ya no tenía el brillo del principio, pero aún continuaba siendo igual de hermoso.
- ¿Qué es eso?- dijo Hatoru señalando a la criatura.
- Es Baru- dijo Tammy con una sonrisa.
- ¡¿Baru?!- dijo Hatoru con sorpresa- no puedo creerlo.
Zero saltó en el aire y una gran cantidad de energía se condenso en su espada, Zero la agitó en dirección del Ugac, éste intento detener el impacto con su propia energía, pero no pudo soportar el poder y la energía chocó contra su cuerpo, y la figura del Ugac fue desapareciendo en el brillo y luego no quedo nada de él.
La energía que rodeaba a Zero fue desapareciendo lentamente y volvió a su estado de siempre, Zero apoyó una rodilla en el suelo y clavó la espada en la tierra, respiraba con dificultad, aquel combate lo había dejado agotado, Baru rozó su cabeza cariñosamente en el cuerpo de Zero.
- Gracias… amigo- le dijo mirándolo mientras recuperaba el aliento.
Baru maulló con satisfacción, Tammy y Hatoru se acercaron a Zero y a Baru, Hatoru caminaba apoyado en el hombro de Tammy.
- Eso fue sorprendente- dijo mirando a Zero- nunca pensé que Baru fuera un Anflut, sabia que tenia algo raro, pero no de esa manera- Hatoru miró a Baru, el cual estaba siendo acariciado por Tammy- tampoco pensé que fueras capaz de manejar su poder.
- Yo tampoco lo sabia- dijo Zero mirando seriamente a Baru.
- Bueno, tal vez así sea más amable, no es así pequeño felino- dijo Hatoru intentando acariciarlo.
Pero… ¡Sash!, Baru rasguño la mano de Hatoru con una de sus garras.
- ¡Rayos!, tal vez cambio de apariencia, pero su carácter sigue siendo el mismo- Hatoru miró con enfado al animal.
Tammy reía con la situación.
- Pero ahora tenemos un problema mayor- dijo mirando a Baru- ahora será más difícil esconderlo.
- En eso tienes razón- dijo Hatoru cruzando los brazos y mirando al gran felino.
Zero miraba la luna, no entendía lo que había ocurrido aquella noche, eran muchas las preguntas que cruzaban por su cabeza, pero lo que más lo inquietaban era las imágenes que había visto en su cabeza cuando había fusionado su energía con la de Baru; las imágenes de combates aparecieron en sus pensamientos.
- “¿Qué es lo que significan?...”- dijo mientras miraba la luna.

Kayi sonrió detrás de uno de los árboles cercanos y comenzó a irse, perdiéndose en la oscuridad.

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CAZADORES DE DIMENSIONES   (Shonen) - Página 2 Empty Re: CAZADORES DE DIMENSIONES (Shonen)

Mensaje por Invitado Lun Mayo 11, 2009 7:59 pm

CAPITULO 16
“La calma después de la tormenta”


Zero caminaba apoyado en el hombro de Tammy, además de estar herido, se encontraba bastante agotado, Hatoru caminaba a unos cuantos pasos detrás de ellos, tenía un brazo en su abdomen y caminaba con un poco de dificultad, sus heridas no eran tan graves como las de Zero, pero le dolían un poco, Baru caminaba a su lado, todavía tenia la imagen de bestia aunque su cuerpo ya no brillara.
- Están seguros que quieren acompañarme, yo puedo ir sola, además ustedes necesitan descansar y recuperarse de las heridas- dijo Tammy mirándolos preocupada.
- No, es mejor así- dijo Zero sin mirarla y en un tono serio aunque se escuchaba un poco cansado.
- Yo estoy de acuerdo con Zero, es mejor no correr riesgos- dijo Hatoru con un poco de dolor.
- Pero yo puedo ir con ustedes hasta la vieja casona, pueden necesitar mi ayuda- dijo Tammy mirándolos.
- Tu madre estaba muy preocupada y debes tranquilizarla- le dijo Hatoru con una sonrisa.
- Está bien- dijo Tammy comprendiendo lo que quería decir.
- Hemos llegado- Zero miró una casa iluminada que se encontraba a unos pasos.
Tammy pudo ver que su madre estaba en la entrada acompañada por Kasumi, parecía que lloraba, su padre también se encontraba allí, éste se dirigía al auto para ir a buscarla.
- Debes irte- dijo Zero mientras se recostaba y se deslizaba lentamente hasta sentarse en el suelo con un poco de dolor en la pared del Jardín.
- Pero…- Tammy miró su casa y luego a los dos chicos.
- No te preocupes, estaremos bien- dijo Hatoru sonriéndole.
Tammy acarició la cabeza del felino.
- Hasta luego, y por favor cuídalos por mí- le dijo y el felino maulló a tono de afirmación.

La señora Ichido lloraba inconsolablemente; ya eran casi las diez y Tammy aún no regresaba, habían pasado cinco horas desde que había salido, todos ya se habían marchado a sus casa. Kasumi intentaba calmarla, pero ella también estaba muy preocupada por su amiga además el hecho de que Hatoru se hubiera ido a causa de un Zeed, no ayudaba mucho. Los motores del auto comenzaron a sonar cuando de pronto unos pasos se escucharon en la calle, la señora Ichido miró hacia el frente y pudo ver a su hija; Tammy la miraba fijamente sin decir nada, tenia el cabello suelto y un poco desarreglado, su ropa estaba sucia y maltratada, y tenia algunas pequeñas heridas.
La señora Ichido salió corriendo y abrazó a su hija, llorando desesperadamente, Tammy se mantuvo quieta sin decir nada.
- ¿En donde estabas?- le preguntó sin dejar de abrasarla y llorar.
Tammy no contestó, pero luego de unos minutos la abrazó y comenzó a llorar también.
Kasumi miraba la situación mientras lloraba, se sentía feliz por que Tammy había regresado sana y salva, el señor Ichido quien se había bajado del auto se acercó a Kasumi, una sonrisa se dibujo en su rostro, se sentía aliviado de que nada malo le hubiera pasado, pero luego algo llamó su atención, en la oscuridad le pareció ver algún tipo de animal que los observaba, pero había sido demasiado rápido y no podía estar seguro.

- Me alegro que todo haya salido bien- dijo Hatoru recostándose en la pared y mirando el cielo aún sosteniendo su abdomen.
- Yo también- dijo Zero también mirando el cielo.
Baru maulló observando la hermosa noche que se levantaba sobre sus cabezas.

- Con que fue todo un éxito- dijo un hombre que observaba detenidamente el cielo.
Éste se encontraba en una gran y lujosa oficina.
- Así es- dijo Kayi mientras encendía otro cigarrillo.
- Aunque debo reconocer que me sorprende que esa criatura aún continué con vida- dijo el hombre sin voltear a mirar a su invitado.
- Lo se, yo tampoco esperaba ver a uno de esos en esta época- dijo Kayi con una sonrisa mientras fumaba.
- Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que lo vi- el hombre sonrió.

Izumy se reía sin poder contenerse.
- No puedo creer lo que estas diciendo- dijo sin dejar de reírse.
- Izumy, a mi no me hace ninguna gracia- dijo Haruna un poco incomoda con la actitud de su amiga.
- Pero como puedes decir que no es gracioso que alguien se caiga en un hoyo en una calle en reparación- dijo sin poder contener la risa.
- Pero pudo haberse lastimado- dijo Haruna molesta.
Tammy se encontraba en silencio, gracias a Kasumi había podido idear una excusa razonable para lo que había sucedido, pero aún así se sentía mal al recordar los verdaderos hechos.
- Lo lamento- dijo Izumy mirándola un poco incomoda- no pensé que la habías pasado tan mal.
- No, no te preocupes por ello, realmente no fue nada grave- dijo Tammy con una sonrisa.
Las chicas guardaron silencio por un momento, Izumy realmente se sentía muy mal por haberse burlado de lo que le había sucedido a Tammy, Haruna al notar aquel silencio incomodo se apresuro a decir algo.
- Bueno, al menos tu no fuiste la única en sufrir un accidente este fin de semana- Haruna miró a Zero- Kimura también tiene algunas heridas.
Tammy miró a Zero; por su camisa sobresalían los vendajes que llegaban hasta su cuello, además su brazo también tenia algunos vendajes y en su rostro podía verse una banda.
- Entonces, es el momento apropiado para entregársela- dijo Izumy con su alegría de siempre.
Tammy volvió a mirar a su amiga.
- ¿Entregar que?- Haruna la miró sin entender.
- Mi declaración de amor- dijo enseñando una carta sellada con un corazón.
- ¿Tu declaración de que?- dijo Haruna sorprendida.
- He decidido declararle mis sentimientos a Kimura, además se que eso lo hará sentirse mejor- dijo con una sonrisa picara.
- Eres realmente una demente, ¿Cómo puedes hacer eso?
- Es solo que no puedo negar mis sentimientos- dijo Izumy mientras el aire se llenaba de rosa- además… también hice una para el capitán- Izumy sacó otra carta igual y le picó un ojo a Haruna.
Una gota gigante apareció en la cabeza de Haruna y Tammy.
Haruna suspiró con resignación.
- A veces no se que tienes en la cabeza- dijo mientras movía la cabeza de un lado a otro.
- Decir lo que sientes…- dijo Tammy en un tono bajo mientras miraba a Zero.

El timbre había sonado y todos se disponían a irse a sus casas. Izumy, Tammy y Haruna se encontraban en los casilleros de la entrada de la escuela, Izumy depositó su carta de amor por una de las rendijas en uno de los casilleros.
- No entiendo por que no se la entregas personalmente- dijo Haruna en un tono bajo mientras cubría la hazaña de su amiga.
- Por que así es más romántico- dijo introduciendo la carta- Tammy ¿Alguien se encuentra por ahí?
- Aún no- dijo Tammy quien vigilaba la puerta- espera, alguien se acerca.
- Vamos, no perdamos tiempo- Izumy tomó a ambas chicas por el cuello, las jaló como si fueran muñecas y corrió con ella levantando una gran nube de polvo, y se escondió detrás de otros casilleros cercanos.
Todos los estudiantes comenzaron aparecer, muchos conversaban entre ellos comentando lo que habían echo el fin de semana. Zero apareció con su actitud de siempre y abrió su casillero; un montón de cartas cayeron al suelo y el se agachó a recogerlas. Izumy se quedo como una piedra.
- Parece que no fuiste la única a la que se le ocurrió la idea- dijo Haruna en tono de burla.
- No puedo creerlo y todo que estaba tan perfecto- dijo Izumy mientras su cuadro romántico se rompía en mil pedazos y bajaba la cabeza con desaliento- pero no me rendiré, aún tengo una oportunidad- Izumy se levantó con decisión- aún me queda el capitán, y esta vez me asegurare que todo salga bien- Izumy salió corriendo como alma que lleva el diablo.
- ¡Izumy!- Haruna suspiró- es mejor que la siga quien sabe que clase de tontería pueda hacer- Haruna salió corriendo detrás de Izumy.
Tammy se quedó sola, sonriendo sin saber que más hacer, pero luego su mirada se fijó en Zero, quien continuaba recogiendo las cartas.
Zero reunía la gran cantidad de cartas sin mirar a nadie más, no era la primera vez que le ocurría, Zero vio como alguien se arrodillaba a su lado y le ayudaba a recoger; cuando tenían todas las cartas, las depositaron en la maleta de Zero, éste se levantó sin decirle nada a Tammy y tomó sus zapatos del casillero.
- Por lo que veo tienes otros problemas además de los Zeed- dijo Tammy con una sonrisa.
- No es nada de importancia- dijo Zero sin mirarla, comenzando a caminar.
- Puede que sea así- dijo sonriendo y caminando a su lado.
Zero caminaba en silencio con una mano en el bolsillo y la otra que sostenía su maleta por encima de su hombro, Tammy caminaba sujetando la maleta con ambas manos delante de sí, caminaba en silencio y sin mirarlo.
- Pensé que no vendrías hoy a la escuela- dijo aún sin mirarlo.
- Las heridas no fueron demasiado graves- Zero miraba el camino.
- Estaba muy preocupada por ustedes, no sabia como habían terminado las cosas, pero me alegra que Kasumi hubiera podido ayudarlos- dijo Tammy mirándolo con una sonrisa.
Zero la miró por un momento y luego continúo mirando al frente.
- Pero aún no se por que Kasumi no vino hoy a la escuela, según lo que dijo el profesor se encontraba indispuesta, aunque es algo extraño por que hable con ella esta mañana y parecía que estaba bien.
Zero no respondió nada, pero de repente se detuvo y colocó una rodilla en el suelo sujetando la parte baja de su pecho con dolor. Tammy se arrodillo a su lado sujetándolo.
- “Como lo suponía, aún no se recupera del combate…”- pensó mientras lo ayudaba a levantarse- ¿puedes caminar?
- Si- dijo, pero parecía que le costaba un poco mantener el equilibrio.
- Déjame ayudarte- Tammy hizo que Zero se apoyara es su hombro.
Los dos comenzaron a caminar lentamente.
- No deberías esforzarte tanto, tu cuerpo debe recuperarse y es mejor que descanses- dijo Tammy sin mirarlo- sabes, a veces es bueno confiar en los demás y permitir que ellos te ayuden- le dijo con una dulce sonrisa.
Zero miró a Tammy fijamente por un momento, desde que la había conocido había sentido algo extraño, algo que le hacia pensar que podía confiar en ella, Zero volvió a mirar al frente, solo había conocido a una persona que le producía el mismo sentimiento y ese era…Masao.
- Zero yo…quería decirte algo desde hace algún tiempo- Tammy no se atrevía a mirarlo, su rostro se sonrojo levemente- yo quería decirte que tu…- Tammy lo miró, sus ojos brillaban con la luz del día.
- ¡Zero, Tammy!- dijo Hatoru dirigiéndose hacia ellos- los estaba buscando…y… ¿ustedes que están haciendo?- dijo mientras miraba con un poco de malicia como Zero tenia la mano alrededor de los hombros de Tammy.
- No, no es lo que piensas- dijo Tammy con la cara totalmente roja y negando con las dos manos.
- En serio…- dijo Hatoru con cara de “no lo creo así”.
Zero continúo caminando sosteniendo la herida de su pecho.
- Zero, ¡Espera!- le dijo Tammy mirándolo preocupada.
- Ya me encuentro mejor- dijo sin mirarla.
- Esta bien- Tammy caminaba detrás de él.
- ¿Y que es lo que quieres?- dijo Zero en su tono de siempre.
- Yo…realmente nada- dijo Hatoru sudando un poco- solo quería acompañarlos.
Tammy lo miró con cara de “Eso no me lo creo”.
- Apuesto a que te metiste a algún problema- le dijo mirándolo inquisidoramente.
- No tengo… ningún problema...-dijo un poco nervioso.
- Con que no…- Tammy empezaba a sospechar que algo guardaba.
Un grupo de chicas apareció unas calles más adelante.
- ¿A dónde se habrá ido?- se le escuchó decir a una de las chicas.
Hatoru se escondió detrás de Tammy.
- Si preguntan si me han visto, diles que me he ido algún país lejano, nos vemos- Hatoru comenzó a correr al lado opuesto de las chicas.
- Como tu digas- dijo Tammy con una sonrisa picara, la situación comenzaba a gustarle.
- Ichido ¿has visto al capitán?- preguntó una de las chicas mientras las otras suspiraban mirando a Zero.
- Si, se fue por allá- dijo Tammy señalando el lugar por donde se había ido Hatoru- si se apresuran lo alcanzaran- dijo de forma inocente.
- ¡Muchas gracias!- las chicas comenzaron a correr hacia la dirección señalada.
- Esto será muy divertido, me gustaría ver el rostro de Hatoru cuando lo encuentren- dijo Tammy sonriendo con malicia.

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Mensaje por Invitado Lun Mayo 11, 2009 7:59 pm

Zero y Tammy llegaron a la casa, Baru corrió hacia ellos para dales la bienvenida, Baru tenía su apariencia de siempre, al parecer después de que Tammy se fuera había regresado a la normalidad. Zero se dirigió hacia la sala y se sentó en el suelo recostándose en una de las paredes.
- Debes descansar- dijo Tammy colocándose de rodillas a su lado.
Baru maulló como expresando que estaba de acuerdo con Tammy.
- Lo haré- dijo Zero mientras cerraba los ojos.
- Que te parece si preparo té- dijo Tammy con alegría- se que te hará sentir mejor- Tammy se levantó del suelo emocionada- no me tardare.
Tammy corrió hacia la cocina con Baru detrás, sabia que tenia que hacer todo lo posible para que Zero se sintiera mejor, ya que era lo único que estaba en sus manos.
- “Haré mi mejor esfuerzo…”- se decía así misma mientras preparaba el té.
El té comenzaba a hervir y la cocina parecía un campo de batalla, todo estaba regado por todas partes. Baru sacudió un poco de azúcar que le había caído en la cabeza. Tammy servia el té con cuidado, sus manos estaban vendadas y su uniforme se encontraba manchado con casi todo lo que había en la cocina.
- Ya casi…-dijo mientras llenaba los vasos con el té-¡lo logre!- dijo con alegría levantando las manos, las cuales chocaron contra la repisa haciendo que el tarro de la harina cayera desparramando todo su contenido.
Tammy tosió con su cabeza llena de harina, al igual que el pequeño Baru quien también se encontraba en la misma situación.
- ¿Por qué me sucede esto a mí?- dijo Tammy mientras bajaba la cabeza con desaliento.

Tammy le llevó el té a Zero, pero al llegar a su lado se dio cuenta que Zero se había quedado dormido, Tammy se arrodilló cerca de él, dejo la bandeja con el té a un lado y lo miró por un momento.
- “Realmente estaba cansado”- Tammy se levantó y se dirigió a una de las alcobas, regresó con una manta y cubrió a Zero con ella.
Tammy lo miró por un largo tiempo, tenia que aceptar que se veía bastante lindo dormido, eso le hizo recordar la primera vez que lo había visto, así como en esta ocasión el se había quedado dormido. Tammy sonrió y Baru maulló como pidiendo una explicación.
- Es mejor que lo dejemos descansar- dijo mientras le sonreía.
Baru entendió, Tammy se levantó del lado de Zero y lo miró por última vez.
La puerta de la casa se abrió y Kasumi entró sosteniendo un paquete.
- Hola- dijo con su dulce sonrisa.
- Hola, pensé que no te vería hoy, el profesor dijo que te sentías enferma- Tammy la miró un poco preocupada.
- Solo fue un pequeño mareo, pero la señorita Hatsuna exageró demasiado- dijo con una sonrisa.
Kasumi miró al lugar en donde dormía Zero.
- Por lo que puedo ver Zero fue a la escuela hoy- dijo Kasumi mirándolo.
- Si, es un necio- dijo Tammy cruzando los brazos enfadada- nunca hace caso- Tammy lo miró un poco triste- el siempre se esfuerza demasiado.
- Lo se- dijo Kasumi mirándolo con comprensión- por el momento lo único que podemos hacer es apoyarlos- dijo con una sonrisa.
- Tienes razón- dijo Tammy también sonriendo- aunque debo decir que me gustaría que ese par de locos tuvieran un poco más de cuidado, así nos ahorrarían mucho en vendajes- dijo Tammy con una sonrisa divertida.
- Si, pero…hablando de locos, ¿En donde se encuentra Hatoru?- preguntó Kasumi mirando hacia todos los lados.
- En este momento debe estar escondido en algún lugar- dijo Tammy sin darle mucha importancia- tal vez eso le enseñe a que no debe aceptar todas las citas que le propongan.
- Bueno, creo que si que tendrá una gran lección- dijo Kasumi riéndose- es mejor que preparemos algo de comer- Kasumi se dirigió a la cocina- después de eso tendrá mucha hambre.
- ¡¿Hambre?!- Tammy recordó como estaba la cocina- bueno…yo no creo que sea muy buena idea.
- ¿A que te refieres?- le preguntó Kasumi sin entender, pero cuando entró a la cocina quedo sorprendida con lo que vio y la bolsa con comida se le cayó de las manos.
- Yo…iba a decírtelo- dijo Tammy sonriendo sin saber que más hacer.
- Esto…es… un desastre- Kasumi aún no se recuperaba de la conmoción.
Baru maulló mientras pisaba la harina que se encontraba en el suelo.

La puerta se abrió intempestivamente, Hatoru la cerró con prisa y se sentó en el suelo recuperando el aliento; había sido toda una pesadilla, esas chicas lo había perseguido por casi tres cuadras, parecían dispuestas a quedarse con un pedazo de él, al final había logrado escapar gracias a la ayuda de Izumy, pero ahora tenia que recompensarla teniendo una cita con ella. Hatoru suspiró con resignación.
- Por fin apareces- le dijo Tammy con una sonrisa burlona.
- Pero no gracias a ti- le dijo Hatoru molesto.
- Yo solo quería ayudarte.
- Gracias a tu ayuda casi no logro salir con vida de las manos de esas chicas, estoy comenzando a pensar que ellas son más peligrosas que los Zeed- dijo Hatoru suspirando.
Tammy comenzó a reírse ante la situación.
- Me alegra que te divierta mi desgracia, por tu culpa ahora tengo ocupado todo el fin de semana- Hatoru miró enfadado a Tammy.
- Bueno, al menos deberías agradecerme que tienes algo que hacer- dijo Tammy sin dejar de reírse.
- Y… ¿en donde se encuentra Zero?- dijo Hatoru mirando el lugar.
- ¿Zero? El se encuentra…- Tammy miró el sitio en donde Zero se había recostado, pero vio que solo estaba la manta doblada- hace un momento se encontraba allí.
- Hola Hatoru- Kasumi salía de la cocina con una bolsa que llevaba los destrozos de Tammy.
- Hola- dijo sin mirarla y luego se dirigió al ático- tengo que hablar con Zero, hay un asunto muy importante que debemos atender- dijo seriamente y subió por las escaleras.
- Y… ¿Qué es lo que le sucede?- preguntó Kasumi sin entender la actitud de Hatoru.
- Es solo que no quiere que le pregunten lo que sucedió con las chicas y con su cita inesperada- dijo Tammy entre risitas.
- Ya entiendo- dijo Kasumi mirando las escaleras.

Zero se encontraba sentado en su lugar de siempre, el descanso le había ayudado un poco. Zero volvió activar el rastreador, pero solo podía ver interferencia en la pantalla.
- ¿No logras contactarlos todavía?- dijo Hatoru acercándosele.
- La señal esta muerta- dijo mientras desaparecía la pantalla y cerraba la mano.
- Mi rastreador tampoco funciona, así que solo nos queda esperar- Hatoru se recostó contra la pared- aún piensas en lo que sucedió esa noche.
- Si- dijo Zero mientras miraba por la ventana- es muy posible que el Ugac que enfrentamos solo fuera un prototipo.
- A mi me pareció demasiado fuerte para ser un simple prototipo- dijo Hatoru mirando el techo.
- Creo que intentaban asegurarse de que funcionara bien antes de utilizarlo.
- Un Ugac… nunca pensé que vería uno de esos- Hatoru miró a Zero- creí que habían eliminado todas las fuentes de energía y por esa razón no podían reactivarse de nuevo.
- Así fue- Zero cerró los ojos- pero parecen que encontraron otra forma de activarlos.
- Pero ese Ugac era algo diferente a lo que muestran los informes- Hatoru recordó la apariencia del Ugac- me dio la impresión de que no era del todo una maquina, era como si lucháramos con algo que ya habíamos visto antes.
Zero no dijo nada, pero su expresión hacia notar que estaba de acuerdo con las palabras de Hatoru y que además esto le preocupaba.
Las voces de Tammy y Kasumi interrumpieron la conversación; Tammy le contaba a Kasumi lo que había sucedido con Hatoru, Kasumi sonreía divertida. Al ingresar al ático, las dos quedaron en silencio al ver los rostros de los dos chicos.
- ¿Sucede algo malo?- preguntó Kasumi mientras dejaba en una mesa cercana algo que había traído para que comieran.
- No es nada de importancia, solo pensábamos en lo que ocurrió la otra noche- dijo Hatoru con una sonrisa y luego se acercó a la comida.
- Es sobre esa cosa- dijo Tammy mirando a Hatoru y luego a Zero.
Zero no volteó a mirarla y Hatoru detuvo su mano antes de coger uno de los panecillos que había en la bandeja.
- ¿Creen que otra de esas cosas volverá a atacar de nuevo?- preguntó Tammy sin dejar de mirarlos.
Ninguno de los dos contestó, Kasumi miraba a los dos chicos un poco preocupada.
- No estamos seguros- dijo seriamente Hatoru después de un tiempo.
Todos guardaron silencio sin atreverse a decir nada más, al parecer la situación que enfrentaban era bastante delicada y era muy poco lo que podían hacer. Tammy al notar la preocupación de todos decidió hacer algo.
- Pero no todo esta perdido- dijo con ánimos- se que podemos ganarles, además tenemos a Baru de nuestro lado- Tammy miró al pequeño Baru que se encontraba a sus pies.
- Baru…-Zero volvió su rostro hacia el felino al igual que Hatoru.
- Tienes razón- dijo Hatoru con una sonrisa, pero luego adquirió una expresión seria- pero aún no puedo creer que Baru sea un Anflut además ¿como pudo llegar hasta acá?- Hatoru miró a Zero- ¿sabes algo sobre esto?
- No, cuando yo llegue el ya se encontraba aquí- dijo Zero seriamente cerrando los ojos.
Hatoru miró a Baru fijamente.
- Me gustaría saber como llegó hasta acá y cuanto tiempo lleva en este mundo.
- Disculpa- dijo Kasumi tímidamente llamando la atención de Hatoru- me gustaría saber una cosa… ¿Qué que un Anflut?
- Si, yo también quiero saberlo- dijo Tammy mirando con curiosidad a Hatoru.
- ¿Los Anfluts?, bueno…es algo difícil de explicar- dijo mientras se rascaba la cabeza- los Anflut fueron el resultado segundario de la creación de los Wouks, al parecer los científicos descubrieron que al manipular la diferencia genética que existía entre humanos y animales podían crear un nuevo tipo de criatura.
- Entonces ¿La base genética de Baru es humana?- dijo Kasumi sorprendida.
- Así es.
- Eso es increíble- dijo Tammy tomando a Baru entre sus brazos.
Hatoru se recostó contra una pared y cruzó los brazos.
- Pero la forma y el poder de la criatura dependía mucho del ADN que se tomara, por esta razón existían unos más fuertes que otros…- continuo- con el tiempo, los Wouk descubrieron que los Anflut servían para almacenar energía – Hatoru bajó la cabeza con una sonrisa- pero los Anflut poseían un gran problema; controlarlos era bastante complicado, entre más fuerte eran más difícil era controlar su energía, así que no habían muchos de ellos- Hatoru miró el techo- después de la guerra todos desaparecieron, o al menos eso pensábamos- dijo mirando a Baru y luego cerró los ojos- los Anflut siempre morían intentando salvar la vida de sus amos.
- Eso es muy triste- dijo Tammy mirando a Baru quien le Maulló tiernamente.
- ¿Pero nunca intentaron hacer nuevos Anflut?- preguntó Kasumi mirando a Hatoru.
- Toda la información sobre los Anflut y los Wouks se perdió en la última batalla- contestó Zero sin abrir los ojos.
Tammy y Kasumi lo miraron.
- Así fue- dijo Hatoru con una sonrisa-los científicos intentaron crear nuevos Wouk, pero solo consiguieron hacer simples imitaciones- Hatoru suspiró con resignación- los Wouk y los Anflut desaparecieron para siempre.
- Con que las cosas sucedieron así- dijo Kasumi de forma pensativa.
- Así que estas solo- dijo Tammy mirando con ternura al pequeño felino.
Zero miró al cielo de forma pensativa.

La noche había caído y Zero aún se encontraba sentado en la ventana mirando el cielo, en su mente rondaban las imágenes que había visto cuando la energía de Baru se había fusionado con la de él, tal vez aquellas imágenes eran recuerdos de antiguas batallas que había presenciado Baru en su pasado. Zero cerró los ojos; a su mente vino la imagen de la sombra de un hombre que se levantaba entre las llamas, sus ojos brillaban de un rojo intenso. Zero abrió los ojos y miró el cielo, no sabia el porque Baru le había mostrado aquellos recuerdos.
- “¿Que es lo que significan?”
- Sabia que estarías aquí- dijo Hatoru con una sonrisa mientras se acercaba a Zero.
Zero no respondió y continuo mirando el cielo, Hatoru se apoyó al otro extremo de la ventana y también miró el cielo.
- Realmente se parecen mucho- dijo mientras miraba fijamente las estrellas.
- Así es- dijo Zero sin dejar de mirar el cielo.
Hatoru suspiró.
- Aún no me has contado todo- dijo mirándolo fijamente- los dos sabemos que solo aquel que es dueño del Anflut puede manipular su poder y además por lo que pude ver anoche, Baru es demasiado fuerte para ser manejado de la manera que lo hiciste- Hatoru volvió a mirar el cielo- ¿Podrías explicármelo?
- Yo tampoco se lo que sucedió esa noche- Zero bajó la cabeza con una sonrisa irónica en su rostro- aunque lo quisiera no podría darte una respuesta.
- Lo entiendo- dijo Hatoru mirándolo con una sonrisa- esta misión cada día se complica más, hay muchas cosas que aún desconocemos- Hatoru miró el cielo de forma pensativa.

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Mensaje por Invitado Lun Mayo 11, 2009 8:01 pm

CAPITULO 17
“Una tarde de romance”


Tammy se encontraba recostada en la cama con los brazos extendidos; desde lo ocurrido el día de su cumpleaños su madre era mucho más precavida, casi no la dejaba salir a la calle y cada vez que lo hacia le daba una hora fija para que regresara. Tammy suspiró con desaliento, estaba muy aburrida, además no podía hablar con Kasumi ya que ella se hallaba en sus clases de violín, tampoco había podido encontrar a Haruna y a Izumy; Haruna había salido hacer las compras e Izumy tenia una cita. Tammy sonrió al recordar que Hatoru le había prometido a Izumy salir todo el fin de semana con ella. Tammy miró por la ventana; hacia un hermoso día y era un desperdicio quedarse encerrada sin hacer nada.
- Esto es realmente aburrido- dijo enojada- yo debería estar afuera divirtiéndome- Tammy apoyó sus brazos en la ventana y miró pensativamente el cielo, desde el día que había ido a la vieja casona después de clases no había podido regresar de nuevo- me preguntó que estará haciendo… - dijo con una sonrisa y luego su rostro se sonrojo casi de inmediato- soy una tonta- dijo moviendo la cabeza de un lado a otro, pero después bajó la cabeza con su rostro aún sonrojado.
Las cosas eran mucho más claras ahora; desde lo ocurrido aquella noche se había dado cuenta de sus sentimientos y que no podía negarlos, pero no sabia de que manera podía decírselo. Tammy miró el cielo y vio como una pequeña ave que estaba en un árbol cercano salía volando.
- ¡Tammy!- la llamó su madre desde el piso de abajo- ¡Izumy se encuentra al teléfono!
- ¡Voy!- dijo con alegría.
Tammy bajó las escaleras rápidamente y tomó el teléfono.
- Hola Izumy.
- Hola…-contesto la chica desde el auricular.
- Pensé que tenias una cita con Hatoru- dijo Tammy sin entender el por que Izumy la llamaba, ya que sabia que cuando Izumy pensaba en chicos no había nada más que le interesara.
- Si, aún me encuentro en mi cita, pero no te llamaba por eso…- Izumy hablaba de forma apresurada- no tengo mucho tiempo, así que escucha, necesito que vengas aquí rápidamente…
- No entiendo- Tammy estaba confundida- ¿Por qué quieres que vaya?
- No preguntes tanto y mejor apresúrate, nos vemos pronto.
- Izumy, espera…Izumy
Tammy intentó preguntarle algo más, pero Izumy ya había colgado el teléfono, Tammy bajó la cabeza suspirando con desaliento, conociendo a Izumy como la conocía; quien sabe en clase de problema se había metido.

- Te prometo que no me demorare- le dijo Tammy a su madre a modo de suplica.
- No estoy muy segura de esto- dijo la señora Ichido con desconfianza.
- No me sucederá nada malo, además estaré con Izumy.
- Eso es lo que más me preocupa- dijo la señora Ichido suspirando, recordando como era Izumy.
- Por favor.
- Esta bien, pero llámame si sucede algo malo, sabes que tu padre y yo nos preocupamos mucho por ti y no queremos que te suceda nada malo- dijo la señora Ichido con una sonrisa.
- Lo se, pero aún no se por que se preocupan tanto, yo puedo cuidarme so…- Tammy tropezó contra la mesa del recibidor- casi siempre- dijo mientras tocaba su cabeza con un poco de dolor.
Una gran gota apareció en la cabeza de la señora Ichido.
- Creo que estoy empezando a dudar si lo mejor es dejarte salir.
Tammy se despidió de su madre y salió apresuradamente de la casa.

Las calles estaban concurridas ese día, por el lugar podían observarse un gran número de parejas que habían decidido pasar una tarde romántica por el paraje, Tammy caminaba por la calle mirando a todos los lados.
- ¿En donde estará?...- dijo mientras su vista se dirigía a una café cercano que tenia expuesto una gran cantidad de pasteles.
A Tammy se le hizo agua a la boca y se dirigió a la vitrina para verlos de cerca, en ese momento se le olvido el propósito por el cual se encontraba en ese lugar, para ella solo existían los pasteles.
- ¡Tammy!- le gritó una voz conocida.
- Que…-dijo Tammy de forma distraída mirando a la persona que la llamaba.
- Te he estado buscando desde hace un buen tiempo- dijo Izumy quien venia acompañada de Hatoru el cual se hallaba un poco confundido con lo que estaba ocurriendo.
- Yo también te estaba buscando- dijo Tammy mirándola.
- Eso me di cuenta- dijo Izumy irónicamente mirando la vitrina.
- Bueno…eso…es que…- dijo Tammy intentando explicar la situación.
- Ahora no importa, vamos- Izumy tomó a Tammy del brazo y comenzó a caminar con ella apresuradamente.
- Izumy ¿Adonde vamos?- Tammy la miró confundida.
- Necesito que me confirmes algo- dijo Izumy sin mirarla.
- ¿Confirmar que?- Tammy no entendía lo que sucedía- ¿Sabes a que se refiere?- dijo Tammy mirando a Hatoru quien caminaba cerca de ella.
- A mi no me preguntes, ha estado así toda la tarde- dijo Hatoru sin darle importancia.
Izumy llevó a Tammy hacia un pequeño parque en donde se reunían muchas parejas y se ocultó detrás de un gran arbusto.
- Izumy ¿Qué es lo que estas haciendo?- la miró Tammy con curiosidad.
- Silencio- le dijo en un tono bajo.
- Por qué no nos dices de una vez que es lo que esta ocurriendo- dijo Hatoru de forma despreocupada acercándose a las chicas.
- ¡Escóndete!- le dijo Izumy jalándolo del cuello de la camisa y haciendo que Hatoru se diera un fuerte golpe.
- ¿Por qué actúas así?- le preguntó Tammy.
- Ella tiene razón, ¿Por qué tanto misterio?- dijo Hatoru mientras frotaba su cabeza con un poco de dolor.
- No hablen tan duro, no quiero que se den cuenta- dijo Izumy sin mirarlos.
- ¿Quiénes?- preguntó Tammy con curiosidad mirando al lugar donde Izumy miraba.
- Ellos- dijo señalando una banca cercana en donde se encontraban una pareja.
- ¿Aoi y Haruna?- dijo Tammy reconociendo a los dos chicos.
- Sabia que no me había equivocado- dijo Izumy con satisfacción.
- Creo que ya entiendo lo que sucede- Hatoru miraba a la pareja con detenimiento.
- Pero que tiene de malo que Haruna y Aoi salgan de paseo- dijo Tammy con inocencia.
- ¿Qué tiene de malo?, acaso no has visto como sonríen- dijo Izumy exaltada.
Tammy miró a los dos chicos; Haruna sonreía al igual que Aoi, parecían estar muy felices juntos.
- Yo no veo nada extraño- dijo Tammy sin encontrar nada malo en los dos amigos.
- No puedo creer que no lo notes- dijo Izumy suspirando con resignación.
- Los dos están enamorados- dijo Hatoru con una sonrisa.
- ¡¿Enamorados?!-Tammy no podía creer lo que escuchaba- pero como…- Tammy miró a los dos chicos y después miró a Izumy.
- Yo tampoco se cuando ocurrió- dijo Izumy lamentando su descuido.
- Esto es sorprendente- dijo Tammy mirando a Haruna y a Aoi aún sin creérselo.
- Bueno, es mejor que nos vamos- dijo Hatoru cerrando los ojos y levantándose del suelo.
- Si- dijo Tammy también levantándose y mirando por última vez a sus dos amigos.
Izumy tenía la cabeza baja y después de un momento miró a Haruna y a Aoi con una sonrisa.
- No van a pensar que voy a dejar que las cosas terminen así- dijo con una sonrisa picara.
- ¿Qué estas pensando?- dijo Hatoru mirándola con desconfianza.
- Creo que Haruna necesitará un poco de ayuda y yo soy la indicada para proporcionársela- Izumy cruzó los brazos y cerró los ojos con aires de sabiduría.
- No seria mejor dejarlos solos- dijo Tammy un poco insegura de la reacción que tendría su amiga.
- Si, Takahashi no beberías intervenir en esto, al parecer ellos prefieren arreglarlo por su propia cuenta- dijo Hatoru mirando a la pareja.
- A este paso serán ancianos cuando se confiesen lo que sienten, si no les doy una mano tal vez nunca lleguen a nada.
- No me parece buena idea- dijo Hatoru con cara de “esta chica lo va complicar todo”
- Hatoru tiene razón, mejor dejemos las cosas como están- dijo Tammy sin saber que más hacer.
- Sabia que tenia que conseguir alguien para Aoi, pero nunca pensé que seria Haruna…- Izumy hablaba para si misma sin escuchar a nadie más- ¡Ya lo decidí!- dijo con entusiasmo- ¡Haré que todo salga perfecto!- un aura de triunfo se dibujó a su alrededor mientras subía la mano señalando con un dedo hacia el cielo.
Una enorme gota se formó en la cabeza de Tammy y Hatoru.
- Compadezco a esos dos- dijo Hatoru moviendo la cabeza de un lado al otro con resignación.
- Si…-dijo Tammy riendo sin saber que más hacer y luego bajó la cabeza perdiendo toda esperanza.

Tammy suspiró con desaliento, Kasumi se encontraba con ella y había escuchado toda la historia.
- Así fue como ocurrió- dijo con una actitud abatida.
- Parece que las cosas se complicaron- Kasumi la miraba con comprensión.
- Así es y ahora Izumy esta obsesionada con la idea, no para de hablar sobre sus planes para hacer que Aoi y Haruna se confiesen sus sentimientos y ya sabes como es Izumy; cuando algo se le mete en la cabeza no hay nada que pueda detenerla- dijo Tammy mientras cerraba los ojos y negaba con la cabeza con resignación.
- Lo se- dijo Kasumi con cara de “yo también la conozco”
- Ahora no se que es lo que voy hacer, Haruna es la única que sabe como controlar a Izumy, además yo nunca he sido buena para estas cosas, Kasumi debes ayudarme- le dijo Tammy suplicante.
- Está bien- dijo Kasumi con una sonrisa.
- ¡Enserio!...- dijo Tammy mientras los ojos se le llenaban de lágrimas y ponía cara de perrito abandonado.
- Pero…-dijo Kasumi pensando un poco- creo que Izumy tiene algo de razón.
- ¡¿Qué?!- Tammy no podía creer lo que escuchaba- ¡Tu también!- Tammy señalaba a Kasumi como si se tratara de una persona con una enfermedad sumamente contagiosa- todos me han dejado sola.
Tammy se colocó en una pose melodramática de abatimiento.
- Espera, no es para tanto- dijo Kasumi intentando calmar a su amiga- solo digo que en vez de intentar detenerla deberíamos intentar ayudarla.
- No entiendo- Tammy la miró confundida.
- Yo también había pensado hacer algo para ayudar a Haruna y a Aoi- dijo Kasumi recordando su plan.
- ¡¿Tu ya lo sabias?!- Tammy se encontraba sorprendida.
- Si, desde hace algún tiempo- dijo Kasumi con una sonrisa.
- ¿Por que yo no me di cuenta de lo que sucedía?
- Es por que eres un poco distraída, a Haruna le gusta Aoi desde el primer día que lo vio y parece que a Aoi también le gusta Haruna aunque debo reconocer que no estaba muy segura de esto, pero con lo que ocurrió en el parque he despejado mis sospechas.
- Kasumi, en verdad eres muy observadora- dijo Tammy mirando a su amiga con admiración.
- No es para tanto, es solo que era bastante obvio- dijo con una sonrisa.
- No me lo recuerdes- dijo Tammy con desaliento.
- Yo había pensado que lo mejor era esperar a que ambos se tuvieran un poco más de confianza, pero dadas las circunstancias…- Kasumi recordó a Izumy- debemos hacer que Aoi y Haruna tengan una cita.
- ¿Una cita?...y ¿Cómo lo lograremos?
- Hablaremos con los dos por separado, será algo así como una cita a ciegas- dijo Kasumi con una sonrisa picara.
- ¿Una cita a ciegas?- Tammy no estaba muy segura de la idea- ¿Estas segura que funcionara?
- Confía en mí- dijo Kasumi con una sonrisa.

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Mensaje por Invitado Lun Mayo 11, 2009 8:01 pm

Convencer a Izumy no fue sencillo; Izumy estaba convencida que lo mejor era arrastrar a los dos y hacer que ambos se dijeran lo que sentían, pero gracias al tacto que tenia Kasumi logró que Izumy siguiera el plan; la primera parte del plan consistían en hacer que Haruna y Aoi aceptaran su cita misteriosa.
- No estoy muy segura de esto- dijo Haruna mientras terminaba de leer la carta.
- ¡Acaso estas loca!- dijo Izumy mirándola.
El grupo de chicas se encontraba debajo del viejo roble del patio de la escuela, era la hora del almuerzo y las cuatro se hallaban conversando.
- Un chico te invitó a salir y tú lo rechazarás de esa manera- dijo Izumy exaltada.
- Es que no se de quien se trata, ni siquiera escribió su nombre- dijo Haruna mirando la carta.
- Eso es lo que lo hace más interesante- dijo Izumy.
- Deberías aceptar la invitación- dijo Kasumi con una sonrisa.
- Yo…-Haruna no sabia que hacer.
- Vamos, será muy divertido- dijo Izumy con emoción- además nosotras te acompañaremos y si se trata de un chico horrible yo misma me encargare de sacarte de allí.
- Pero si Ao…- dijo Tammy intentando hacer la aclaración sobre la apariencia de Aoi, pero no alcanzó a terminar porque casi inmediatamente, Izumy se le tiró encima y le tapó la boca.
- ¿Qué es lo que sucede?- Haruna miró a Izumy sin entender.
- No es nada, es solo que hace un hermoso día, ¿No es verdad?- dijo mirando a Tammy con cara de “si dices algo más te mato”.
Tammy afirmó con la cabeza un poco intimidada por la mirada de Izumy.
- Está bien, iré- dijo Haruna suspirando con resignación ya que sabia que no podía negarse.
- ¡Perfecto!- dijo Izumy con entusiasmo- nosotras nos encargaremos de todo.
- Así es- dijo Kasumi con una sonrisa gentil.
- Pero no habíamos…
Tammy comenzó a decir, pero cuando Izumy la miró con una mirada asesina Tammy guardó silencio y bajó la cabeza asustada.
- Solo espero que todo salga bien- dijo Haruna un poco nerviosa.
- No te preocupes, todo estará perfecto- dijo Izumy con una sonrisa maliciosa.


La primera parte del plan estaba lista, ahora solo faltaba que Aoi aceptara ir a la cita y todo estaría completo.
Tammy estornudó y una gran gotera salió por su nariz; eran las siete de la mañana y se encontraba de pie, esperando frente a la tienda del señor Tanaka.
- ¿Por qué tenia que ser tan temprano?- dijo Tammy mirando enfadada a Izumy.
- Por que es el único momento que Aoi tiene libre- dijo Izumy mientras se cubría con su abrigo.
- Ahora yo debería estar durmiendo en una cama caliente y…-Tammy comenzó a cerrar los ojos- ZZZZZZZZZ……
- ¡No te duermas!- Izumy le golpeó la cabeza- esto es importante- le dijo enfadada.
- ¡Auch!- Tammy frotaba su cabeza- pero no tenias por que levantarme de esa manera.
- Espera, Aoi ya llegó- dijo Izumy mirando el fondo de la calle.
Aoi se acercaba a la tienda cargando una caja de madera con vegetales, cuando llegó a donde estaba la entrada, miró a Izumy y a Tammy con sorpresa.
- ¿Y que hacen aquí tan temprano?- les preguntó con una sonrisa mientras abría la puerta del local.
- Nada, solo pasábamos por aquí y se nos ocurrió venir a desayunar ¿Cierto?- dijo Izumy apresuradamente mirando a Tammy.
- Si, así fue…- dijo Tammy afirmando con la cabeza y riendo un poco nerviosa.
- Que les parece si entramos, yo tengo mucha hambre- dijo Izumy jalando a Tammy al interior del restaurante.
- Está bien, pero aún no tengo nada para darles- dijo Aoi gentilmente.
- No importa, nosotras podemos esperar- dijo Izumy con una sonrisa sentándose en la barra.
Aoi se acercó a la cocina, dejó la caja en el suelo y miró a las dos chicas.
- Qué les parece si les preparo un plato de Tendon <<arroz cubierto de tempura sazonada>>- les dijo con una sonrisa.
- ¡Perfecto!- dijo Tammy con emoción.
Debido a la prisa no había podido comer nada y su estomago comenzaba a gruñir.
- Solo me tomara un momento- Aoi comenzó a batir los huevos.
- Aoi…- le dijo Izumy mirándolo seriamente- ¿Desde hace cuanto que nos conocemos?
- Desde que tenías cuatro años y tú padre me recogió de la calle y me ofreció su ayuda para encontrar a mis padres.
Tammy recordó que Aoi era huérfano y que era muy poco lo que recordaba de su pasado.
- Tu familia me tomó como un miembro más y es algo que les agradezco bastante- dijo Aoi con una sonrisa.
- Entonces tu y yo somos algo así como hermanos- Izumy le sonrió a Aoi.
Tammy no entendía lo que quería hacer Izumy.
- Podría decirse que si- dijo Aoi sonriéndole.
- Así que no es malo que una hermana se preocupe por el bienestar de su hermano.
- Creo que no.
- Bueno, entonces creo que está bien- dijo Izumy sonriendo con satisfacción.
Tammy entendía cada vez menos.
- Aoi, quiero que tengas una cita- dijo Izumy muy segura de sus palabras.
- ¡¿Una cita?!- Tammy se levantó de la silla mirando a Izumy sorprendida; como era que lo había dicho de una forma tan directa.
- ¿Un cita?- Aoi la miró un poco confundido- ¿Y para que quieres que tenga una cita?
- Es solo que estoy un poco preocupada, desde que te conozco son muy pocas las veces que te he visto salir con una chica.
- Es solo que no tengo mucho tiempo, el trabajo y la universidad absorben todos mis ratos libres- dijo de forma divertida.
- Pero las cosas no deberían ser así- dijo Izumy con decisión- debes divertirte, salir a la calle, ser joven- Izumy se encontraba bastante encarnizada con el asunto- como tu hermana no debo permitir que esto ocurra.
- Y según tú, ¿Qué es lo que debo hacer?- dijo Aoi esperando la respuesta.
- Que te parece si yo te consigo una cita- dijo Izumy sonriendo con malicia.
- ¿Conseguirme una cita?- dijo Aoi pensativamente.
Aoi le sirvió a Izumy y a Tammy su plato de Tendon.
- Si, por que no- dijo con una sonrisa.
- ¡¿Qué?!- Tammy tenía la boca abierta, no podía creer que Aoi aceptara tan fácilmente.
- Muy bien- dijo Izumy con satisfacción- entonces yo me encargare de todo lo demás.
Tammy aún no se recuperaba de la conmoción, pero luego el delicioso aroma del Tendon llamó su atención, con todo lo ocurrido había olvidado el hambre que tenia. Tammy tomó los palillos para probar un poco del tan esperado platillo, pero cuando estaba apunto de introducir el pedazo a su boca, Izumy la cogió del cuello y el pedazo de Tendon cayó al suelo.
- Vamos, tenemos mucho por hacer- le dijo Izumy mientras la jalaba hacia la salida.
- ¿Y no van a terminar su plato?- les preguntó Aoi
- Ya se nos quito el apetito- dijo Izumy con una sonrisa mientras arrastraba a Tammy.
- Mí comida…-unas cataratas de agua salía de los ojos de Tammy.
- Yo te llamare para confirmar la cita, nos veremos luego- dijo Izumy mientras cruzaba la puerta.
- De acuerdo- dijo Aoi con una sonrisa- nos veremos luego.
Aoi miró los platos.
- Nuevamente tendré que pagar la cuenta- Aoi bajó la cabeza con desaliento- a este paso me quedare sin sueldo.

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Mensaje por Invitado Lun Mayo 11, 2009 8:01 pm

El día de la cita había llegado y ya todo se estaba preparado; la cita se había programado para las cuatro en el parque central, al lado del lago.
- No creo que esté preparada para esto- dijo Haruna un poco nerviosa.
Haruna vestía un hermoso vestido corto de un color amarillo pastel, su cabello ya no tenia las trenzas que solía llevar, se hallaba suelto y caía un poco más abajo de sus hombros, se encontraba bastante linda, al parecer Kasumi había hecho un excelente trabajo.
- Ya te dije que no tienes nada de que preocuparte- dijo Izumy golpeado su hombro- además si sucede algo malo nosotras estaremos aquí apoyándote ¿verdad chicas?
- Si- dijeron Tammy y Kasumi a la vez.
- Vamos, ve y diviértete- dijo Izumy mientras la arrojaba lejos del arbusto donde estaban escondidas.
- Izumy, espera…
Haruna quedó fuera del arbusto y miró sonrojada el lugar donde se encontraba, estaba muy nerviosa con su cita y no sabia muy bien como actuar. Izumy la miraba desde el arbusto con los binoculares.
- Ya es solo cuestión de tiempo para que Aoi aparezca y todo será perfecto.
- Pero ¿Crees que Aoi sabrá que Haruna es la chica con la que debe encontrarse?- le preguntó Tammy mirándola.
- No te preocupes por eso- dijo Izumy mirando el lugar- por este sitio solo pasan parejas así que al ver a Haruna sola notara que es su cita.
- Allí esta el señor Aoi- dijo Kasumi señalando hacia el borde del camino.
- Perfecto, ahora solo deben encontrarse- dijo Izumy emocionada.
- Izumy…- dijo Tammy tocándole el hombro.
- ¿Que sucede?- dijo Izumy sin mirarla, se encontraba concentrada en Aoi.
- Izumy…allí hay otra chica.
- ¿Otra chica?- Izumy miró a la dirección opuesta de donde estaba Aoi.
Una chica de lentes y cabello un poco desarreglado recogido en una cola se dirigía al lugar.
- “Es triste estar sola en un día así…-pensó la chica mirando el cielo- …si talvez encontrara al chico de mi vida este día y el me invitara a salir”- la chica tocó su rostro y se sonrojó ante el pensamiento.
Izumy no podía creer lo que veía, su plan perfecto se venia abajo.
- ¿Cómo es posible que una chica venga sola a este lugar?- Izumy tenia la boca abierta.
- A este paso es muy posible que Aoi crea que ella es su cita- dijo Kasumi mirando a Aoi y a la chica.
- Y parece que esa chica esta buscando a alguien- dijo Tammy mirando como la chica hablaba sola y se sonrojaba a cada palabra.
Una gota gigante se dibujó en la cabeza de las tres chicas.
Haruna estaba en ese momento observando el lago de forma distraída y Aoi se dirigía hacia el lugar caminando con las manos en los bolsillos y de forma despreocupada, la otra chica también caminaba en la dirección que se encontraba Aoi.
- Nadie va arruinar este momento perfecto- dijo Izumy enfadada.
- Izumy ¿Qué es lo que vas hacer?- la miró Tammy preocupada.
La chica caminaba hacia Aoi, el encuentro era innegable, faltaba poco para que se encontraran, unos cuantos pasos, cuando de pronto, ¡Zas!...la chica desapareció. Aoi miró un poco confundido.
- Creí ver a alguien que se dirigía hacia mi- dijo mirando a todos lados.
Pero luego la vista de Aoi se fijó en el lago y se dirigió al lugar.
- Uf…- suspiró Izumy aliviada- eso estuvo cerca.
- Lo lamentamos- le dijo Kasumi a la chica un poco avergonzada con lo que había ocurrido.
La chica estaba atada de piernas y manos, tenía una mordaza en la boca y se movía desesperadamente, intentando escapar.
Aoi miró el lago detenidamente, el sol comenzaba a ponerse al otro lado del lago dando una imagen realmente esplendida.
- Es un hermoso atardecer- dijo mirando fijamente el lago.
- Así es- dijo Haruna sin mirarlo.
Haruna tomó aire y dirigió su vista a la persona que estaba a su lado.
- Mira yo no…- su rostro se sonrojo de inmediato al ver a la persona que le hablaba- no sabia que tú…- dijo bajando la cabeza.
- Yo tampoco lo sabia- dijo con una sonrisa.
- Voy a matar a Izumy…-dijo Haruna en un tono casi imperceptible volteando su rostro aún sonrojado.
Izumy estornudo y continúo mirando a la pareja.
- Fue todo un éxito- dijo con una sonrisa.
- Así parece- dijo Kasumi sonriendo- ahora solo debemos esperar.
- Ojalá se apresuren, ya estoy comenzando a impacientarme- Izumy miraba a los chicos con detenimiento.
- ¿No creen que deberíamos dejarlos solos?- preguntó Tammy mirando a Izumy.
- Yo no confió en ese par, si los dos no hacen nada para decirse lo que sienten, yo misma entraré y haré que se lo confiesen- dijo Izumy con decisión.
- Es mejor que nos quedemos un poco más- dijo Kasumi mirando a Tammy con una sonrisa.
- Está bien- dijo Tammy mientras volvía a mirar en dirección del lago- en la que realmente no confió es en Izumy, quien sabe que clase de locura pueda hacer si la dejamos sola- dijo en un tono bajo para que Izumy no escuchara.

Aoi y Haruna comenzaron caminar por el parque, los dos conversaban animadamente al igual que cuando se habían encontrado en el mercado; Izumy, Tammy y Kasumi los seguían de cerca, al parecer Haruna se había olvidado que sus amigas muy amablemente le habían ofrecido que la cuidarían. Por lo que se podía ver, para Haruna solo existía en ese momento Aoi, no se podía negar que los dos hacían una linda pareja a pesar de la diferencia de edades.
- Me gustaría mostrarte algo- dijo Aoi con una sonrisa.
- ¿De que se trata?- lo miró Haruna sin entender.
- Ya lo veras, ¡Vamos!- Aoi tomó a Haruna de la mano y comenzó a correr.
- Espera, ¿Adonde vamos?- Haruna lo miró totalmente sonrojada.
- Es un lugar especial.
Los dos se dirigieron por un camino entre los árboles, al llegar al final del camino, Aoi le señaló algo a Haruna.
- Se encuentra allá.
- ¿Qué cosa?...-Haruna quedo asombrada con lo que vio.
Era una especie de jardín, repleto con una gran cantidad de flores, de diferentes tipos, tamaños y colores.
- Yo no conocía este lugar- dijo Haruna asombrada.
- Lo comencé cuando solo era un niño- dijo Aoi mientras se acercaba a una de las flores- de alguna manera estas flores eran como mi familia cuando aún estaba en las calles- dijo con una sonrisa triste.
- Olvide que no tenias familia- dijo Haruna mirando tristemente hacia otro lado- yo siempre tuve a mi madre aunque mi padre nos abandonó cuando yo era aún muy pequeña.
- A veces es mejor no hablar del pasado- dijo Aoi mirándola con su sonrisa de siempre.
Izumy, Tammy y Kasumi habían llegado al lugar, se encontraban exhaustas, casi no habían conseguido alcanzarlos, se habían perdido por culpa de un atajo que Tammy había sugerido.
- Por fin…llegamos- dijo Izumy recuperando el aliento- espero…que no nos hayamos….perdido nada…interesante- Izumy miró enfadada a Tammy- ¡Fue gracias a tu atajo que casi no logramos llegar!
- Lo siento- dijo Tammy riendo sin saber que más hacer.
Izumy suspiró.
- No importa- Izumy pensó por un momento- no se por que siento que con la prisa nos olvidamos algo, no debe ser nada importante- dijo Izumy sin darle importancia y fijo su vista en la pareja.
La chica que habían atado se encontraba aún amordazada y de sus ojos salían dos cataratas de agua.
- ¡Es un jardín muy bonito!- dijo Tammy admirando el hermoso jardín.
- Tienes razón- dijo Izumy asombrada- pero Aoi nunca me lo había mostrado- Izumy estaba molesta.
- Eso quiere decir que confía en Haruna- dijo Kasumi con una sonrisa- al parecer este es un secreto que no se lo dice a cualquiera.
- ¿Y por que no me lo dijo a mi?- preguntó Izumy con cara de “¿Y yo quien soy?”
- Por que todo el mundo se enteraría cinco minutos después de decírtelo- dijo Tammy sin darle mucha importancia, pero se arrepintió luego de sus palabras por que Izumy la miró de forma desafiante.
Kasumi sonrió al ver como Tammy se disculpaba de rodillas en frente de Izumy y continuó mirando lo que estaba ocurriendo.
- Aoi… yo quería decirte algo- dijo Haruna mientras se sonrojaba.
Aoi la miró sin entender lo que ocurría.
- Yo…quería decirte que tu…me gustas mucho- Haruna lo miró fijamente con el rostro sonrojado.
Aoi estaba sorprendido con la confesión, Haruna bajó el rostro.
- Se que para ti soy solo una niña y que nunca podría significar nada importante en tu vida, pero tenia que decírtelo.
Aoi guardó silencio, se acercó a Haruna y levantó su rostro; las lágrimas se deslizaban por las mejillas de la chica.
- Tú también me gustas mucho- le dijo.
Haruna se encontraba sorprendida con las palabras de Aoi, pero no tuvo tiempo de pensar por que los labios del apuesto chico se acercaron a los suyos.
Las tres chicas que se encontraban escondidas a unos pasos, estaban conmocionadas con lo ocurrido; Izumy lloraba inconsolablemente sobre el hombro de Kasumi; al parecer el hecho de que su mejor amiga y su hermano se encontraran juntos la hacia muy feliz, pero al mismo tiempo sabia que perdería a su amiga y a su hermano, era un conflicto de sentimientos. Tammy aún miraba a los dos chicos; los dos se miraron después del beso y sonrieron, aquello que había sucedido la había hecho pensar.
- “Haruna le dijo a Aoi que le gustaba aunque sabia que no tenia esperanzas, entonces yo también debo decírselo…- Tammy miró a Aoi y a Haruna- lo haré”
Algo sacó a Tammy de sus pensamientos, fue una sensación en el pecho demasiado rápida, pero sabia que no era la primera vez que la sentía.
- ¿Qué es lo que sucede?- dijo Izumy mirando a Aoi y a Haruna.
Tammy miró a los dos chicos; Aoi tenía una rodilla en el suelo y parecía que respiraba con dificultad, Haruna estaba a su lado y se encontraba preocupada con lo que ocurría.
- No entiendo que le sucede- dijo Izumy mirando preocupada la escena- desde que lo conozco nunca ha necesitado ir al medico.
Aoi comenzó a sujetar su pecho con dolor, sudaba a gran cantidad por la frente y oprimía la hierba entre sus manos con gran fuerza.
- Aoi…-dijo Tammy mirándolo preocupada.

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Mensaje por Invitado Lun Mayo 11, 2009 8:04 pm

CAPITULO 18
“sangre, dolor y lagrimas”


Aoi respiraba con dificultad, el dolor se hacia cada vez más intenso, sentía como si su pecho quisiera explotar.
- ¿Aoi, que es lo que te sucede?- le preguntó Haruna preocupada.
- Ha…runa…-dijo mirándola en medio de su dolor.
Podía sentir como su carne comenzaba arder debajo de la piel; no era la primera vez que su cuerpo se comportaba de esa manera, desde hace algunos meses sentía aquel horrible dolor pero siempre pasaba rápidamente como si nada. Esta vez sabia que era diferente, sabía que no lo podría controlar, pero lo que más lo preocupaba no era aquel extraño dolor sino la sensación de que su mente se perdía en la oscuridad.
- Por favor, dime que te pasa- Haruna se encontraba desesperada sin saber que hacer.
- Aléjate…-le dijo en un tono bajo.
Haruna intento acercársele.
- ¡ALEJATE!- le gritó mientras la empujaba.
Haruna cayó al suelo y lo miró asustada sin comprender.
- ¿Por qué?- le dijo con lagrimas en los ojos.
- ¡Haruna!- Izumy se acercaba a ella corriendo.
- Amigas- las miró Haruna y luego volvió a mirar a Aoi.
Todas se quedaron viendo a Aoi; realmente lucia diferente. Aoi al ver acercarse a las chicas cubrió su rostro y se alejó corriendo, introduciéndose entre los árboles.
Izumy se colocó de rodillas al lado de Haruna.
- ¿Pero que fue lo que le ocurrió?- dijo mirando hacia el lugar donde Aoi había desaparecido.
- No lo se, se enfermo de repente y luego cambio- dijo Haruna entre sollozos.
Tammy miró a Haruna y luego miró hacia los árboles, tenía un mal presentimiento.
- Izumy, por favor quédate con Haruna, nosotras iremos a buscar a Aoi- dijo Tammy con decisión y luego miró a Kasumi quien afirmó con la cabeza.
- Está bien, pero tengan cuidado, Aoi estaba muy extraño, no parecía ser el mismo- les dijo Izumy.
- Lo tendremos- dijo Tammy mientras corría hacia los árboles con Kasumi detrás.

Las dos chicas se introdujeron al bosque, corrían de una forma más bien desesperada.
- Tammy… ¿Crees que se encuentre bien?…- preguntó Kasumi sin detenerse.
- Solo espero que si- le dijo Tammy, pero aún no dejaba de pensar en lo ocurrido; había algo que la inquietaba, un pensamiento que no la dejaba en paz, y si...

El rastreador se había activado por tan solo unos segundos, indicando que un nuevo Zeed había despertado. Zero corría por las calles; Baru se encargaba de guiarlo hacia el lugar en donde se encontraba la criatura, ya que era inútil intentar utilizar el rastreador para ello, Hatoru corría a su lado, al igual que Zero tenia puesto el traje de combate. Los dos corrían a gran velocidad siguiendo de cerca al felino que en ocasiones se detenía para retomar el rastro de nuevo, Baru los llevó al cercado de piedra que cubría el parque central y se detuvo, maullándole a Zero como indicando que el Zeed se encontraba dentro.
- Debemos entrar- dijo mirando el alto muro.
- Pero el sitio esta demasiado concurrido- dijo Hatoru mirando a su alrededor- Zero…
Zero había saltado y ya se encontraba sobre el muro. Hatoru suspiró.
- No se ni por que me esfuerzo- Hatoru saltó.
Zero ya se encontraba en el suelo cuando Hatoru llegó a su lado, Baru que había entrado unos momentos antes olfateo el suelo y miró un lugar en especial. Luego su cuerpo se ilumino y su forma cambio a la de la bestia plateada de aquella noche.
- Es mejor que nos apresuremos- dijo Zero comenzando a correr en la dirección señalada por Baru.
- Zero- dijo Hatoru corriendo detrás de él- Tammy y Kasumi se encuentran en el parque.
Zero lo miró, pero continuo corriendo sin decir nada.

Tammy se encontraba en el bosque con Kasumi, el cielo se comenzaba a oscurecer, sabía que lo mejor era apresurarse y encontrar a Aoi lo más rápido posible.
- ¿Dónde crees que pueda estar?- le preguntó Kasumi mientras retiraba una rama de su rostro.
- No lo se con seguridad, pero se que siguió esta dirección.
Tammy observó el camino que tenían por delante, era muy poca la luz que entraba por las ramas de los árboles y el trayecto que seguían se volvía cada vez más difícil a causa de la gran cantidad de arbustos que habían en el suelo. Tammy miró hacia arriba; lo que más le preocupaba era que oscureciera, ya que la búsqueda se complicaría aún más, además tenia que encontrara a Aoi y saber que se encontraba bien. Tammy recordó lo que había sucedido hacia algunos días atrás…

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CAZADORES DE DIMENSIONES   (Shonen) - Página 2 Empty Re: CAZADORES DE DIMENSIONES (Shonen)

Mensaje por Invitado Lun Mayo 11, 2009 8:04 pm

Tammy caminaba por la calle, el sol comenzaba a caer y las lámparas a lo largo de la callejuela empezaban a encenderse, Tammy suspiró con desanimo; todo el día había estado en la casa de Izumy, al parecer Izumy estaba totalmente obsesionada con la cita que estaba organizando, había convocado a una reunión para exponer sobre el lugar que había elegido para la pareja, además de los escondites que podían utilizar para observar lo que ocurría, hasta había llevado carteles para explicarlo todo, Tammy recordó lo ultimo que dijo Izumy…
- “Ahora, como siempre debe existir un plan B- dijo la chica con decisión, observando a Tammy y a Kasumi las cuales se encontraban sentadas en el suelo observándola- el plan B consiste en que si esos dos no se dicen lo que sienten después de cierto tiempo, yo apareceré y los obligare hacerlo- Izumy miró a Tammy y a Kasumi con una sonrisa- ¿No es un excelente plan?
Una gota gigante apareció en las cabezas de Tammy y Kasumi.
- No crees que es un poquito drástico- dijo Kasumi delicadamente.
- A mi me parece demasiado exagerado- dijo Tammy mientras miraba a Izumy con cara de “esta chica es un peligro”.
- A mi me parece perfecto, además no creo que tenga que hacerlo ya que mi plan es aprueba de errores, nada puede fallar- dijo Izumy con una confianza abrumadora.
Kasumi reía ante la energía de Izumy y Tammy movía la cabeza de un lado a otro con resignación.”

Tammy suspiró nuevamente, no sabia cuando se había metido en tantos problemas, algo llamó su atención sacándola de sus pensamientos; un hombre sacaba unos cubos de basura a la calle.
- ¡Aoi!- dijo Tammy con alegría.
- Tammy- dijo con una sonrisa-no sabia que estarías por aquí.
- Es solo que estaba en la casa de Izumy- dijo Tammy sonriendo.
- Ya entiendo, ¿Y te diriges hacia tu casa?- le dijo amablemente.
- Si, pero…-Tammy miró el cielo- creo que se me ha hecho un poco tarde.
- Que te parece si yo te acompaño, solo debes esperarme un poco- le dijo sonriéndole.
- ¡Seria perfecto!- dijo Tammy con emoción.
Aoi terminó de organizar las mesas y se despidió del señor Tanaka.
- Nos vemos mañana- le dijo mientras salía.
- Está bien, yo me encargare de cerrar- le dijo el anciano con una sonrisa.
- Muchas gracias.
- Hasta luego señor Tanaka- se despidió Tammy desde la puerta.
- Hasta luego pequeña, fue un placer verte, espero que disfrutes la comida- le dijo el señor Tanaka con una sonrisa.
- Si y muchas gracias- dijo Tammy mientras levantaba la caja con comida que le había dado el señor Tanaka.

Tammy y Aoi caminaban por la calle, el cielo se había oscurecido y solo las luces de la calle alumbraban el camino.
- Gracias por acompañarme- le dijo Tammy sonriéndole.
- No es nada, además últimamente las calles no son muy seguras- dijo Aoi mirándola amablemente.
- Te refieres a los asesinatos que han ocurrido- Tammy miraba el suelo con tristeza.
- También Izumy te ha hablado de ellos- le dijo mirándola fijamente.
- Si- dijo Tammy recordando todas las personas que había visto muertas.
- Gracias al señor Takahashi he podido tener acceso algunos reportes- dijo mientras miraba el cielo de forma pensativa- y no se por que, pero todo esto me inquieta.
Tammy lo miró fijamente, Aoi parecía preocupado con algo.
- Pero no me hagas caso, es solo una tontería- le dijo con una sonrisa- dime, ¿Cómo termino lo de tu amiga?
- ¿Lo de mi amiga?...-Tammy recordó que había hablado con Aoi el día que Zero había ido a luchar con su espada dañada-a si, mi amiga, todo salio bien y ella le dijo lo que sentía pero…- Tammy adquirió un semblante triste-aún no puede evitar que su amigo arriesgue su vida.
- A tu amiga le gusta su amigo ¿verdad?- le dijo con una sonrisa gentil.
- ¡¿Gustar?!- Tammy se sonrojo de inmediato e intentó disimular- ¿Por qué piensas eso?, no creo que las cosas sean así, gustar, gustar, no, pienso que lo aprecia un poco más de lo normal…o tal vez…- Tammy no sabia que más decir, su rostro estaba apunto de explotar de tanta vergüenza.
Aoi sonrió divertido ante la actitud de Tammy.
- Tu amiga nunca le ha dicho lo que siente a su tu amigo.
- ¿Lo que siente?-Tammy bajó la cabeza tristemente, aún con su rostro sonrojado- y si ella no esta segura de lo que siente su amigo por ella.
- Yo pienso que tu amiga debería arriesgarse- Aoi la miró mientras sonreía- por que de esa manera seria sincera con ella misma y ya no tendría más dudas.
Tammy lo miró sorprendida; Si, Aoi tenia razón, lo mejor era decirle a Zero lo que sentía y así poder liberarse de ese sentimiento que le oprimía el pecho, pero aún no estaba muy segura. Tammy miró a Aoi con una sonrisa.
- Gracias- le dijo.
Tammy notó que Aoi se había quedado algunos pasos atrás, se había detenido y sujetaba su cabeza con dolor.
- Aoi ¿Te sucede algo malo?- le preguntó preocupada.
Aoi la miró y levantó la cabeza.
- No, no es nada- le dijo con una sonrisa, recuperándose de su repentino dolor de cabeza- es solo que desde hace algunos días me duele un poco la cabeza, pero siempre se me pasa rápidamente, no es nada de que preocuparse, creo que se debe al cansancio.
Tammy se acercó a Aoi aún mirándolo preocupada.
- ¿Estas seguro que te encuentras bien?
- Si, me encuentro bien, solo debo descansa, no te preocupes- le dijo con una sonrisa.”

Tammy regreso al presente, aún continuaba caminando por el bosque; como no lo había pensado antes, Aoi se encontraba enfermo desde hace algún tiempo, Tammy entendió el por que Aoi se veía tan preocupado aquella noche, el sabia que algo malo le ocurría, Tammy tenia un presentimiento, y esperaba equivocarse.
- “y si tal vez el fuera…”
Tenía que estar equivocada, tenía que estarlo.

El Zeed se hallaba en lo profundo del bosque, se encontraba de rodillas en el suelo, su transformación había comenzado; su piel había adquirido un tono verdoso y escamoso, los dedos de las manos se habían alargado y las uñas sobresalían en estos a manera de garras, la cabeza de la criatura se encontraba poblada de cabellos castaños y alborotados, su rostro aún mostraba un poco de la apariencia humana pero los ojos eran ahora totalmente negros y en su boca comenzaban a aparecer unos colmillos filosos, las ropas del sujeto se encontraban casi destrozadas, solo se apreciaba el pantalón, el cual se hallaba deshecho en las botas. El Zeed emito un lamento a los cielos; la sangre en sus venas parecía quemarlo por dentro y tenía que encontrar una manera para alejar ese dolor, el instinto comenzaba a dominarlo, tenía que sobrevivir, tenia que alimentarse.

Tammy y Kasumi escucharon el aterrador sonido.
- ¿Qué es ese sonido?- dijo Kasumi retrocediendo con temor.
- Debemos apresurarnos- dijo Tammy con decisión y corriendo hacia el lugar de donde había provenido el sonido, solo esperaba llegar a tiempo.

La criatura fijó su vista rápidamente hacia un lugar en los arbustos, una luz roja se dirigió hacia ella, en un ágil movimiento logro evitar el ataque y miró fijamente a sus atacantes.
Hatoru recibió nuevamente el báculo, se encontraba sobre la rama de un árbol cercano, Zero llegó al lugar con Baru a su lado, miró fijamente al Zeed y tomó su espada con firmeza. El Zeed les lanzó un gruñido y los miró amenazadoramente.
- Parece que aún no ha comenzado a alimentarse- dijo Zero seriamente sin dejar de mirar a la criatura.
- Eso quiere decir que será mucho más fácil eliminarlo- dijo Hatoru con una sonrisa y saltando del árbol.
- Yo me encargare- dijo Zero caminado hacia el Zeed.
- Espera, no seria mucho más fácil que lo hiciéramos los dos, acabaríamos mucho más rápido- le dijo Hatoru mirándolo.
- Conmigo será suficiente- dijo Zero sin mirarlo.
- Está bien como tú digas- dijo Hatoru sin darle importancia, no tenia ganas de discutir- pero no te tardes demasiado. Pronto oscurecerá.
Baru miró a Hatoru y luego miró a Zero sin entender lo que ocurría.
- No lo haré- dijo Zero mientras se dirigía hacia el Zeed.
El Zeed se lanzó al ataque y Zero detuvo su ataque con su espada, arrojándolo lejos, el Zeed se levantó de nuevo y miró a Zero amenazadoramente, luego dio un salto en el aire intentando atacar a Zero desde un ángulo superior, Zero agitó su espada y la corriente de aire que se formo hizo que el Zeed retrocediera y Zero aprovecho el momento para hacerle una profunda herida en el brazo, el Zeed cayó al suelo y miraba a Zero fijamente mientras la sangre que se deslizaba por su brazo comenzaba a chocar contra la hierba.
Zero miraba fijamente al Zeed, no sabia por que, pero sentía que la criatura no intentaba matarlo, que sus ataque eran más bien para alejarlo, Zero volvió a tomar su posición de ataque, no era posible lo que estaba pensando, era mejor terminar con el Zeed lo antes posible. Zero lanzó su ataque y el Zeed lo eludió dando un salto hacia atrás.
Hatoru se encontraba recostado contra un árbol, miraba de forma aburrida el cielo que ya se había oscurecido.
- ¿Por qué se demora tanto?, si fuera yo, hace rato habría acabado con ese Zeed- dijo con arrogancia.
Baru observaba la batalla sin perderse ningún detalle, cuando de pronto algo llamó su atención y volvió su vista hacia atrás.
- ¿Qué es lo que sucede?- dijo Hatoru mirando al lugar donde miraba Baru.
Unos pasos que se acercaban se escucharon en la noche, después de un momento la imagen de Tammy apareció.
- ¿Tammy, Kasumi?..., ¿Qué hacen aquí?- Hatoru estaba sorprendido.
- Hatoru… ¿En donde…esta…Zero?- Tammy le hablaba intentando recuperar el aliento y lo miraba de forma preocupada.
- Zero se encuentra luchando con un Zeed- dijo Hatoru sin darle mucha importancia- espera… ¿adonde vas?...- la miró Hatoru mientras se alejaba.
- Aoi es el Zeed- dijo Tammy mirándolo con gran preocupación y corriendo hacia el lugar del combate.
- ¡¿Qué?!- Hatoru no podía creer lo que escuchaba- Kasumi ¿Qué es lo que esta sucediendo?- le preguntó mirándola.
- Yo tampoco estoy muy segura- dijo Kasumi mientras miraba preocupada el lugar por donde se había ido Tammy.

El Zeed se había lanzado en el aire para atacar directamente a Zero, Zero sujetaba su espada para recibir el ataque y terminar de una vez con aquella batalla, cuando de pronto la voz de Tammy lo hizo voltear la cabeza.
- ¡ZERO, DETENTE!- Tammy corría desesperadamente hacia donde estaba el combate.
Zero no entendía lo que ocurría, ni por que Tammy se encontraba allí, el sonido de algo que era atravesado le hizo volver la vista hacia su oponente, y su mirada se paralizo ante lo que vio; el Zeed se había dirigido hacia la espada y se había clavado en ella intencionalmente.
- “¿Por qué…?”- pensó Zero mientras veía como todo avanzaba en cámara lenta.
La sangre del Zeed caía a su alrededor, el Zeed desclavo la espada de su cuerpo y comenzó a caer lentamente al suelo.
Tammy tenía la mirada perdida en lo que ocurría, había sido tan rápido que aún no lograba asimilarlo, Tammy cerró los ojos y éstos se llenaron de lágrimas.
- ¡NO…!-gritó con desesperación mientras veía el cuerpo caer.
A medida que caía el Zeed iba recuperando su forma humana. El Zeed cayó al suelo con fuerza y la sangre comenzó a expandirse a su alrededor.
Tammy camino hacia el cuerpo del hombre y se colocó de rodillas junto a él y tomó su cabeza, entre sus brazos.
Cuando Zero cayó al suelo miró la escena consternado. Hatoru y Kasumi llegaron al lugar y Kasumi al ver lo que ocurría volteó su rostro con tristeza, Hatoru no podía creer lo que veía; el hombre que se encontraba en los brazos de Tammy era Aoi, el chico que había visto en el parque, Kasumi comenzó a llorar y Hatoru hizo que apoyara su cabeza en su pecho.
Tammy miraba con los ojos llenos de lágrimas al agonizante Aoi.
- Debemos llevarte a un hospital- le dijo con una dulce sonrisa.
- Eso ya… no es importante- le dijo Aoi sonriéndole, un hilo de sangre salía por su boca.
- Se que te pondrás bien, es solo cuestión de tiempo y…- le dijo Tammy con optimismo.
- Es… demasiado tarde- los ojos de Aoi se encontraban sin vida y miraban el cielo de forma perdida- lamento no…habértelo dicho.
- No hables por favor, debes descansar- Tammy intentaba ser fuerte y decir todo con una sonrisa, pero sentía como el llanto la invadía lentamente y ahogaba su corazón.
- Dile a…Izumy que le…agradezco todo…lo que hizo…por mi…y a Haruna…que fui muy feliz…a su lado…lastima que haya sido…por tan corto tiempo- dijo con una sonrisa mientras cerraba los ojos.
- No digas tonterías- dijo Tammy sonriendo con sus ojos empapados en lágrimas- tu mismo deberás decírselo cuando te recuperes.
- Eso…me gustaría.
Aoi sonrió por última vez y la mano que sujetaba su pecho cayó al suelo sobre la sangre y la semilla brilló en su mano con un tono rojizo, luego se apagó y desapareció con el viento.
- ¡Aoi, Aoi!- Tammy intento despertarlo, pero fue inútil.
Tammy se agachó sobre Aoi y lo abrazó con fuerzas, sus lágrimas caían sobre el cuerpo sin vida del que alguna vez fue su mejor amigo.
Hatoru y Kasumi miraban la escena en silencio, las lágrimas se deslizaban por las mejillas de Kasumi y Hatoru por primera vez no tenia nada apropiado para decir. Zero se encontraba en silencio y con la cabeza baja, la espada aún estaba en su mano y la sangre de Aoi se veía con claridad en su hoja.
Tammy se levantó del suelo, el rostro de Aoi tenía una expresión apacible y tranquila, Tammy tenía la cabeza agachada y les daba la espalda a todos.
- Tammy…-dijo Kasumi mirándola preocupada.
Tammy se dirigió hacia donde estaba Zero y lo miró fijamente, Zero levantó su rostro y miró a Tammy cuando, ¡Plash!... la bofetada de Tammy se escuchó por todo el lugar, Tammy lo miraba con odio y con los ojos llenos de lágrimas, Zero no la miraba, en su rostro podía observarse la marca de la bofetada.
Hatoru y Kasumi se encontraban sorprendidos con lo que había ocurrido, no esperaban que Tammy actuara de esa manera.
- ¡No quiero volver a verte!- le dijo con rencor.
Tammy se alejó caminando sin mirar atrás.
- ¡Tammy espera!- le dijo Kasumi mirándola y luego mirando a Zero, y decidió correr detrás de ella.
- ¿Acaso no piensas hacer algo?- le preguntó Hatoru a Zero.
- Es mejor así- dijo Zero con su actitud de siempre y sin mirar a nadie se dirigió hacia el lado opuesto por donde se había marchado Tammy.
Baru lo miró con preocupación, pero luego lo siguió.
Hatoru no entendía por que Zero se comportaba de esa manera, pero no se atrevió a decir más y lo siguió, Hatoru miró hacia atrás y vio la forma del cuerpo de Aoi que se perdía en la noche, ahora las cosas se había complicado y no sabia lo que sucedería.

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CAZADORES DE DIMENSIONES   (Shonen) - Página 2 Empty Re: CAZADORES DE DIMENSIONES (Shonen)

Mensaje por Invitado Lun Mayo 11, 2009 8:05 pm

[center]CAPITULO 19
“una triste despedida”[center]

Tammy bajó la cabeza sin atreverse a mirar a Izumy y a Haruna.
- No, no puede ser- dijo Haruna mientras las lagrimas salían de sus ojos sin poder detenerlas.
Haruna cayó de rodillas al suelo, llorando amargamente, Izumy quien se encontraba a su lado, estaba en estado de shock, aún no podía asimilar lo que Tammy había dicho, tenia que ser una broma, Izumy miró detenidamente a Tammy; su ropa se encontraba manchada de sangre, al igual que sus manos y Tammy tenia una expresión abatida y ausente, Izumy al verla pudo entender que lo que decía era cierto.

Las sirenas comenzaron a inundar el tranquilo silencio de la noche. Los policías rodeaban las entradas del parque, evitando que algún curioso entrara al lugar, una ambulancia había ingresado para llevarse el cuerpo de la victima.
Kasumi y Haruna se encontraban algunos pasos de la ambulancia, Haruna lloraba sobre el pecho de Kasumi quien intentaba consolarla, Izumy se encontraba un poco más cerca de la ambulancia y tenía su mirada pérdida en la escena que se desarrollaban, en todo el tiempo que había pasado desde que Tammy les había dado la noticia, Izumy había permanecido en silencio, aunque lo intentara, no podía pronunciar ninguna palabra, sentía un nudo en la garganta y era como si todo lo que estaba ocurriendo fuera un terrible sueño, deseaba con toda su alma que fuera así, solo un sueño…
Del bosque salieron dos hombres que llevaban la camilla en donde se encontraba el cuerpo de Aoi, éstos se dirigían hacia la ambulancia. Izumy miró fijamente la bolsa negra que trasportaban los hombres.
- “No es un sueño…”- dijo con su mirada sombría.
Kasumi miró a Izumy de forma preocupada; no sabia que podía hacer y tampoco tenia nada que decir para calmar a Haruna, pero en ese momento quien la preocupaba más era Tammy, Kasumi miró hacia la dirección en donde se encontraba; Tammy estaba sentada en una de las bancas del parque, cubierta con una manta, miraba de forma perdida el suelo mientras dos policías intentaban hablar con ella tratando de aclarar lo que había ocurrido, Tammy se limitaba a contestar con frases monosilabitas a las preguntas de los hombres.
Un hombre se acercó al cuerpo de la victima, he hizo que los camilleros se detuvieran, el hombre abrió el cierre de la bolsa y miró el rostro del joven por un momento, luego su vista se fijó en la herida que tenia en el pecho; no podía equivocarse, era una espada la que había realizado esa profunda herida.
- ¿En donde se encuentra el testigo?- dijo el hombre mirando a uno de los policías que se hallaba a su lado.
- Se encuentra allí, cerca al lago- el policía señalo hacia el lugar en donde se encontraba Tammy.
El hombre la miró y una sonrisa se dibujo en su rostro.
- Es ella- dijo mientras la miraba detenidamente.
El hombre se dirigió hacia el lugar en donde estaba Tammy, he hizo una seña con la mano a los policías que estaban con ella para que los dejaran solos, los hombres entendieron el mensaje y se alejaron, el sujeto se sentó al lado de Tammy, la cual se encontraba con la cabeza agachada sin decir nada.
- Parece que nos encontramos de nuevo, aunque lamento que hubiera sido bajo estas circunstancias- el hombre la miró con una sonrisa en su rostro apuesto.
Tammy lo miró y se sorprendió al ver a la persona que le hablaba.
- Señor Kayi, ¿Por qué se encuentra aquí?
- Trabajo para la policía y me encargo de este tipo de casos.
- ¿De este tipo de casos?- Tammy recordó que Izumy le había dicho que existía una organización especial que se encargaba de los asesinatos que se presentaban en circunstancias extrañas, al parecer Kayi pertenecía a esa organización.
Kayi miró a Tammy fijamente.
- Me gustaría que me dijeras lo que viste.
Tammy bajó la cabeza de nuevo, por su mente pasaron todas las imágenes de lo ocurrido, Tammy cerró los ojos con fuerza.
- No vi nada, el ya estaba muerto cuando lo encontré- dijo sin mirarlo mientras apretaba la tela de su falda debajo de sus manos.
Kayi le sonrió amablemente.
- Lo entiendo- Kayi miró el cielo- se que aún es demasiado pronto, esperare hasta que quieras decirme algo.
Tammy lo miró sin entender sus palabras, tal vez sabia que no le decía la verdad, Tammy quería decirle que no tenía nada que pudiera contarle, pero la llegada de otro hombre de cabello gris y ojos apagados la interrumpió.
- Lo lamento señor, pero debo llevar a las chicas a sus casas- dijo el hombre seriamente- se ha hecho de noche y sus padres deben estar preocupados.
Tammy miró fijamente al hombre y reconoció que se trataba del padre de Izumy; de una manera se sentía aliviada de que la sacaran de ese lugar, no quería responder más a las preguntas de los policías, además en lo único que podía pensar era en dormir, era lo único que quería.
Kayi sonrió y miró al hombre.
- Está bien, la pequeña necesita descansar, no ha sido una noche fácil.
Tammy se levantó, acompañada por el padre de Izumy y miró hacia donde estaba Kayi.
- Nos veremos pronto- dijo éste con una sonrisa amable.
Tammy se alejó sin despedirse, caminaba en silencio, sosteniendo la manta alrededor de sus hombros, su mirada se posó en el padre de Izumy, quien caminaba con una actitud seria; al parecer, la muerte de Aoi lo había afectado considerablemente y no era de extrañar, ya que Aoi había sido como un hijo para él.

Kayi miraba divertido como se alejaban, cuando una persona a su lado llamó su atención.
- ¿Qué es lo que tanto te divierte?- le preguntó Okuno, mirando hacia donde Kayi miraba.
- Es solo que me parece un poco irónico como suceden las cosas- dijo sin perder la actitud divertida de su rostro.
- Realmente no entiendo a que te refieres, pero no importa, ahora lo que me interesa saber es ¿Qué haremos con el cuerpo?- Okuno lo miró seriamente.
- Nada- dijo tranquilamente- el Zeed no logro transformarse totalmente, por eso su cuerpo es inservible, dejemos que se lo lleven- Kayi sonrió maliciosamente.

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CAZADORES DE DIMENSIONES   (Shonen) - Página 2 Empty Re: CAZADORES DE DIMENSIONES (Shonen)

Mensaje por Invitado Lun Mayo 11, 2009 8:06 pm

La señora Ichido cerró la puerta de la casa; el señor Takahashi, el padre de Izumy, había traído a Tammy y les había explicado todo lo que había ocurrido. El señor Ichido se encontraba en silencio mirando por la ventana de la sala, La señora Ichido miró a su esposo preocupada.
- Deberíamos hablar con ella.
- No, lo mejor es dejarla sola, debe descansar, talvez eso le ayude un poco- dijo el señor Ichido seriamente sin dejar de mirar por la ventana.
- Solo espero que se encuentre bien- dijo la señora Ichido mirando las escaleras.
La habitación se encontraba en sombras, en el piso podía observarse la ropa manchada de sangre. Tammy se encontraba acostada en su cama, la luz de la luna que entraba por la ventana iluminaba su rostro amablemente. Tammy tenia los ojos abiertos, aunque intentara dormir no podía hacerlo, tan pronto cerraba sus ojos las imágenes de la batalla aparecían en su mente.
- Aún… huele a sangre- dijo Tammy mirando su brazo, el olor de la sangre de Aoi impregnaba su cuerpo, ni siquiera el baño que había tomado había logrado desvanecerlo.
Tammy recordó el momento en el que Aoi había sido atravesado por la espada de Zero y luego recordó lo que le había dicho a Zero.
- ¡No quiero volver a verte!...
Aunque lo quisiera no podía perdonarlo, no podía… Una lagrima silenciosa se deslizo por su mejilla.

La gente comenzaba a retirarse; muchas personas había asistido al funeral, además de la familia de Izumy, se encontraban entre los asistentes una gran cantidad de compañeros de la universidad de Aoi, También estaba allí el señor Tanaka, quien se veía viejo y cansado, como si la energía que siempre lo acompañaba lo hubiera abandonado. Haruna se dirigía al auto, acompañada por su madre, la chica lloraba de forma silenciosa, Izumy se encontraba detrás de su madre junto a sus hermanos mayores, su padre se hallaba al lado de su madre quien estaba inconsolable. El lugar comenzaba a desocuparse y solo Tammy se encontraba aún frente a la tumba de Aoi y la miraba en silencio.
- Aoi Takahashi…
El señor Takahashi le había dado su apellido, ya que Aoi no tenía uno, Tammy observo que la tumba solo tenía la fecha de la muerte; sabia que a Aoi lo habían recogido cuando era solo un niño y eran muy poco lo que sabían de él, pero nunca hubiera imaginado que las cosas se desarrollarían de esa manera, que Aoi fuera un Zeed y que ni siquiera él lo supiera.
- “Por que, no lo entiendo…”
- Vamos, es momento de irnos, tu padre nos espera- le dijo su madre con una dulce sonrisa.
Tammy se dejó conducir de su madre, parecía estar ausente, como si su alma ya no se encontrara en su cuerpo, el señor Ichido las esperaba en el auto, las miró por un momento pero luego su vista se fijó en un árbol cercano; un chico de cabello azulado observaba el lugar, pero después de un momento desapareció.

Zero miraba el cielo desde el ático de la vieja casona, desde lo ocurrido con Aoi, Zero no había dicho ni una sola palabra, solo se limitaba a mirar el cielo de forma perdida, Hatoru se encontraba en el corredor del jardín y también observaba el cielo, no se había atrevido a hablar con Zero, al fin y al cabo tampoco tenia algo que pudiera decirle, Hatoru sabia que lo ocurrido esa noche cambiaba el rumbo de la misión y presentía que Zero también sabia lo mismo.
Por la mente de Zero pasaron las imágenes del funeral, en especial la imagen de Tammy frente a la tumba del Zeed, Zero cerró los ojos un momento y luego miró el cielo fijamente.

Tammy se encontraba frente a la ventana, no había salido de su habitación en todo el día y lo único que había hecho era mirar el cielo fijamente. Unos golpes se escucharon en la puerta y luego esta se abrió.
- Puedo pasar- dijo su padre desde la puerta.
Tammy lo miró por un momento y luego su vista se fijó nuevamente en el cielo.
- Si- dijo sin mirarlo.
Su padre se sentó a su lado y también miró el cielo de forma nostálgica.
- Es una noche muy hermosa.
Tammy no dijo nada y continuo mirando las estrellas.
- El cielo siempre me trae muchos recuerdos, de tiempos que no volverán, pero que aún así siempre estarán en mi mente, a veces lo único que tenemos de las cosas es lo que recordamos de ellas.
Tammy miró a su padre y el la miró dulcemente.
- Por el echo de que alguien no este con nosotros no significa que lo hayamos perdido para siempre, mientras su recuerdo permanezca en nuestra mente, esa persona siempre regresara, pero dependerá de nosotros la manera en la que queramos recordarla.
- Pero no es fácil- dijo Tammy tristemente mientras bajaba la cabeza.
- Nada es fácil, pero tampoco es imposible, lo único que podemos hacer es intentarlo- El señor Ichido se levantó de la cama de Tammy.
- Pero yo…- dijo confundida.
- A tu amigo no le hubiera gustado que lo recordaras de esa manera- dijo el señor Ichido mirándola con una sonrisa.
Tammy miró a su padre, en ese momento recordó que Aoi siempre le había dicho que sin importar lo que sucediera siempre tenía que mantener su sonrisa, Tammy entendió a lo que Aoi y su padre se referían, una sonrisa se dibujo en su rostro, solo tenia que intentarlo.
- Gracias.
- No es nada- dijo su padre sin mirarla- apropósito, tu madre me mando a decirte que Kasumi se encuentra un poco indispuesta, deberías ir a visitarla.
- Lo haré- dijo con una sonrisa.
Tammy miró el cielo de nuevo, aún se encontraba triste, pero sabía que podía superarlo, además su vida continuaba y tenía mucho por hacer, no podía darse por vencida, tenia que hacerlo por Aoi.

Las puertas de la elegante y hermosa mansión se abrieron frente a Tammy, una de las mucamas apareció detrás de éstas.
- Buenos días, estoy buscando a Kasumi- dijo Tammy de forma educada.
- Pase por favor- dijo la mucama amablemente- le avisare a la señorita Kasumi que usted se encuentra aquí.
- Gracias.
Tammy se sentó en la enorme y elegante sala; los muebles eran de exquisito diseño y varios cuadros de gruesos marcos adornaban las paredes, los grandes ventanales permitían que la luz del sol iluminara la sala, otorgándole un ambiente agradable al lugar. Eran muy pocas las veces que Tammy había ido a la casa de Kasumi, pero sin importar que ya la conociera, nunca dejaba de asombrarla.
- Tammy, nunca pensé que vinieras a visitarme- dijo Kasumi con una sonrisa mientras ingresaba a la sala.
- Es solo que supe que te encontrabas enferma y me preocupe un poco- dijo Tammy con una sonrisa amable.
- No es nada grave, es un simple resfriado- Kasumi miró a Tammy- lamento no haber estado en el funeral- dijo apenada.
- No te preocupes por eso, ahora debes pensar en tu salud- dijo con una sonrisa.
- Veo que te encuentras mejor, me alegro, estaba muy preocupada por ti y no sabia que hacer.
- No fue fácil al principio, pero descubrí que si me encerraba en mi misma no conseguiría nada, además no quería que mis padres se preocuparan.
- Realmente me alegro- dijo Kasumi sonriendo.
- Lamento haberte preocupado- le dijo también sonriendo, pero luego su rostro adquirió una expresión preocupada- Kasumi sabes algo de Izumy y Haruna.
- No mucho, se que Haruna se encuentra en su casa, pero de Izumy no se nada.
- Creo que deberíamos ir a sus casas y saber como se encuentran.
- Estoy de acuerdo.
- Buenos días- dijo la voz de un hombre en la entrada de la sala.
Kasumi y Tammy miraron al lugar de donde provenía la voz.
- Buenos días- dijo Kasumi de forma respetuosa mientras inclinaba un poco la cabeza.
- Buenos…días- dijo Tammy un poco apenada con el hombre.
Tammy lo miró detenidamente; No parecía tener más de veintisiete años, su largo cabello negro caía sobre sus hombros y sus ojos grises resaltaban en su rostro, este vestía un traje negro bastante elegante y tenía un semblante serio e imponente.
- Veo que tenemos visitas- dijo el hombre observando a Tammy- mi nombre es Umoi Okina, soy el padre de Kasumi.
- ¿Su padre?- Tammy estaba sorprendida.
Tammy nunca había visto al padre de Izumy, ya que siempre éste se encontraba en algún viaje de negocios, pero nunca había imaginado que fuera así, Kasumi no se parecía mucho a su padre, Tammy pensó que talvez Kasumi era más parecida a su madre, aunque tampoco lo sabia con certeza ya que según lo que le había dicho su amiga, ella nunca había conocido a su madre, por que ésta había muerto dando a luz.
- Es un placer conocerte- dijo el señor Okina con amabilidad.
- Para mí también señor- dijo Tammy de forma respetuosa.
- Tú debes ser la amiga de Kasumi, ¿No es cierto?
- Si, mi nombre es Tammy.
- Tammy… es un bonito nombre.
- Gracias- dijo Tammy con una sonrisa.
- Lamento no poder quedarme por más tiempo, pero tengo asuntos que atender, así que si me disculpan- el padre de Kasumi se despidió de las dos chicas respetuosamente y continúo caminado por el corredor.
Kasumi lo miró fijamente mientras se alejaba y Tammy pudo notar que su mirada era un poco triste.
- No crees que el trato con tu papá es un poco formal- dijo Tammy mirándola.
- Es que ya se convirtió en costumbre, siempre nos saludamos de la misma manera- dijo Kasumi con una sonrisa.
- Nunca había visto a tu papá en la casa.
- Para mi también es algo extraño verlo aquí- dijo Kasumi de forma gentil sin darle mucha importancia.
- Mi papá también trabaja todo el día, pero siempre lo veo en las mañanas cuando voy a la escuela, creo que la mayor parte del tiempo que estamos juntos no la pasamos discutiendo- las imágenes de todas las veces que había peleado con su padre pasaron por su cabeza, Tammy recordó una vez en la cual su padre y ella se miraban fijamente y las chispas chocaban entre ellos, a causa del ultimo pedazo de pastel que quedaba en el plato- es todo un desastre- dijo con desaliento- pero parece que tu papá es un hombre muy elegante.
- Si, el es un hombre muy importante en el mundo de los negocios y por eso siempre esta ocupado, a veces me gustaría que pasara un poco más de tiempo en casa, sabes, el me regalo esto cuando tenia tan solo tres años- Kasumi le enseñó la cadena que tenia alrededor de su cuello- cuando me siento sola, la miró por un momento y se que él me quiere a pesar que no pueda estar siempre conmigo- Kasumi miraba la cadena con una sonrisa, pero luego miró a Tammy- lo lamento, creo que te estoy aburriendo con mis palabras- dijo Kasumi un poco apenada.
- Está bien, se a lo que te refieres- le dijo Tammy con una sonrisa.
- Tammy…- Kasumi la miró fijamente- ¿Quisiera saber algo?
- ¿Saber que?
- ¿Que sucederá con Zero?
- ¿Zero?- Tammy bajó la cabeza- es algo de lo que no quisiera hablar.
- Aún no lo perdonas por lo que ocurrió- dijo Kasumi mirándola con comprensión.
- Ya no importa si lo perdono o no- dijo Tammy con una mirada que reunía la triste y el enojo al mismo tiempo-además ya nunca volveremos a vernos.
- Pero…
- Podríamos hablar de otra cosa, realmente no quiero tocar el asunto.
- Lo entiendo- Kasumi guardó silencio.
Tammy miró hacia la ventana y bajó la cabeza tristemente.
- “Ya nunca volveremos a vernos…”

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CAZADORES DE DIMENSIONES   (Shonen) - Página 2 Empty Re: CAZADORES DE DIMENSIONES (Shonen)

Mensaje por Invitado Lun Mayo 11, 2009 8:06 pm

El profesor escribía en el tablero, mientras los alumnos copian en sus cuadernos las formulas que necesitarían para el examen que tendrían que presentar en unos cuantos días. Tammy tomó su lápiz, aunque lo intentara no podía concentrarse; ella y Kasumi habían intentado contactar a Izumy y a Haruna, pero les habían dicho que Izumy había ido a visitar a sus abuelos en Izumo y Haruna no quería contestar las llamadas ni recibir a nadie, su madre se encontraba preocupada y no sabia que podía hacer, Tammy había intentado hablar con ella, pero Haruna no quiso ni siquiera abrirle la puerta de su habitación. Tammy miró los puestos vacíos, pero hubo uno que le llamó más la atención, el puesto de Zero; desde hace varios días Zero no asistía a la escuela y por lo que había escuchado Hatoru tampoco lo hacia, Tammy volteó su rostro, como si no le diera importancia y continuo escribiendo en su cuaderno. El profesor fijó su vista en la puerta.
- Lamento llegar tan tarde- dijo Izumy con una sonrisa- el vuelo se retrasó y tuve que esperar.
- Izumy…- dijo Tammy mirándola sorprendida.
Izumy se acercó a su puesto, el cual estaba frente al de Tammy y colocó su maleta en la silla sin mirar a nadie.
El timbre sonó, indicando el cambio de clase, Izumy estiró los brazos desperezándose y luego miró a Haruna y a Tammy quienes la miraban desde que había entrado al salón.
- Hola- dijo con alegría- y ¿Por qué me miran con esas caras?
- ¿Te encuentras bien?- le preguntó Tammy aún sin entender su actitud.
- Mejor no podría estar, realmente necesitaba unas vacaciones- Izumy movía su cuerpo a forma de ejercicio- me encuentro con más energía que nunca.
- Pero acaso…Aoi- le dijo Tammy mirándola.
- Aoi…-Izumy bajó su cabeza- es cosa del pasado- dijo sonriendo- la vida debe continuar, no habrán pensado que me quedaría lamentándome toda la vida, tengo cosas mejores que hacer, tal vez consiga un novio aunque deberá ser bastante apuesto, creo que me conformaría con el capitán, haríamos un gran pareja- dijo Izumy mientras se reía escandalosamente y a su espalda aparecía una imagen de ella y Hatoru.
Una gota apareció en las cabezas de Tammy y Kasumi.
- Creo que se encuentra bien- dijo Kasumi riéndose sin saber que más hacer.
- Así parece- dijo Tammy aún sin creer lo que veía- esta chica es sorprendente.
Tammy miraba a Izumy reír; aunque pareciera que Izumy había vuelto a ser la misma de siempre, había algo que la hacia pensar que ocultaba algo.

Las clases habían terminado e Izumy, Tammy y Kasumi, caminaban por las calles camino a sus casas.
- Con que no saben nada de Haruna- dijo Izumy mirando a Kasumi quien le había relatado lo que había ocurrido.
- No- dijo Kasumi negando con su cabeza- desde el entierro no ha salido de su casa.
- Pensábamos ir mañana a visitarla- dijo Tammy mirando a Izumy.
Izumy sonrió.
- Creo que Haruna es una chica bastante tonta, además no se que vio Aoi en ella -dijo Izumy de forma despreocupada.
- ¡Izumy!…- dijo Tammy sorprendida por sus palabras.
- No se si quiera seguir siendo amiga de una chica así, que piensa que el mundo se acaba por que alguien que te gusta muere, por favor solo estuvo con él por unas horas, no era para que quedara con un trauma o algo por el estilo- dijo Izumy con indiferencia.
- Pero…- Tammy estaba muy confundida.
- De todas formas deberías ir, no perderías nada con hacerlo- le dijo Kasumi a Izumy con una sonrisa.
Izumy lo pensó por un momento.
- Está bien, lo haré, pero no por verla a ella, sino por acompañarlas, al fin y al cabo no tengo nada que hacer- dijo Izumy como sin darle importancia.
- Bueno- dijo Kasumi mirándola con una sonrisa.
Tammy miraba a ambas chicas un poco confundida, no sabia lo que estaba ocurriendo.

El timbre sonó y el rostro de una mujer regordeta y con lentes aprecio detrás de la puerta.
- Me alegra mucho que hayan venido- dijo la mujer mientras miraba a las tres chicas con una sonrisa amable.
- Gracias- dijo Tammy mientras entraba.
La madre de Haruna las condujo a la sala y les sirvió un poco de té.
- ¿Haruna aún no sale de la habitación?- Preguntó Tammy mientras miraba fijamente a la madre de Haruna.
- No- dijo la madre de Haruna con tristeza- he intentado que salga pero no quiere escucharme, tampoco quiere comer, estoy muy preocupada, ya no se que más hacer- las lágrimas comenzaron a salir por sus ojos.
- No se preocupe- dijo Kasumi con una sonrisa gentil mientras se le acercaba- ya vera que todo se solucionará.
- Kasumi tiene razón- dijo Tammy con emoción- haremos que Haruna salga de esa habitación y vuelva a ser la misma de siempre.
- Se los agradezco- dijo la madre de Haruna con una sonrisa aún con sus ojos empapados en lágrimas.
Izumy no había dicho nada en todo el transcurso de la conversación.

La madre de Haruna tocó a la puerta de su hija.
- Hija por favor abre, tus amigas han venido a visitarte- dijo su madre con dulzura.
- No quiero hablar con nadie- dijo Haruna al otro lado de la puerta.
- Haruna, soy yo, Tammy, solo queremos hablar contigo- dijo con delicadeza.
- ¡Ya les dije que no quería habla con nadie, es mejor que se marchen!
Izumy ya había perdido la paciencia.
- A este paso no conseguirán nada- dijo molesta.
Izumy se acercó a la cerradura y con una pinza de su cabello abrió la puerta.
La habitación se encontraba en sombras, era muy poca la luz que entraba por la cortina que en ese momento se encontraba cerradas, Haruna se hallaba sentada en la cama, con la cabeza entre las rodillas, Izumy se acercó a la ventana y abrió la cortina, la luz ilumino toda la habitación.
- Así esta mucho mejor, ahora se puede respirar- dijo Izumy mientras miraba el hermoso cielo que hacia ese día.
Haruna aún vestía su pijama, su cabello se encontraba suelto y caía sobre sus hombros.
- ¿Qué es lo que quieren?- dijo mientras miraba hacia arriba en forma perdida.
Sus ojos se encontraban hinchados de tanto llorar y su rostro estaba pálido y sin vida.
- Solo queríamos saber si estabas bien- dijo Kasumi amablemente.
- Si, ya es mucho el tiempo que has pasado encerrada, debes salir y despejar un poco tu mente- dijo Tammy con alegría.
- Ellas tienen razón- dijo su madre- por que no sales de aquí y te preparo una rica comida, para que te sientas mejor.
- ¡Yo no quiero nada, no lo entienden, yo solo quiero estar sola!- dijo mirándolas enojada.
La madre de Haruna bajó la cabeza con tristeza y salió de la habitación, Kasumi y Tammy se quedaron mirando a Haruna sin saber que hacer.
- Sin él…las cosas no tienen sentido…- las lagrimas comenzaron a salir de nuevo de sus ojos.
- Que tonta- dijo Izumy quien aún continuaba mirando por la ventana- no entiendo por que haces tanto drama por una muerte.
- Izumy…- Tammy la miró sorprendida.
- Todos le dan demasiada importancia, mi padre esta obsesionado con encontrar al asesino y mi madre llora todo el día, no es como si se hubiera acabado el mundo- dijo Izumy tranquilamente.
- ¡Tu no lo entiendes!...yo lo perdí…lo perdí cuando por fin podíamos estar juntos, yo lo amaba…nunca entenderías mi dolor- dijo Haruna mientras lloraba.
Izumy se acercó a Haruna y de pronto, ¡Plash!... Izumy le dio una bofetada a Haruna.
- Izumy, espera…- dijo Tammy mientras intentaba acercarse a las dos chicas, pero Kasumi la detuvo.
- Espera- le dijo Kasumi.
- Pero…debo detenerlas- dijo mirándola sin entender.
Kasumi negó con la cabeza y Tammy entendió que no debía interferir, miró a las dos chicas preocupada.
Haruna aún estaba sorprendida con la actitud de su amiga y la miraba sin entender.
- ¡¿Por qué me golpeaste?!- le dijo Haruna molesta.
Izumy tenía la cabeza baja y apretaba sus puños con fuerza.
- Por que eres una tonta…- Izumy miró a Haruna fijamente, sus ojos se encontraban empapados por las lagrima- ¡Tu crees que eres la única que sufre!
- Izumy…-dijo Haruna sorprendida.
- Intento ser fuerte para que todos se sientan mejor- Izumy se colocó de rodillas y sus lagrimas chocaban contra el piso de la habitación- no soy fuerte, no quería llorar por que eso significaría que he aceptado su muerte, pero no la he aceptado, no la acepto…- Izumy lloraba inconsolable.
Haruna también se puso de rodillas a su lado y la miró con dulzura.
- lo lamento- dijo con una sonrisa calida.
Izumy la miró y luego la abrazó, llorando sobre su pecho.
Kasumi y Tammy miraban la escena con una sonrisa, al parecer todo se había solucionado. Tammy miró el cielo y una sonrisa triste se dibujo en su rostro.
- “No todo…”

Zero se encontraba en el ático, estaba sentado en el suelo, recostado contra la pared, tenía los ojos cerrados, parecía que dormía apaciblemente.
Unos pasos se escucharon por las escaleras, Baru quien dormía en las piernas de Zero levantó su cabeza para observar a la persona que ingresaba al lugar, Zero abrió sus ojos y miró hacia las escaleras y luego volvió su rostro hacia la ventana.
- Hola pequeño- dijo Kasumi con ternura tomando entre sus brazos a Baru que había ido a su encuentro.
Kasumi miró por un momento a Zero y luego se dirigió hacia él sentándose a su lado.
- Lamento haberte despertado- dijo mirando al pequeño felino.
- Realmente no dormía- dijo sin mirarla.
Kasumi guardó silencio por un momento y luego miró a Zero.
- Lamento lo que sucedió con Tammy.
- No fue tu culpa- dijo Zero mirándola y luego volvió a fijar su mirada en la ventana-yo fui el único culpable.
- Eso no es cierto, tu no sabias que Aoi era un Zeed- dijo Kasumi mirándolo fijamente.
- Tal vez así sea, pero eso no me hace menos culpable- Zero miró fijamente a Kasumi- nunca me preocupe por averiguar algo más de los Zeed, fue mi descuido lo que provocó todo esto- le dijo con una sonrisa triste.
- Y ¿Qué es lo que piensas hacer?- dijo Kasumi mientras acariciaba la cabeza de Baru y lo miraba fijamente.
- Debo continuar con la misión- Zero miró el cielo que se observaba a través de la ventana- no tengo otra opción.
- Lo entiendo- Kasumi se recostó sobre el hombro de Zero- sin importar lo que suceda yo estaré contigo.
Zero la miró por un momento y luego continuo observando la hermosa noche que se dibujaba en el cielo.


Dos hombres conversaban en las sombras de un angosto callejón, sus figuras eran cubiertas por la noche impidiendo ver sus rostros.
- Así que eso fue lo que sucedió- dijo uno de los hombres desde las sombras.
- Si, no pude hacer nada para evitarlo, fue demasiado rápido- dijo el otro hombre con seriedad- el ataque fue inesperado y el lugar quedo destruido.
- Nunca pensé que fueran a reactivarlos de nuevo.
- Nadie lo pensó y ahora son mucho más fuertes.
- Lo entiendo, pero aún debemos continuar con la misión, no todo esta perdido.
- Ya no estoy muy seguro de eso, lo último que teníamos ha desaparecido, estamos solos en esto.
- No del todo.
- Te refieres a ellos.
- Si, creo que aún podemos hacer algo.
- Sabes que siempre estaré de tu lado, pero ¿Qué es lo que podemos hacer?
- Continua en tu posición, por el momento debemos averiguar que es lo que planean.
- Está bien y… ¿Tu que harás?
- Lo encontrare, tal vez el sea nuestra única oportunidad.
- Reiyuro, ten cuidado.
- Tú también cuídate, pronto te contactare de nuevo- el hombre comenzó a marcharse.
- Amigo- dijo el otro hombre deteniéndolo- fue bueno verte de nuevo.
- También para mí- dijo con una sonrisa mientras se perdían en las sombras.
El hombre volvió su rostro hacia el cielo.
- “Han pasado trece años…es demasiado tiempo…”

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